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Saliendo de la estación de Andoain.
Hacia los pabellones.
Primer desvío a la izquierda.
Andoain.
Desvío a la derecha justo debajo de esta torre eléctrica.
Desvío a la derecha por pista cementada.
La infraestructura del TAV.
Otro desvío a la izquierda.
Nos metemos en la cantera.
Salimos de la cantera por esta pista.
Antiguas instalaciones, en la actualidad en estado ruinoso.
Cerca de la ermita de Azkorte.
Ermita de Santa Cruz de Azkorte.
Donostia desde la ermita.
Por aquí subiremos.
Subiendo desde Azkorte.
Paso de alambrada.
Mojón.
Postes indicadores.
Subiendo.
Curioso.
Adarra.
Aiako harria.
Vértice geodésico de Buruntza.
Zona de Lasarte y Zubieta.
Cruz y buzón de Buruntza.
Hernio.
Andoain.
Otro salto.
"Aterpe" de la ermita de San Roke.
Ermita de San Roke.
Según bajamos vemos la cruz de Buruntza.
Otra puerta.
Puente sobre la A-15.
Restos arqueológicos de la antigua iglesia parroquial de Andoain.
San Martin de Buruntza.
Actual iglesia parroquial de Andoain.
Para el día de hoy ya pensábamos podría amanecer con buen tiempo, por
lo que hemos decidido dar una vuelta corta y en zona cercana, pero con intención de disfrutar del buen tiempo que ya iba siendo hora.
A pesar de todo, todavía el monte está muy encharcado y con muchas zonas de barro.
Aún
así, hemos disfrutado de las vistas y del sol.
La idea era dar
una bonita vuelta por la zona del Buruntza, pasando por las dos ermitas
de sus extremos, la de Azkorte y la de San Roke.
Hemos comenzado a
andar desde la estación del tren de Andoain (no confundir con la de
Andoain-Centro) y desde aquí y a través de una zona de pabellones
industriales comenzar a subir por Zalbide hasta llegar a unos
grandes postes de transporte de energía eléctrica, en donde giramos
hacia la derecha para seguir dirección a la Cantera de Easo.
No tenemos
más remedio que meternos en plena cantera para llegar a una pista en la
que hay un letrero que indica la dirección a la ermita de Azkorte.
Seguimos
subiendo sin pérdida hasta llegar a la ermita.
Aprovechamos el sol y
los bancos que hay alrededor para parar unos minutos y
comer algo de fruta, galletas, etc.
Ermita de Santa Cruz de Azkorte.
En el año 1837 las tropas del general O’Donell, en su intento de conquistar Andoain, arrasaron muchas de las casas y caseríos de Urnieta.
Entre estas casas, también quemaron la ermita de la Santa Cruz, sobre todo por su situación estratégica.
Por efecto del fuego solo quedaron en pie las paredes de la ermita, pero se pudo salvar la imagen de la Santa Cruz y resguardarla en el caserío Adamuno de Urnieta en un principio y en el caserío Auntzaenea de Andoain.
Una vez reconstruida la ermita de Santa Leocadia la imagen se trasladó allí.
Los vecinos del barrio
Ergoien intentaron una y otra vez reconstruir la ermita de Azkorte,
pero no lo consiguieron hasta el año 1911, con la ayuda del ayuntamiento,
con Laureano Belauntzaran como alcalde, y el obispado de
Vitoria-Gasteiz, pero sobre todo de la inestimable ayuda económica de
algunos vecinos.
Por fin, el 17 de abril de 1912 se pudo trasladar la imagen de la Santa Cruz desde la ermita de Santa Leocadia hasta la de Azkorte.
Por fin, el 17 de abril de 1912 se pudo trasladar la imagen de la Santa Cruz desde la ermita de Santa Leocadia hasta la de Azkorte.
En 1970 a causa de un derrumbamiento provocado por las obras de la
cantera se cayó parte de la ermita y no hubo más remedio que derruirla.
En 1972 se
construyó la ermita como la conocemos hoy en día, 100 metros más abajo
de donde estaba, en las campas de Burundain.
Pocos minutos después nos
ponemos en marcha por fuerte pendiente que nace desde la parte posterior
de la ermita y que corresponde al contrafuerte oeste de Buruntza.
Pasamos una alambrada, un mojón antiguo y unos postes indicadores antes de llegar al vértice geodésico de Buruntza.
La última parte de la subida tiene bastante roca y a veces te exige ayudarte un poco con las manos, pero sin mayor problema.
Continuamos
avanzando por la zona cimera y llegamos donde se encuentra la cruz y un
gran buzón.
Aprovechamos el buen tiempo y las vistas para tomar unas
cuantas fotos de los alrededores.
Es una gozada contemplar los montes próximos como Adarra, Aiako Harria, Txindoki y Malloak, Jaizkibel, etc., etc.
Después de disfrutar unos minutos del panorama comenzamos a descender en dirección a la ermita de San Roke y su gran "aterpe".
Desde
aquí giramos totalmente el sentido y seguimos bajando por cómoda pista
para llegar a atravesar un puente sobre la A-15 y poco después pasar al
lado de las ruinas de la primitiva iglesia parroquial de Andoain: San
Martín de Buruntza.
Un poco después llegamos al pueblo y nos
dirigimos hacia la zona centro y a un punto cercano a la estación de
Andoain-Centro, con intención de aproximarnos a un "jatetxe" conocido en
donde nos atenderán magníficamente.
Una vez en el "jatetxe"
citado nos ponemos más cómodos y después de tomar un pequeño "aperitive"
en la barra, nos disponemos a comer lo que nos pongan.
Como primeros optamos por: Garbanzos con berza y chorizo, espárragos trigueros a la plancha y una bonita ensalada de tomate y más cosas.
Como segundos platos elegimos los siguientes: Berenjena rellena de atún, secreto ibérico y escalope con patatas fritas.
Postres varios como "mousse" de yogourt con frutos rojos, etc.
Café y un ligero "digestive" para una ligera y amena sobremesa.
Todo lo anterior perfectamente regado con un tinto navarro joven y con denominación de origen, que estaba bastante bien, por lo que no ha habido muchos motivos para abusar de "gure gaxeosie".
Minutos después nos ponemos en marcha para dirigirnos, unos a la estación y otro a la parada del autobús.
Hemos comenzado a andar sobre las 9 horas y terminado en el punto indicado sobre las 13 horas y 10 minutos.
El tiempo efectivo empleado en el recorrido ha sido de unas 3 horas y 15 minutos a una media de 3,2 kms./hora.
El tiempo dedicado a fotos, cambio de ropa, "hamaiketako", etc., ha sido de unos 54 minutos.
El desnivel total acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 518 metros.
La longitud total del recorrido ha sido de unos 10 kms.
El
recorrido no tiene ninguna dificultad salvo la última parte del ascenso
al vértice geodésico de Buruntza, ya que a veces viene bien ayudarte de
las manos para subir entre las piedras.
En muchos momentos seguimos
los senderos marcados con colores azul y amarillo de un recorrido entre
Andoain y Lasarte, pero en otros momentos vamos por senderos distintos
que no están marcados en absoluto y en los que hay muchas desviaciones,
por lo que en general y como siempre, recomendamos el empleo de GPS con
un buen "track".
Tanto para la ida como la vuelta hemos utilizado el tren de cercanías de Renfe.
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