Es una zona con muchos descubrimientos megalíticos. Hay indicaciones de cromlechs, túmulos, etc., por todo el cordal.
Otro más.
Haciendo unas comprobaciones en la cima de Arriurdigain.
Buzón de Arriurdigain.
Aunque el tiempo estaba un poco brumoso, al fondo se aprecia el Txindoki. ¿O no?
Cima y estela en Mandoegi.
Efectos del flash en la cima de Mandoegi.
Goizueta a la vista.
Curiosa casa según bajábamos a Goizueta.
Un rincón curioso en el camino.
Bonito sendero por el que se divisa a un depredador sin piedad.
Llegada a Arano.
El día anterior y pensando que estaba solo para hoy me había montado mi película para darme una vuelta por mi querido Txindoki, ya que hace tiempo que no volvía y lo tenía un poco abandonado cuando Juanma me manda un correo para apuntarse a la excursión de hoy. Le contesto diciéndole cual era mi plan, pero que también podíamos hacer esta vuelta por Mandoegi. Me contesta que él prefiere lo de Mandoegi y que de paso podemos volver a comer a Arano, al Ostatu y así estamos un rato con Imanol Segues. Le contesto que de acuerdo, pero que por si acaso es mejor llevar algo de comida ya que la excursión puede ser un poco larga y podemos no llegar a una hora prudencial. Todos conformes quedamos en que le recojo a las 8 horas en el lugar de costumbre y nos ponemos en marcha dirección Arano. Hace mucho tiempo que no voy por la carretera de Goizueta y por el camino intento indicarle a Juanma en qué punto se encuentra un acceso a la cola de la presa de Añarbe, que desde la carretera sube un poco y después de atravesar un túnel llega a la cola. El tema es que no encuentro el acceso, ni por la mañana a la ida ni por la tarde a la vuelta. Parece que lo hubiesen quitado. Pero también puede ser que como han pasado bastantes años, he perdido las neuronas donde guardaba la información de acceso a la presa.
Bien, de cualquier forma llegamos a Arano y aparcamos en la parte alta del pueblo.
Por cierto, que está lleno de zonas de aparcamiento. !Qué lujo¡
Nos preparamos y a los pocos minutos nos ponemos en marcha. Serían sobre las 8,45 horas. Solo teníamos el track del recorrido y un mapa cutre. Así como el camino a Mandoegi desde Arano no presentaba muchas dificultades en cuanto al trazado, el camino de vuelta de Goizueta a Arano no lo conocíamos, por lo que era una incógnita. Nos encontramos con varios postes indicadores, que sorprendentemente indicaban la GR-121 (Vuelta a Gipuzkoa), e incluso una variante de la misma, la 121.2, por lo que parte del camino inicial, hasta tomar el cordal lo hicimos con marcas blancas y rojas. Después nos dimos cuenta que la etapa que pasa por Arano es la que sigue hacia Orexa, pero la que no teníamos controlada era la variante, que parece ser iba o pasaba por ese barrio de Arano que se llama Suro o algo así.
Bueno, seguimos nuestro camino y dejamos las marcas blanquirrojas al margen para coger el cordal que nos llevaría a Mandoegi. Esta zona del cordal es preciosa. Es una zona herbosa, suave, que nos permite ir viendo todos los montes de alrededor e incluso los mas lejanos. Aunque el día estaba con bastante bruma podíamos ver Donostia y Ulia, Aiako Harria, Txindoki y Aralar, Ernio, Larun, etc.
! Precioso ¡ !Una auténtica gozada¡
Ya por las zonas altas del cordal empezamos a tropezarnos un bastantes caballos pero sobre todo con bastantes vacas cornudas. !Y qué cuernos¡
Creo que les llaman "betizu", aunque no estoy muy seguro. Lo curioso del caso es que casi todas llevaban "txintxarri" y no paraban de vigilarnos. Hubo algún momento que otro que no tuvimos mas remedio que hacernos respetar y ponerlas en su sitio.
Esto lo hicimos a base de bastantes berridos y unos cuantos aspavientos. El problema era cuando les dábamos la espalda, ya que aunque todas tenían cencerro no estábamos muy seguros si no habría alguna que tuviese cencerro con silenciador. El caso es que no tuvimos necesidad de utilizar nuestras habilidades como bomberos-toreros. Continuamos por el cordal sin problemas y contemplando el paisaje que era precioso hasta que llegamos a Mandoegi. Por cierto, por el camino no hicimos mas que ver "galanpernas" preciosas, que las fuimos dejando porque no dejaba de ser un peñazo llevarlas todo el rato.
