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Barrio Epele, punto de inicio.
El primer desvío.
Otro desvío.
Tomamos el camino de la sidrerías.
Oiarbide "erreka".
Otro desvío más.
Sarasola sagardotegia.
Ahora hacia la derecha.
Casa rural Artola.
Unos amigos en el camino.
Kaskarre "landetxea".
Nuevo desvío a la izquierda.
Ahora a la derecha.
Las antenas de Agiñeta.
Cima de Agiñeta.
Esta puerta nos impedía llegar al vértice geodésico. No sabemos el motivo, ya que las instalaciones de las antenas están perfectamente protegidas.
Ermita y cima de Santiagomendi.
Aprovechamos el sol y estas mesas para comer algo de fruta, galletas, etc.
Postes indicadores.
Cima de Imiaga.
Nos desviamos nuevamente.
Vista sobre Mugaritz "jatetxea".
Zista Langagorri.
Nos adentramos en lo que puede considerarse como parque y gran zona de recreo que posiblemente pertenezca o perteneciese al antiguo Señorío de Murgia.
Los muros nos impiden ver la gran casa que se encuentra en la parte alta del parque.
Todavía se aprecian un buen asfalto con bordillos en buen estado.
Asientos al borde del camino.
Un puente muy bien trabajado.
Una rotonda.
Otra rotonda con una fuente ornamental.
Un bonito estanque, en la actualidad abandonado.
Zona de descanso sobre el estanque.
Otro bonito mirador sobre el estanque con barandilla ornamental.
Postes indicadores.
Llegamos a la ribera de la "erreka" Epele.
Bonito edificio posiblemente de un antiguo transformador eléctrico y que en la actualidad sirve de pequeño refugio y con el nombre de Etxetxuita.
Zepadiko "putzuak".
Cerca del punto de inicio.
Para hoy hemos intentado dar una vuelta por una zona cercana a las poblaciones de Hernani, Ergobia y Astigarraga, con intención de conocer los restos que quedan de los terrenos y parques palaciegos, así como las zonas boscosas correspondientes a lo que antiguamente pudo considerarse parte del Señorío de Murguia.
Hemos comenzado a andar en el barrio de Epele que se encuentra cerca del km. 4 de la carretera GI-3410 que va de Hernani a Goizueta.
Hemos aparcado el vehículo en un pequeño aparcamiento al lado de Irubide "jatetxea" y desde aquí hemos iniciado el recorrido hacia el interior del barrio y poco después en dirección norte hasta llegar al camino de las sidrerías y seguir por el mismo, pasando al lado de varias de ellas.
Continuamos avanzando ahora en dirección Este y con el objetivo de llegar hasta unas antenas que están situadas en la cima de Agiñeta, no sin antes haber tenido que saltar una puerta, cerrada con cuerdas y con candado, que nos impedía el paso hasta el vértice geodésico.
Volvemos nuevamente a la maldita puerta y seguimos adelante para llegar a la cima de Santiagomendi, con su bonita ermita y su zona de pic-nic.
Aprovechamos la hora y las mesas para detenernos unos minutos y comer algo de fruta, galletas, etc.
Aprovechamos la hora y las mesas para detenernos unos minutos y comer algo de fruta, galletas, etc.
Pocos minutos después continuamos adelante siguiendo dirección Este y pasamos al lado de unos postes indicadores.
Un poco después nos desviamos a la izquierda con intención de subir a la loma conocida con el nombre de Imiaga.
Desde aquí comenzamos a descender hasta la pista que se encuentra a nuestra derecha y a unos 50 metros más abajo, que posteriormente nos conducirá hasta la zona de Mugaritz "jatetxea" y al "baserri" Otzazulueta.
Continuamos adelante ahora en dirección Sur para pasar al lado de los restos megalíticos de Langagorri y poco después adentrarnos en lo que pueda ser lo que queda de uno de los parque palaciegos pertenecientes al antiguo Señorío de Murgia.
Señorío de Murguía.
El primer Señor de Murguía de quien se tiene noticia es don Diego López
de Salcedo, hijo natural, al decir de autorizados genealogistas, del
Señor de Vizcaya don Diego López de Haro, y Merino Mayor de Alava
y Guipúzcoa en los años que corren de 1261 a 1294. En el año 1382, fecha
del contrato con los vecinos de Astigarraga de que luego se hablará, era
Señora de Murguía su nieta doña Navarra Martínez de Oñaz, a la que,
habiendo muerto sin dejar descendencia directa, sucedió en el señorío de
la casa y en el dominio de sus ferrerías, molinos y montes, don Pedro
Martínez de Emparan, su sobrino y más cercano pariente. El linaje de
Murguía figuraba en el bando oñacino.
Los Señores de Murguía ejercían derechos de patronato sobre la iglesia
parroquial de Santa María de la Asunción o de Murguia. No se sabe cuándo fue fundada esta iglesia,
pero se supone que su antigüedad remonta al s. XIII.
