Con los frontales puestos.
Parece que ya amanece.
Parece que sí.
Se inicia el duro trabajo del cresterío.
Con un poco de niebla.
En pleno esfuerzo.
Por lo menos el camino estaba balizado.
Han puesto pasamanos hasta en el monte.
!Hay que ver lo bien que estaba indicado el camino¡
!No se podrán quejar¡.
Cuando hay algún problema.........,ponen un puente.
Parecía una montaña rusa.
Imposible perderse, incluso con niebla.
Suba Vd. a 3.500 metros para encontrarse con un puente de madera.
A lo lejos aparecía el refugio de Quintino Sella.
Parecía una autopista.
Por si no estaban conformes al encordarse.........., un poco más de soga.
El refugio está cerca.
Comienza el camino hacia la cima.
En esta parte se les olvidó poner soga.
Un pequeño descanso.
Reunión de pastores..............,mal asunto.
El camino continua.
Contemplando las vistas.
Bonitas, de verdad.
!Que esperes un poco¡
Bonitas rocas.
Un descanso para un padrenuestro.
!Todavía hay que seguir¡.
En la cima.
Vistas impresionantes, por ejemplo: El Cervino.
Y estas también.
Bonita cordada a lo lejos.
El triunfador de las cumbres nevadas.
Buena pose para la prensa.
!Impresionante glaciar¡, ¿Verdad?
Bonita foto.
La fama cuesta.
Pero cuesta, cuesta......
Ya casi estamos.
!Pero que poco falta¡
Ya, ya......
Sin comentarios.
!Bonito de verdad¡
A punto de caramelo.
Contemplando el paisaje.
!Merece la pena¡
!Al fin¡
Un poco de té caliente.
Foto de familia.
Otra más.
Y una más.
Esta crónica la tengo que escribir de oidas, ya que debido a problemas físicos no participé en esta excursión.
El día anterior, es decir, el día 30 por la tarde, los expedicionarios partieron en dirección al refugio Quintino Sella. En el valle de Gressoney tomaron los remontes en dirección al collado. Según dicen lo que a priori parecía un paseo se convirtió en una pequeña odisea. Les costó bastante llegar al refugio a través de un cresterío impresionante jalonado con puentes y la ayuda de una cuerda, lo que es de agradecer. Al final y bastante cansados, llegaron al refugio.
Tarde para la cena, por lo que tuvieron que hacer maravillas para poder cenar. Bien, después de esto a la cama ya que al día siguiente había que levantarse temprano.
Toda la ascensión a la cima les resultó bastante gratificante y bastante menos dura de lo que había supuesto la subida al refugio.
Ya en la cima, las fotos de rigor y un agradable té caliente patrocinado por nuestro guía y amigo Ángel. Después de las fotos, contemplar el paisaje, etc., tocaba volver y por el mismo camino llegaron hasta el refugio y posteriormente hasta los remontes, para volver al valle donde el que suscribe les estaba esperando con los brazos abiertos.
Llegaron sobre las 15 horas.
La longitud del recorrido es de 14,28 kilómetros.
El desnivel acumulado en ascenso de 1.515 metros y similar en descenso.
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