Una vez más y huyendo del mal tiempo de la costa hemos llegado a esta
zona de la Sierra de Arrato, guiándonos por los pronósticos de mejora del
tiempo con respecto a nuestra zona.
Al final no hemos acertado, ya
que desde que hemos comenzado a andar no ha parado de llover hasta las
13 horas, aproximádamente. Como consecuencia de todo esto, y aunque
solemos ir bastante bien equipados, hemos acabado totalmente mojados,
incluso con auténtica necesidad de cambiarnos de ropa y de gayumbos.
Nuestra pregunta con respecto al pronóstico del tiempo suele ser:
"Cómo
es posible que en un circuito de F1 sean capaces de pronosticar que en
un intervalo de 10 minutos va a llover con una intensidad de unos 5 l.
por m2 y en una zona como la Sierra de Arrato se puedan confundir tanto
como para decir que como mucho puede lloviznar entre las 9 y las 10
horas y el resto del tiempo será seco, aunque nuboso."
Nos interesa mucho conocer al meteorólogo de las carreras de F1 para que nos aconseje.
¿Será algún pastor de Aitzkorri?
¿El franciscano de las témporas de Arantzazu?
Agradeceríamos cualquier información al respecto.
Cubramos un tupido velo sobre los temas del tiempo y vayamos a lo que nos ocupa.
Una vez en el pueblo de Letona aparcamos el vehículo al lado de la iglesia de San Andrés y nos preparamos para comenzar nuestro recorrido.
Esta
zona es bastante novedosa en casi todo su recorrido, por lo que nos
apetecía recorrerla y disfrutar de su entorno y de sus vistas.
El
entorno bien, las vistas.........,ya volveremos en otra ocasión.
Parece ser que se trata de una zona digna de mención ya que está jalonada con postes indicadores, en su mayor parte.
Comenzamos
a andar hacia la parte alta del pueblo y en dirección al primer punto
de atracción histórica, las ruinas del castillo de Zaitegi y la ermita
de San Bitor.
Llegamos a la parte alta y apenas quedan unas pequeñas ruinas referentes al Castillo de Zaitegi, que están al lado de la ermita de San Bitor.
Castillo de Zaitegi.
La primera referencia a la fortaleza aparece en el siglo IX se cita en
un documento la “via Zatica” que según M. Portilla sería un camino, que
partiendo de Zaitegi, atravesaría Zigoitia hacia la “vía de Olleros”.
El emplazamiento sin duda tenía un alto valor
estratégico ya que controlaba la encrucijada del citado camino con otros que se
dirigían hacia Bizkaia por Zuia, y hacia las laderas del monte Gorbea. Fuentes
tradicionales consideran a Zaitegi como uno de los castillos más antiguos de
Araba.
Con la
conquista castellana Zaitegi deja de tener la función para la que se construyó
y comienza un tiempo de declive que acaba con su total abandono en el siglo XV,
lo cual conlleva el deterioro y la ruina de la edificación. Aprovechando las
paredes que siguen en pie, los vecinos de Letona y Zaitegi construyen la ermita
de San Bitor en el siglo XVI.
Ermita de San Bitor
Sobre las
ruinas del castillo medieval se construye esta ermita hace unos 500 años. Desde
entonces en Zigoitia llamamos San Bitor a esta cumbre que se encuentra en el
extremo nororiental de la sierra, dominando los pueblos de Zaitegi y Letona y
visible no solo desde los pueblos cercanos, sino también desde cualquier punto
de la Llanada Alavesa.
El día del
santo, el 26 de agosto, se celebraba la fiesta subiendo en romería a la ermita
desde los dos pueblos que la compartían. También acudían los vecinos en
rogativa en tiempo de sequía.
La fiesta dejó de celebrarse hacia 1970, cuando
un incendio que arrasó la ladera del monte, arruinó la ermita.
Actualmente los
vecinos de Letona han comenzado por volver a celebrar la romería cada año y las
Juntas Administrativas de Letona y Zaitegi, propietarias de la ermita, han
llevado a cabo las obras de recuperación del tejado el otoño de 2019.
Una vez visitado la ermita y demás continuamos adelante en dirección a la cueva de los 40 caballeros.
La
cueva toma ese nombre ya que según la tradición se refugiaron 40
caballeros de los Mendoza tras la derrota en la batalla de Arrato en
1.200.
Koba de Unda o de Los Cuarenta Caballeros.
Muerto el
jefe oñacino, los suyos emprendieron la huida, y los vencedores la persecución.
En la desbandada un grupo de perdedores se refugió en una cueva existente en
las inmediaciones del campo de batalla. De aquí viene el nombre de la cueva,
referido a que cuarenta caballeros con sus caballos encontraron cobijo en ella,
y se libraron de ser capturados por sus perseguidores.
El recuerdo
de esta batalla se ha mantenido en la memoria de nuestros ancestros hasta
nuestros días. No hace muchos años que Zacarías Ayala, vecino de Letona, le
contaba esta historia a Isidro S. de Urturi.
En los
montes de Arrato existen otras cuevas, como en La Llana o en Eskorripea, pero
son de menores dimensiones. La localización de la Goba no es fácil ya que no es
visible su entrada; se encuentra en el borde del precipicio que limita la larra
de Urisolo.