Los Señores de Murguía cobraban también, desde cierto tiempo no bien
determinado, derechos de peaje en el vado de Ergobia.
Los derechos de
peaje, pontaje y pasaje gravaban el paso de ganados y mercaderías por
algunos lugares al caso determinados, y los solían cobrar ciertos
municipios o señores, debidamente autorizados por una real disposición,
que se comprometían en cambio a atender con estos ingresos a la buena
conservación de los puentes y las carreteras.
Entre sus antiguas posesiones se encuentra el palacio de Murguia con su jardín, que está anejo a la iglesia de Santa María de la Asunción, una antigua casa torre del linaje de los Murguia y que en la actualidad se utiliza para la celebración de acontecimientos festivos como bodas, etc.
Las relaciones entre los habitantes de Astigarraga y los señores de Murguia han sido sumamente importantes a la hora de formar la identidad del municipio. En la Edad Media la familia Murguia se comprometió a defender a los habitantes del pueblo a cambio de diversos servicios y bienes.
Poco a poco fueron perdiendo poder que poseyeron durante un siglo, tras su derrota en las Guerras de Bandos de finales del siglo XV. Finalmente, en 1660 Astigarraga consiguió convertirse en municipio. Aún así, hasta relativamente poco tiempo los marqueses han mantenido su fuerza gracias a las posesiones que tenían en el municipio, ya que seguían siendo propietarios de multitud de terrenos y huertas en la zona.Vamos recorriendo una especie de carretera con restos de bordillos en donde nos encontramos con un bosque magnífico, rotondas con florones, fuentes decorativas, estanques y miradores sobre los mismos, etc., etc.
Salimos de este parque y tomamos dirección Oeste pasando al lado de otros postes indicadores y poco a poco nos aproximamos a Epele "erreka" que siguiendo su cauce nos lleva al punto de inicio.
Ha sido un recorrido distinto y original y nos ha sorprendido los restos de lo que, sin lugar a dudas, fue un parque de recreo sensacional en la que en su parte superior se encuentra una gran mansión, que la protección de unas enormes paredes nos han permitido contemplar.
Una vez en el aparcamiento de inicio y ya que teníamos al lado un magnífico "jatetxe" nos hemos dirigido al mismo y después de solicitar una mesa para comer en el exterior y mientras nos adecentábamos un poco, también hemos tenido tiempo de degustar un rico "aperitive".
Una vez en el aparcamiento de inicio y ya que teníamos al lado un magnífico "jatetxe" nos hemos dirigido al mismo y después de solicitar una mesa para comer en el exterior y mientras nos adecentábamos un poco, también hemos tenido tiempo de degustar un rico "aperitive".
Todos un poco más limpios y con menos barro, nos sentamos a la mesa y comenzamos a degustar lo siguiente:
Como primeros:
-Pastel de puerros, champis y jamón.
El recorrido no tiene ninguna dificultad técnica y en su mayor parte discurre por pistas.
El problema puede estar en que al no existir muchas indicaciones y sí muchas desviaciones, se hace preciso utilizar GPS con un buen "track".
Hemos comenzado a andar sobre las 8 horas y 12 minutos y acabado en el mismo sitio sobre las 13 horas y 38 minutos.
El tiempo efectivo empleado en el recorrido ha sido de unas 4 horas y 21 minutos a una media de 3,4 kms./hora.
El tiempo dedicado a fotos, descansos, "hamaiketako", etc., ha sido de 1 hora y 4 minutos.
-Ensalada de queso y jamón.
A continuación:
-Secreto ibérico
-Sucedáneo de besugo a la plancha.
-Cachopo con sus patatas fritas.
-Cabraroca a la plancha, también con patatas fritas.
Para postre hemos pedido:
-Yogourt casero con frutos del bosque.
-Brownie de chocolate.
-Tarta al Whisky.
Todo lo anterior perfectamente regado con un tinto joven con denominación de origen Navarra y procedente de unas afamadas bodegas de la zona de San Martin de Unx.
No ha sido muy necesario utilizar "gure gaxeosie".
Mientras disfrutábamos de una agradable sobremesa hemos tomado los consabidos cafés bendecidos con unas las correspondientes gotas.
Minutos después nos hemos puesto en marcha para volver a nuestros respectivos domicilios.
El problema puede estar en que al no existir muchas indicaciones y sí muchas desviaciones, se hace preciso utilizar GPS con un buen "track".
Hemos comenzado a andar sobre las 8 horas y 12 minutos y acabado en el mismo sitio sobre las 13 horas y 38 minutos.
El tiempo efectivo empleado en el recorrido ha sido de unas 4 horas y 21 minutos a una media de 3,4 kms./hora.
El tiempo dedicado a fotos, descansos, "hamaiketako", etc., ha sido de 1 hora y 4 minutos.
El desnivel total acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 500 metros.
La longitud total del recorrido ha sido de unos 14,7 kms.
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