



!Qué bien¡
El chico que no lo tenía claro, nada más llegar a Cotatuero, gritó algo así como:
!Gora Orio¡ !Cagüend........¡
Se liberó de la adrenalina acumulada. Después de comer un poco de lo que llevábamos, nos pusimos nuevamente en marcha. Esta zona de Cotatuero es muy desagradable de andar, tiene muchas zonas de grietas que tienes que evitar en todo momento, por lo que no hay camino definido. Teníamos que llegar a los Llanos de Millaris para luego pasar por Collado del Descargador, pero no sé muy bien que hice, el caso es que casi subimos hasta la cima del Descargador por su parte Sur.
!Me lucí¡
Al final volvimos al fondo de los llanos para poder retomar el sendero de una forma más correcta. Pasamos el Collado del Descargador y llegamos al Cuello de Milaris, sin mayores problemas. Ya habíamos perdido más de una hora dando vueltas para encontrar un sendero que por la parte superior del Descargador nos llevase al collado.
!No lo encontramos¡
!Normal¡
Desde el Cuello de Millaris no sé muy bien por dónde me metí, el caso es que nos desviamos bastante a la derecha, dando una vuelta que nos podíamos haber evitado tranquilamente. Yo calculo que ahí perderíamos otra hora, más o menos. El caso es que al final ya comenzamos a ver el refugio de Goriz. El problema que teníamos era que no teníamos reserva en el refugio. Estuvimos intentando llamar el día anterior y el mismo día, pero estaba comunicando. O lo tenían descolgado porque había mucha gente, o tenían montado una central telefónica que no paraba de comunicar. El caso es que los amigos de Donosti que sí tenían reserva, se habían adelantado e intentarían cogernos sitio, indicando que su reserva era para cinco en lugar de para tres. No teníamos claro que la cosa "colase". La alternativa era dormir en la entrada del refugio o en el comedor del mismo. Ninguna de las dos cosas era muy apetecible. Entre una cosa y otra llegamos sobre las ocho de la tarde. Los amigos estaban cenando y nos dijeron que lo habían conseguido.
!Bien, coño bien¡
Teníamos "catre" para dormir.
Estuvieron a punto de cancelarnos la reserva porque no llegábamos.
!No me extraña¡
El refugio de Goriz, aunque sin grandes cambios, está un poco mejorado de la última vez que estuve. Los lavabos, servicios y duchas están fuera, pero están bastante bien. Cuando llegamos ya no teníamos mucho tiempo para ducharnos y además tampoco quedaba agua caliente, por lo que nos lavamos un poco y nos pusimos a cenar. Como es natural nos pusieron en el segundo turno. Nos sentaron con otros tres chicos que dijeron eran, no sé si eslovenos o eslovacos. El caso es que nos sacaron primero una buena sopa, después una ensalada y para terminar una especie de lomo de cerdo con algo de salsa y arroz. Postre y café. Los eslovenos o eslovacos, después de comer la sopa dijeron que no querían más, que ellos solo querían sopa. Uno hablaba inglés y al final tuvieron una pequeña bronca con el guarda.
!No me extraña¡
El caso es que nos vino de perlas. Al final nos comimos la ensalada de los eslovenos y también el lomo.
!Nos pusimos las botas¡.
Todo ello bien regado con un buen vino tinto. Una vuelta alrededor del refugio, unas fotos y un poco antes de anochecer nos fuimos al "catre".
!Ah¡ !Se me olvidaba¡
Nos encontramos en el refugio con Juanjo y Angel, de Oviedo. Aquel par de "mayorcitos" (!de nuestra quinta, je, je¡), que nos encontramos Juanma y yo haciendo Carros de Foc en Junio de 2.007. Estuvimos charlando un rato y nos dijeron que el día siguiente harían Marboré. Ya habían estado en el Perdido y después tampoco sabían muy bien que hacer. Nos despedimos, al día siguiente nos vimos desayunando y cada uno por su lado.
!Un saludo cariñoso para los amigos asturianos¡
Comenzamos a andar en Sarradets sobre las 9 horas y acabamos en el refugio de Góriz sobre las 20 horas. La longitud de la etapa fue de 20,2 kilómetros. El desnivel acumulado en ascenso de unos 848 metros y el de descenso de 1.221 metros. El día fue magnífico, el cielo despejado y las vistas sensacionales.
La Faja de las Flores es para recomendar.
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