Una vez visitada la cueva y comprobadas sus dimensiones nos queda la duda sobre un problema de volumen y capacidad.
En nuestro modesto entender........
¿Cómo "puñetas" pueden meterse 40 caballeros con sus caballos, escudos, armaduras, espadas, etc., etc. en esa cavidad?
Salvo que lo de los 40 fuese una forma de hablar de la época.
Volvemos hacia la parta alta y
pasamos por la cima de Azkorrieta, que no tiene ningún signo
identificativo.
Continuamos adelante y unos 30 minutos más tarde
enlazamos con una pista y tomamos dirección Sur hacia la cima de La
Llana, que tampoco tiene identificación alguna, salvo algunos restos de
piedra blanca de algún mojón.
Seguimos avanzando por camino bastante definido y llegamos a la cima de Arrato, con vértice geodésico y buzón montañero.
Desde
aquí giramos 180º y comenzamos a descender hasta llegar a lo que se
conoce como Camino de Artazu y desde aquí ascendemos hasta la cima de
Armikelo, con su pequeño buzón y un hermoso mojón.
Esta cima resultaba conocida, ya que la habíamos subido en otra excursión que hicimos en Enero de 2.020 desde Oto Goien.
Continuamos ahora
en dirección Sureste y después de unos cuantos desvíos a izquierda y a
derecha iniciamos la subida a la cima de Amaritu, última ascensión del
día.
Amaritu cuenta con gran buzón y vértice geodésico.
Desde
aquí comenzamos a descender hasta que unos 10 minutos después tomamos un
desvío a la izquierda por zona muy cerrada y sin sendero apreciable,
con intención de atajar algo de camino y evitar seguir por la misma
pista, ya que nos conduciría a Apodaka.
No es un camino muy
aconsejable pero es necesario para poder llegar a enlazar con la GR-25
"Ruta de la llanada a pie de monte", que nos lleva hasta el arroyo
Sakana y siguiendo la misma GR nos acercamos al punto de inicio, aunque un poco antes nos desviamos para visitar la zona
del antiguo lavadero, antes de llegar al punto de inicio.
Lavadero o Fuente de Letona
Es un
auténtico complejo hídrico compuesto por varias fuentes a distintas alturas, un
lavadero restaurado en 2005 y 2018 y unos sobraderos que conducían el agua
hasta las huertas que había junto al cauce.
La fuente dejó de ser el lugar de
abastecimiento del pueblo en 1968, cuando llegó el agua a las casas del pueblo.
Una vez al lado de la iglesia y junto al vehículo intentamos secarnos un poco y quitarnos las botas, además de ponernos ropa seca (aquellos que la han traído), mientras debatimos a qué lugar iremos a comer.
Al final y un poco más secos, nos ponemos en marcha e iniciamos el camino para llegar al punto que hemos elegido para poder comer.
Una vez en el sitio vemos que hay bastante gente en espera (es el tema del 35% de aforo en interiores) y mientras esperamos a que nos llamen aprovechamos para tomar un ligero "aperitive".
Unos diez minutos después nos sentamos a la mesa y comenzamos a degustar aquello que hemos pedido.
-Como primeros tenemos ensaladas mixtas, ensalada de tomate con bonito y ensalada de tomate con queso fresco.
Todo muy bien presentado, abundante y rico.
-Como segundos pedimos, la mayoría churrasco con patatas fritas (un poco más pasado hubiese estado mejor) y el cuarto bonito con tomate.
Bastante bien y abundante.
Unos postres variados tipo tarta de queso, helados, etc., etc.
Lo anterior perfectamente regado con un tinto joven con denominación de origen Navarra y procedente de la zona de Murchante, que estaba bastante bien, por lo que no hubo mucha necesidad de utilizar "gure gaxeosie".
Los correspondientes cafés, un poco de sobremesa y nos ponemos en marcha para volver a nuestros respectivos domicilios, con la sensación de haber pasado un bonito día, aunque bastante húmedo, pero eso sí, hemos disfrutado totalmente de la compañía.
El
recorrido no tiene ninguna dificultad técnica, con suelo mojado como en
nuestro caso, requiere un poco más de cuidado, pero únicamente para
evitar algún resbalón que otro.
El resto no hay problema alguno.
La
mayor parte del camino está jalonado con postes indicadores pero hay
muchas zonas en las que no hay nada y existen bastantes cruces de
caminos en el recorrido, por lo que nuestra recomendación es utilizar
GPS con un buen "track".
Hemos comenzado a andar al lado de la
iglesia de Letona sobre las 8 horas y 25 minutos y acabado en el mismo
sitio sobre las 13 horas y 35 minutos.
El tiempo efectivo empleado en el recorrido ha sido de unas 4 horas y 7 minutos a una media de 3,2 kms./hora.
El tiempo dedicado a fotos, agua, "hamaiketako", etc., ha sido de 1 hora y 2 minutos.
El desnivel total acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de 559 metros.
La longitud total del recorrido ha sido de unos 12,7 kms.
Para
llegar a Letona hemos utilizado la N-I y posteriormente la A-1 hasta
cerca de Vitoria-Gasteiz y después enlazar con la N-622 dirección Murgia
y a la altura del km. 13 tomamos la A-4411 que nos lleva a Letona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario