Macizo de Aitzgorri.
Bonita zona de descanso.
¿No sé por qué le llaman "borda"?
Parte del consejo de administración.
Camino del túnel de San Adrián.
Uno de los muchos túmulos del camino.
Vista de la antigua puerta del túnel de San Adrián.
Bonito bosque.
Inicio del camino medieval.
Indicador del Camino de Santiago. !Hay que reconocer que está por todas partes¡
Cima de Haritz Orbela.
Vista de la llanada alavesa.
Al fondo el Aratz.
Bonita roca.
Sendero entre piedras.
Cima del Allartz.
Foto de familia.
Vigilando el poste indicador.
En la cima de Allarte.
Otra más.
Bonito bosque.
Otra más de bosque.
No tuvimos problemas de cobertura con el móvil.
Embalse de Urdalur.
Un poco más de bosque.
Esta roca estaba en todas partes.
Llegando a Otzaurte.
A la vuelta en Otzaurte.
Todavía no estábamos los cuatro pero por lo menos recuperamos a un del equipo que estaba de vacaciones por las costas de Levante. Un poco harto de las lluvias y las inundaciones volvió con hambre de monte. Para hacer boca preparamos esta excursión que al final nos sorprendió a todos. Primero porque parecía que sería un poco más corta de lo que fue y lo segundo porque tampoco esperábamos que tuviese tanto desnivel en ascenso. Pero bueno, que le vamos a hacer. Ya estamos un poco acostumbrados a estos trotes.
La verdad es que nos dimos una buena "calcetinada", como dijo el poeta.
Quedamos a las 8 hora en los lugares de costumbre y nos pusimos en marcha hacia nuestro destino para iniciar la etapa, es decir, la venta de Otzaurte.
Llegamos sobre las 9 horas y aparcamos el coche en el sendero que va hacia el túnel de San Adrián. La intención de la etapa era ir hasta el túnel de San Adrián por la GR-121, después seguir por la calzada medieval hasta empalmar con la variante de la GR que es la GR-121.1 que pasando por la falta del Aratz llega hasta el embalse de Urdalur y vuelve a Otzaurte.
Ni cortos ni perezosos eso hicimos y nos pusimos en marcha. El tiempo era nublado, con viento sur pero bastante agradable para andar. En una hora, más o menos, llegamos al túnel y de allí seguimos por la calzada hasta llegar a la desviación que junto con las PR de Alava también indica la variante de la GR. Sin mayores dudas nos desviamos por la misma y seguimos paralelos a la cima del Aratz. Llegado un momento teníamos el Aratz al lado, a unos doscientos metros de desnivel, y estuvimos tentados en subirlo. En vista que teníamos bastantes kilómetros por delante desistimos del intento y continuamos con intención de subir el resto de cimas que nos pusiesen por delante, como el Haritz Orbela, el Allartz, etc.
Seguimos el camino por el cresterio y no dejábamos de ver puestos de cazadores para la pasa de paloma. Nunca había visto unos puestos tan bien colocados y tan lujosos, sólo les faltaba el montacargas para ser de lo más "fashion". Tenían escaleras con barandilla y demás. Ramas para camuflaje y al lado una caseta de madera para guardar el material imprescindible, es decir, las cazuelas con los guisos, el pan, el vino, etc., para que no se mojase en caso de lluvia.
Lo que está claro es que no se preocupan mucho por la ecología. Los puestos estaban sujetos a los árboles con sirgas metálicas clavadas en los mismos de cualquier manera. El suelo estaba lleno de desperdicios y sobre todo de vainas de cartuchos.
Lo que estaba claro es que no había puesto, por alejado que estuviese, que no tuviese la pista necesaria para llegar en un 4 x 4.
!Estos señores se llaman deportistas¡
Sí, es verdad, hacen levantamiento de vidrio y utilizan los cartuchos como pesas para hacer brazos.
No sé si estos puestos están construidos por ellos o por los ayuntamientos correspondientes, pero si el tema es debido a las instituciones públicas, hay que reconocer que han hecho un buen trabajo.
Esperemos que el dinero que saquen con la subasta de los puestos les sirva para algo distinto que para llenarse los bolsillos los políticos de turno.
Bueno, ya vale de criticar lo que no nos gusta.
Seguimos por unos senderos preciosos, en momentos entre bosques y en otros momentos entre pastos, pero de cualquier forma muy bonitos. Según seguíamos el camino no perdíamos detalle del camino por si encontrábamos alguna seta que otra.
La verdad es que tuvimos bastante suerte ya que llegamos a recoger bastante, entre otras cosas:
Onddo zuri, níscalo, galanperna, alguna que otra gibelurdiña, etc. Al final nos sirvió para hacernos algún revuelto que otro.
Lo cierto es que había gente por todas partes con cestas y con ganas de coger algo.
Seguimos nuestro camino y un poco antes de llegar al embalse nos paramos a comer ya que era bastante tarde y no tenía pinta que llegásemos a una hora prudencial.
Sacamos lo que teníamos en nuestras mochilas y entre un poco de tortilla de patatas y testa de singularis porcus, todo ello acompañado con un buen txakolí y un buen tinto se nos hizo el recorrido un poco más ameno.
El problema era que después de comer teníamos una buena bajada hasta el embalse. Al final lo conseguimos y llegamos hasta la presa. La atravesamos y seguimos con intención de llegar a Otzaurte ya que estábamos un poquito cansados.
De cualquier forma según subíamos desde el embalse hacia la loma que nos llevaría a nuestro destino no perdimos ocasión para recoger unos cuantos hongos más que añadir a nuestra colección.
Al final llegamos a nuestro destino y después de quitarnos las botas y un poco de sudor, nos dirigimos rápidamente a la venta a tomarnos una cerveza con limón para calmar la sed.
Una vez repuestos nos pusimos en marcha en dirección a casa.
La verdad es que era bastante tarde ya que habíamos llegado al coche sobre las 19,30 horas y a los pocos minutos comenzó a anochecer.
De cualquier forma la excursión fue preciosa, el tiempo magnífico y la recolecta de setas suficiente.
!Qué más se puede pedir¡
Comenzamos la excursión sobre las 9 horas y llegamos de vuelta a Otzaurte a las 19,30 horas aproximádamente.
La excursión tiene una longitud de 27,8 kms. a una media de 3,6 kms./hora por lo que el tiempo en movimiento ha sido de 7 horas y 30 minutos aproximádamente. Hemos estado detenidos durante 2 horas y 40 minutos.
El desnivel acumulado en ascenso ha sido de 1.432 metros y de 1.423 en descenso.
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