Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

martes, 6 de septiembre de 2016

(20160906) Circular Linza a Hiru Erregen Mahaia por Lapakiza.

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Hoy también salimos del Refugio de Linza pero un poco más temprano.
Txamantxoia iluminado.
Comenzamos la ascensión con unos pequeños cúmulos en el cielo y algo de viento sur.
Barranco a la derecha.
Continuamos.
Aprovechamos que todavía el sol no se ha despertado del todo.
Continuamos la subida por el sendero tradicional.
Unas ruinas megalíticas que dicen se correspondía con un "menhir".
En este arroyo vemos un poco de agua.
Seguimos subiendo.
Los cúmulos y Txamantxoia.
Otra magnífica panorámica.
Buenos cuernos.
Pequeño collado y zona de desvío.
Panorámica.
Otra vista más.
Postes indicadores.
Seguimos nuestro camino.
Continuamos subiendo.
Una vista hacia atrás.
Otro vistazo hacia adelante.
Llegamos al punto de enlace con el camino de bajada que se dirige hacia Belagua.
También hay un gran "kairn".
Seguimos y nos toca saltar por las piedras.
Cruzar por el caos de piedra de una especie de canchal.
Comenzamos a ver la cima a lo lejos.
Podemos contemplar Petretxema como antecima  a las Agujas d'Ansebere.
En esta se observa perfectamente lo que corresponde a Petretxema y la parte más alta correspondiente a la Aguja Norte d'Ansebere.
Sima un poco antes de la cima.
Entorno de la sima.
Hasta ahí tenemos que ir.
A estas alturas y todavía posando.
Ya nos falta poco.
Sendero que bordea la cumbre para el ascenso.
Un poco de trepada.
Ya casi estamos.
Vemos la zona a la que denominan "La Mesa".
Llegamos a la cima.
Parece que está ocupada.
Vemos Auñamendi al norte.
Family en la cima.
La estatua de San Francisco Javier.
Buzón de la cima y réplica del castillo de Javier.
Una de las posibles bajadas.
Comenzamos el descenso.
Por aquí descendemos.
Llegamos a la Hoya del Portillo.
El terreno está muy seco.
Cruzamos la hoya.
Llegamos a unos postes indicadores.
Sigue estando toda muy seco.
Una panorámica.
Subimos hacia el collado para desviarnos hacia el Suroeste y comenzar el ascenso a Lapakiza.
Buzón de Lapakiza.
Desde la cima vemos la zona de Linza a la izquierda.
Continuamos por el cresterío.
Ahora podemos ver la zona de Belagua a la derecha.
Seguimos avanzando y soportando el calor.
Al fin llegamos al bosque.
Continuamos descendiendo hacia el refugio.
Llegamos a la parte trasera del refugio.

"Envejecer es como escalar una gran montaña, mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena."
Ingmar Bergman

No lo sabes.   Si no has estado envuelto en la tupida selva de Irati, no lo sabes.     Si no has visto la luz descendiendo entre las ramas y posándose en las rocas y raíces pobladas de musgo, no lo sabes.
Si no has ascendido por las montañas gigantes y rocosas del Pirineo, no las conoces.     Si no has contemplado las puntiagudas crestas que se alzan alrededor al coronar una cumbre, tienes algo importante que hacer.
(Germatore)


Después del día de ayer y ya con las piernas un poco más hechas (hechas puré, quiero decir), nos preparamos para realizar la segunda ascensión. 
Esta vez a Hiru Erregen Mahaia, por el camino tradicional y volviendo por Lapakiza. 
Como somos conscientes que es más larga que la de ayer, madrugamos un poco más con intención de ponernos a andar una media hora antes que el día anterior. 
El día se presenta más caluroso, vemos unas cuantas nubes aborregadas que son cúmulos y en teoría representan buen tiempo. 
Lo que está claro es que el viento tiene un componente sur que hace que la sensación de calor aumente y eso que son las 8 de la mañana. 
Como el día anterior comenzamos a andar desde el Refugio de Linza y tomamos el sendero habitual, también denominado Camino de Francia. 
A los pocos minutos de ascensión nos desviamos un poco hacia la zona que indican como Fuente Cubilar de Petretxema que es un pequeño arroyo que está totalmente seco, pero a su lado nos encontramos con unos vestigios megalíticos que están identificados como un antiguo menhir. 
Seguimos subiendo por el mismo sendero hasta llegar al pequeño collado y cruce de caminos. 
En esta ocasión tomamos el sendero de la izquierda para dirigirnos hacia Hiru Erregen Mahaia. 
Pasamos por la Hoya de la Solana desde donde podemos contemplar el Petretxema y la cima hacia donde nos dirigimos y un poco más adelante llegamos hasta unos postes indicadores de caminos sobre la GR-12 (Sendero de Euskal Herria) y la GRT-13 (Zuriza-Leskun). 
Continuamos subiendo y aproximándonos hacia las paredes que conforman la parte final de Hiru Erregen Mahaia hasta que llegamos a una pequeña zona encajonada en la que hay un poste (sin indicadores) y un gran "kairn" y corresponde al punto en el que nos desviaremos a la vuelta, para dirigirnos,  en principio por el llamado Camino de Belagua. 
Pero todo eso ya lo haremos cuando volvamos. 
Nosotros continuamos subiendo por terreno pedregoso y cada vez con mayor pendiente. 
Un poco antes de la cima pasamos por una zona en la que aparece una especie de sima bastante profunda. 
Unas fotos y seguimos la ascensión. 
Poco a poco vamos subiendo y la última parte de la ascensión es entre grandes bloques de roca que a veces te obligan a utilizar las manos para apoyarte en el ascenso y tener un poco más de seguridad. 
Nosotros pretendemos subir a la cima en donde se encuentra el buzón, la escultura de San Francisco Javier, la réplica del Castillo de Javier, etc., pero lo que no haremos será pasar a la plataforma delantera que es a la que se conoce como la auténtica "mesa". 
Llegamos a la cima y hay bastante gente. 
Aprovechamos unos minutos para hacer unas fotos, beber algo de agua (nos queda poca) y descansar un poco, antes de iniciar el descenso. 

