En pleno ascenso nos dimos la vuelta.
Sentados en la zona del antiguo parador.
Otra vista desde lo alto.
El presidente del Consejo de Administración de la empresa propietaria del terreno.
Monolito en favor de la paz. !Todo hará falta¡
En dirección al mar.
Vistas de la costa labortana.
Acondicionamiento del sendero del litoral.
Cala del Molino.
Curiosas formaciones rocosas debidas a la erosión.
Otra vista de la cala del Molino.
Un baño bien merecido.
Restos del antiguo molino.
Senderos de vuelta hacia Guadalupe.
En Guadalupe preparándonos para almorzar.
Para el día de hoy también teníamos varias alternativas, pero una mera mención a que también hoy tendríamos calor achicharrante nos ha hecho que todos en bloque nos inclinásemos por hacer una excursión con baño. El baño de hoy, delicioso. Con objeto de comenzar la excursión temprano quedamos en coger el tren de Renfe que sale de Donostia sobre las 7,50 horas. Sobre las 8,15 llega a Irún y a continuación nos ponemos en marcha a través del barrio de Anaka y con intención de llegar al golf. Una pequeña parada en Anaka para comprar algo de pan y de paso tomar café. A los pocos minutos continuamos camino y pasamos por el hospital comarcal, después cruzamos la N-I y tomamos los caminos que por la zona del golf nos conducen a la cima de Jaizkibel. En un momento determinado dejamos la pista por la que subíamos y nos adentramos por un sendero que sube tal cual, es decir, por la directa. Aunque no hacía sol esto ya nos hace que empecemos a echar las primeras gotas. Bueno, más que gotas era un mar de sudor. La subida ha sido sin mayores problemas, eso sí, con bastante calor y sudor. Mientras subíamos discutíamos sobre la problemática del posible proyecto del metro en Donostia.
Teníamos división de opiniones.
Unos opinaban que el consejero de transportes es un............. y otros opinaban que lo contrario.
Al final no ha habido consenso.
!Como se nota que no somos de Bilbao¡.
De lo contrario estaríamos todos de acuerdo para que se instalase en Donostia el mayor metro del mundo y si puede ser a la mayor profundidad del mundo y con estación en la isla de Santa Clara para que nos sirviese de conexión con el centro intercambiador de los "ferrys" del puente marítimo con New York. (Esto del puente marítimo con New York es otro proyecto que los anteriores consejeros de transporte ocultaron a Odón).
En fin, sigamos con la excursión.
Tal y como decía, después de bastantes gotas de sudor hemos llegado a la zona del antiguo parador de turismo. Una cuantas fotos y por la zona del torreón vecino hemos seguido el camino de la GR hasta que nos hemos desviado para comenzar a bajar en dirección a la cala del Molino. Por una zona preciosa y entre ganado, hemos llegado a la zona del sendero del litoral. Por cierto, lo están mejorando y en las zonas que han actuado parece una pequeña autopista. Esperemos que no sea como la A-8. Al cabo de un rato hemos llegado a la cala. Nuestra primera intención era darnos un buen chapuzón. Después de algunas discusiones sobre el mejor sitio para dejar la ropa y poder acceder al agua, hemos llegado a un punto donde había un perro que guardaba la ropa de su dueño. Desgraciadamente teníamos que pasar al lado del susodicho can. En cuanto nos ha visto se ha puesto en pie para avisarnos. No ha hecho falta. Le hemos saludado cortésmente y hemos intentado pasar lo mas lejos posible de él, con intención de dejarle claro que no pensábamos robarle la ropa a su dueño. Bueno, al final hemos compartido el espacio sin mayores problemas. !Más nos vale¡ Después de un buen chapuzón, pero sin ducha. Hemos salido del agua, nos hemos secado como hemos podido y nos hemos entretenido comiendo unos cuantos frutos secos y bebiendo agua en abundancia. !Nos hacía falta¡ Nos vestimos y después de realizar la misma maniobra que a la ida (por el perro), nos hemos puesto en camino en dirección a Guadalupe. Esta vez hemos cogido un sendero muy bonito que subía entre vegetación, pero subía. No hay más remedio. En poco tiempo y antes que nos diésemos cuenta hemos llegado al fuerte de Guadalupe. Hemos ido a comprobar si el bar estaba cerrado y estaba cerrado, por descanso semanal martes y miércoles. !En este país no trabaja nadie¡ Nos hemos dirigido a la zona de la fuente y el mirador y en un banco y con vistas a Hondarribia hemos sacado los trastos y nos hemos puesto a almorzar, como de costumbre.
