Inicio excursión. No estábamos muy convencidos del tiempo.
Entre bosques todavía el tiempo era peor.
Parece que ha dejado de llover, por el momento.
Seguimos entre un gran hayedo y además ya no llueve.
Parece que despeja poco a poco.
Incluso vemos el sol.
Sierra de Aitzgorri al fondo.
Bonita "tonttorra".
Uno haciendo equilibrios.
Se le ve contento.
Uno de los numerosos mugarris.
Comenzamos a crestear.
Bonito árbol. Gorostia = Acebo.
Seguimos cresteando. El paisaje muy bonito. Al fondo podemos apreciar Udalatx a la derecha y Anboto a la izquierda.
Uno que se ha dedicado a la recolección de productos del campo.
Bonita cresta.
Un poco de subida hasta la siguiente loma.
Otro mugarri.
Foto de familia en una de las cimas.
Comenzamos a ver los aerogeneradores.
Buzón destrozado de una cima sin nombre.
El famoso mugarri de San Millán.
Otro buzón de otra cima. Esta vez creo que es Zurkutz.
Esta otra creo que es Zurkur.
Pedazo bicho ¿Eh?.
¡Vaya si es grande!
Pues sí que es grande, sí.
Esta vez es la cima Larrangoiti.
Intento de comparación.
En esta podemos comparar mejor.
Inicio de la bajada entre bosque.
Beber un poco de agua y aligerarnos de ropa.
Un poco de subida antes de llegar al coche.
Una vez en el aparcamiento y después del ligero almuerzo un poco de agua bendita.
Entre todos decidimos hacer esta excursión, que quedó pendiente de la anterior vez. Ya sabíamos que el pronóstico del tiempo no era nada bueno pero, ni cortos ni perezosos quedamos citados a las 7,30 horas en los lugares habituales para intentar llegar a Arantzazu lo antes posible.
Seguimos cresteando. El paisaje muy bonito. Al fondo podemos apreciar Udalatx a la derecha y Anboto a la izquierda.
Uno que se ha dedicado a la recolección de productos del campo.
Bonita cresta.
Un poco de subida hasta la siguiente loma.
Otro mugarri.
Foto de familia en una de las cimas.
Comenzamos a ver los aerogeneradores.
Buzón destrozado de una cima sin nombre.
El famoso mugarri de San Millán.
Otro buzón de otra cima. Esta vez creo que es Zurkutz.
Esta otra creo que es Zurkur.
Pedazo bicho ¿Eh?.
¡Vaya si es grande!
Pues sí que es grande, sí.
Esta vez es la cima Larrangoiti.
Intento de comparación.
En esta podemos comparar mejor.
Inicio de la bajada entre bosque.
Beber un poco de agua y aligerarnos de ropa.
Un poco de subida antes de llegar al coche.
Una vez en el aparcamiento y después del ligero almuerzo un poco de agua bendita.
Entre todos decidimos hacer esta excursión, que quedó pendiente de la anterior vez. Ya sabíamos que el pronóstico del tiempo no era nada bueno pero, ni cortos ni perezosos quedamos citados a las 7,30 horas en los lugares habituales para intentar llegar a Arantzazu lo antes posible.Por el camino nos cayó de todo. Lluvia suave, fuerte, casi granizo y además no se veía nada.
En fin, el tiempo no nos animaba nada. Llegamos a Arantzazu y seguía lloviendo de buena gana. Empezábamos a oír algunas voces en el sentido de que podríamos empezar a almorzar directamente, pero dentro del coche, otros un poco más positivos decían que podríamos intentar ir hacia la zona de Urbía y almorzar en la benta, etc. etc.
Al final nos equipamos y fuimos hasta Sindika con objeto de tomar un café y además una decisión. Seguía lloviendo de buena manera. Tomamos un café, salimos nuevamente a la calle y continuaba lloviendo. Seguíamos con lo mismo, no lo veíamos claro. En esto Joxean tomó las riendas y nos animó a seguir el camino y que si estaba mal ya nos desviaríamos hacia Urbía para almorzar. Al final le hicimos caso y comenzamos a subir. La subida era muy tendida y bonita. Entre bosque de hayas pero con bastante lluvia.