Al final Juanma no pudo resistirse y empezó a recogerlas. (Por eso la foto con la bolsa de plástico.) La verdad es que recogimos un montón y otro tanto que dejamos. Por el camino estuvimos comentando las diferentes formas de cocinarlas. La receta que más éxito tuvo es aquella que se hace con langosta a la plancha, es decir, fríes las "galanpernas" en una sartén con un poco de ajo, aceite y sal, después y en una plancha aparte pones las dos partes de la langosta previamente partida y sazonada. Cuando compruebes que está en su punto, la sacas a una bandeja y la sirves caliente y con una buena botella de txakolí.
!Oh, las "galanpernas"¡ !Sí¡
Cuando hayas terminado con la langosta, compruebas si las "galanpernas" están frías y en caso afirmativo las tiras a hacer puñetas porque para eso te has comido la langosta.
En caso de que todavía estén calientes, a lo mejor estás a tiempo de regalárselas al primer "pardillo" que pase por allí.
En fin, después de comer algo en la cima de Mandoegi, es decir, lo de siempre: Manzana, frutos secos, etc., esta vez tuvimos sorpresa. Juanma sacó un pequeño termo con café y además tenía azucarillos. Estaba calentito y muy bueno. !Digno de agradecer¡
A los pocos minutos nos pusimos en marcha con intención de bajar a Goizueta siguiendo el cordal, pero esta vez hacia abajo. Esta parte del cordal no era tan buena. Teníamos que pasar por alguna zona no tan cómoda, pero bueno, tampoco estaba mal. Seguimos bajando hasta que vimos el pueblo a lo lejos. Al llegar a un caserío tuvimos que saltar una "langa" de mala manera ya que no tenía forma de abrirse al estar totalmente atada con cuerdas y encima la gente del caserío nos estaba mirando porque estaban sentados en la puerta. Saltamos la "langa", haciendo un poco el ridículo, como es natural y al llegar a la puerta del caserío le preguntamos por el sendero viejo que baja al pueblo y nos enseñaron, pero curiosamente pasa por al lado de su caserío y por tanto lo tenían bastante oculto y con perros de los de tocar las "pelotas".
!Estos son los ecologistas cuidadores de caminos y senderos y los que preservan la naturaleza¡
!Tiene pelotas el tema¡ Si no llegan a estar en la puerta y no les podemos preguntar, hubiésemos tenido que bajar por la carretera dando una vuelta de más de un kilómetro.
!En fin, qué le vamos a hacer¡ Llegamos al pueblo y casualmente llegamos a una zona de una fuente y una gran mesa de cemento. En vista que ya era bastante tarde y no llegaríamos a Arano para poder comer en el Ostatu, nos sentamos allí a picar lo que habíamos traído. Una lata de sardinillas y un sobre de jamón. Tuvimos suerte porque a Juanma todavía le quedaba café en el termo. Tomamos café y también agua bendita. !Todo un detalle¡
Nos pusimos en marcha y cruzamos el pueblo con intención de llegar a Arano. Comenzamos subiendo por una pequeña carretera asfaltada que no sabemos muy bien hacia donde iba. Poco a poco íbamos cogiendo altura, ya que desde Mandoegi habíamos bajado mucho y teníamos que volver a subir. Por los senderos, caminos, atajos, vericuetos, etc. que fuimos, hubiese sido muy difícil conocer, incluso con un buen mapa, ya que no hay nada señalizado y muchas veces el sendero no era muy evidente. Intuíamos cual podía ser la dirección a tomar y que después de una loma podíamos ver el pueblo o la antena, pero no estaba nada claro. Gracias al GPS no tuvimos ningún problema y llegamos a Arano sin mayores problemas. Desde Goizueta se nos hizo muy largo el camino, ya que pensábamos que podíamos estar más cerca, pero nos costó al menos dos horas llegar a Arano. Una vez de vuelta en el pueblo, nos dirigimos al Ostatu y tomamos una cerveza con limón que entró de maravilla. Estuvimos charlando un rato con Imanol que nos dijo que cierra los lunes y los martes y que está a gusto y con bastante trabajo. Nos despedimos y volvimos al coche para coger el camino de vuelta a casa.
Como antes he indicado, estuve pendiente para ver cual era el camino que se mete en la cola del embalse de Añarbe y no lo conseguí. !En fin, otra vez será¡
El día fue muy bonito para andar y la excursión preciosa por un cordal digno de mención y totalmente lleno de yacimientos megalíticos.
La longitud total de la excursión fue de 21,8 kms.
Tiempo total en movimiento 6 horas 4 minutos a una media de 3,6 kms./hora.
El tiempo dedicado a paradas ha sido de 2 horas y 5 minutos.
El desnivel acumulado en ascenso ha sido de 1.130 metros y lo mismo en descenso.
Hemos comenzado a andar sobre las 8,45 horas y terminado sobre las 16,50 horas.
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