El menú, en esta ocasión, ha sido:
-Delicatessen de antxoa de la bocana de Pasajes San Pedro en ligero rebozo de harinas australianas.
-Unos pocos mejillones de roca, traídos expresamente de la Costa da Morte el día anterior y aderezados con aromas de Jaén.
-Testa de singularis porcus ibericus curada con los vientos invernales de la Sierra de Grazalema.
-Exquisiteces embutidas de las zonas riojanas de Nieva.
Todo lo anterior regado convenientemente con un Château Liedenois cosecha 1951 y embotellado en la propiedad. !Exquisito¡
Una vez acabado el almuerzo nos hemos puesto en camino en dirección al barrio de Amute. Hemos bajado por el camino que baja al lado de la fuente del mirador. En pocos minutos y después de otra buena sudada, hemos llegado a la zona de las marismas de Txingudi. Hemos cruzado la carretera y lo primero que hemos hecho ha sido sentarnos en una cervecería para tomarnos unas cañas con limón. !Qué necesidad¡ !Deliciosas¡ Teníamos la parada del autobús al lado, pero hemos decidido ir al centro a coger el tren. Unos han cogido el "topo" y otros el de cercanías de Renfe. Cada uno ha llegado a su casa por distinto tren.
Hemos comenzado a andar sobre las 8,15 horas y hemos terminado sobre las 15 horas.
El desnivel acumulado en subida ha sido de unos 700 metros y casi lo mismo en bajada. La longitud total de la excursión ha sido de unos 18 kilómetros. El día bastante caluroso aunque se agradecía que en algunos momentos estuviese nublado. Todo lo demás, genial.
El menú, en esta ocasión, ha sido:
-Delicatessen de antxoa de la bocana de Pasajes San Pedro en ligero rebozo de harinas australianas.
-Unos pocos mejillones de roca, traídos expresamente de la Costa da Morte el día anterior y aderezados con aromas de Jaén.
-Testa de singularis porcus ibericus curada con los vientos invernales de la Sierra de Grazalema.
-Exquisiteces embutidas de las zonas riojanas de Nieva.
Todo lo anterior regado convenientemente con un Château Liedenois cosecha 1951 y embotellado en la propiedad. !Exquisito¡
Una vez acabado el almuerzo nos hemos puesto en camino en dirección al barrio de Amute. Hemos bajado por el camino que baja al lado de la fuente del mirador. En pocos minutos y después de otra buena sudada, hemos llegado a la zona de las marismas de Txingudi. Hemos cruzado la carretera y lo primero que hemos hecho ha sido sentarnos en una cervecería para tomarnos unas cañas con limón. !Qué necesidad¡ !Deliciosas¡ Teníamos la parada del autobús al lado, pero hemos decidido ir al centro a coger el tren. Unos han cogido el "topo" y otros el de cercanías de Renfe. Cada uno ha llegado a su casa por distinto tren.
Hemos comenzado a andar sobre las 8,15 horas y hemos terminado sobre las 15 horas.
El desnivel acumulado en subida ha sido de unos 700 metros y casi lo mismo en bajada. La longitud total de la excursión ha sido de unos 18 kilómetros. El día bastante caluroso aunque se agradecía que en algunos momentos estuviese nublado. Todo lo demás, genial.
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