A los pocos minutos paró de llover y poco a poco comenzó a despejar. Encima tuvimos la suerte de poder ver el sol, primero a lo lejos y al tiempo incluso sobre nosotros. De cualquier forma las nubes amenazantes estaban próximas. Pudimos continuar la travesía sin mojarnos. Todo el tiempo entre bosques de hayas y robles, de vez en cuando recogíamos algún perretxiko y otras veces nos caíamos o nos metíamos en el barro. De cualquier forma los bosques estaban preciosos. Comenzamos a dar la vuelta y llegar a lo alto de la sierra para comenzar a crestear. Era un paisaje precioso, según volvíamos teníamos Aitzgorri y Aloña a nuestra derecha, a la izquierda toda la llanada alavesa en la que se apreciaban nítidamente los embalses de Ulibarri y Ganboa. Según continuábamos por el cresterío veíamos al frente los macizos de Udaltax y de Anboto. Todo era precioso y encima el tiempo nos respetaba. Estaba claro que se había cansado de nosotros y nos dejaba por imposible. Llegamos a la zona de los grandes aerogeneradores y nos llamaba la atención las proporciones que tienen.
¡Son impresionantes!
No sé si supone mucho impacto medio ambiental, pero lo que está claro es que es una forma de energía limpia, sostenible y no contaminante.
¿Estropea el paisaje? Es posible, pero también estropea el paisaje todas las torres para la caza de palomas y no hay nadie que levante la voz y además tiene un añadido de contaminación acústica y ambiental, que ya te digo.......
En fin, en la zona del cresterío coincidíamos con parte de la GR-121 (Vuelta a Gipuzkoa) hasta que en un momento determinado tuvimos que comenzar a bajar hacia la derecha para poder llegar nuevamente a Arantzazu.
La bajada hasta la vaguada era también entre bosque, esta vez bastante más cerrado que los anteriores y con bastante más barro.
Poco a poco conseguimos bajar, cruzar las diferentes errekas de la vaguada y comenzar a subir nuevamente hasta la zona donde habíamos dejado el coche. A última hora la subida no apetecía mucho, pero no teníamos más remedio. Aprovechando unos senderos de alguna PR de la zona llegamos hasta el parking donde teníamos el coche.
En vista de la hora nos dispusimos a comer algo al lado del coche y de una fuente. Comenzamos a sacar las correspondientes viandas y nos encontramos con que casi todos habíamos traído saldos, es decir, productos de muestra o caducados.
De cualquier forma dimos buena cuenta de todos ellos. El menú fue el siguiente:
-Sardinas pilchardus en emulsión de aceites varios.
-Colección de bivalvos en salsa pekinesa.
-Testa de singularis porcus aderezada con motitas de pimienta negra.
-Colección de fiambres asados de ibéricos especiales, preparados para la ocasión.
- Tortillas con finezza de patata nueva de Salvatierra, trocitos de embutido serrano de Nieva y huevos de gallina negra de Hernialde.
-Todo lo anterior regado en primer lugar con un mosto de manzana fermentado a la antigua usanza y cosechado el año anterior.
-Para culminar el suculento menú nos permitimos el lujo de abrir un vino jóven, afrutado, en nariz recordaba aromas etéreos de tierra y fruta y en boca contemplaba un conjunto de sensaciones que hacía que nos trasladásemos a los soportales de enfrente ya que comenzaba a llover de nuevo.
Para terminar un poquito de café acompañado con otro poco de agua bendita.
Sin más, nos metimos en el coche y volvimos cada uno a su nido.
Hemos comenzado el recorrido sobre las 9,15 horas y hemos vuelto al coche sobre las 15,30 horas, aproximádamente.
De todo este tiempo hemos estado en movimiento 4 horas y 22 minutos a una media de 3,4 kms./hora.
El tiempo que hemos estado detenidos ha sido de 1 hora y 48 minutos.
La longitud total del recorrido ha sido de 14,7 kms. y el desnivel en ascenso de 933 metros y de 962 metros en descenso.
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