La Mesa de los Tres Reyes o Hiru Erregen Mahaia es un monte mitológico y muy especial.      En primer lugar porque se le considera el techo de Euskal Herria, es decir el pico más alto y en segundo lugar porque tiene a sus espaldas una leyenda legendaria.      Esta cima se encuentra en un punto estratégico, en el que antaño unía el Reino de Navarra, el de Aragón y el de Bearn.
Se cuenta que el nombre del pico obedece a que hace cientos de años los monarcas de cada uno de los tres reinos antes mencionados se sentasen en una mesa para debatir problemas de lindes y otros aspectos. 
Lo hacían en este punto, al parecer, porque ninguno de ellos se atrevía (o quería) salir de su propio territorio. 
Leyenda o realidad, Hiru Erregen Mahaia es a día de hoy una cumbre mítica y casi sagrada, sobre todo para los montañeros vascos. 

Teniendo en cuenta por donde queremos volver, hacemos inventario del agua que nos queda y decidimos seguir con el plan previsto. 
Descendemos bastante rápido hasta la zona del desvío acompañados por una cuadrilla de jóvenes que estaban en la cima.   Ellos piensan bajar por el camino tradicional y nosotros nos desviamos por el sendero del Camino de Belagua hacia la Hoya del Portillo. 
Pasamos por la Hoya y poco después llegamos a unos postes indicadores de caminos. 
Continuamos por una zona herbosa y seca para ascender primero a un pequeño collado y posteriormente hacia la cima de Lapakiza. 
En la cima nos encontramos con un bonito buzón y comenzamos a ver a lo lejos el parking del Refugio de Linza, a la izquierda y hacia la zona de la derecha, la zona de Belagua. 
Todavía nos queda bastante para llegar a nuestro punto de inicio y ya no nos queda ni una gota de agua.            
Únicamente el "xato" con algo de vino. 
Anteriormente y con ánimo de aprovechar el agua al máximo, habíamos mezclado vino con agua al 50 %. 
Así y todo nos encontrábamos con la boca seca y el calor se hacía notar. 
Desde la cima no hemos tenido ni un solo momento de sombra y todos los posibles arroyos, que en otro momento hubiesen tenido agua, estaban totalmente secos. 
El panorama (en este caso no es fotográfico) no era muy bueno: 
Sol de justicia, carencia de agua, todavía nos quedaba por descender unos 700 metros y el cansancio se hacía notar. 
La parte positiva era que la zona por la que íbamos a descender era un precioso cresterío que nos permitía contemplar el Valle de Belagua a la derecha y la zona de Linza a la izquierda. 
Seguimos "disfrutando" del descenso hasta la zona de la Loma del Sobrante y un poco más tarde entramos en el bosque. 
La sombra se agradece sobremanera y aprovechamos una zona cómoda para descansar un rato y recuperar fuerzas para llegar al punto de destino. 
La sombra estaba muy bien, pero teníamos mucha sed y esto todavía no lo teníamos resuelto. 
Ya por el bosque y en sendero en franco descenso llegamos a la parte posterior del refugio y rápidamente nos dirigimos al mismo buscando una fuente o similar. 
Nos dicen que tampoco tienen agua, que incluso no pueden ni siquiera ducharse ya que el arroyo del que se suministran está seco y han agotado las reservas de agua. 
Afortunadamente tienen botellas de agua y sin perder ni un segundo le pedimos una botella fresca de 1,5 litros y a continuación tres grandes jarras de cerveza con limón. 
En cuestión de 3 minutos damos buena cuenta de la botella de agua y una vez hidratados, la jarra de cerveza lo llevamos con más calma. 
Debido al fuerte calor y la falta de agua, apenas hemos comido algo. 
Únicamente algunas galletas y frutos secos, pero nada más. 
No era posible masticar nada sin ningún tipo de lubricante bucal. 
La falta de agua, el sol y la escasa alimentación, también nos pasó factura. 

El recorrido tiene algunas zonas delicadas, sobre todo en la última parte del ascenso a la cima, lo demás no tiene mayores problemas técnicos siempre que tengamos en cuenta que estamos hablando de senderos de Pirineos y que se trata de alta montaña. 
Para los senderos habituales no hay pérdida ya que están muy transitados y son muy evidentes, pero para realizar el recorrido que hemos hecho si es necesario un GPS con un buen "track", ya que no hay indicaciones claras. 
Salvo que se trate de otra época menos seca, no hemos encontrado nada de agua por el camino e incluso los pequeños arroyos que habitualmente discurren alegres, están totalmente secos. 
En esta época es conveniente tener más previsión con el agua, que la que tuvimos nosotros y eso que cada uno llevábamos entre 1,5 y 2 litros. 

Hemos comenzado a andar desde el Refugio de Linza sobre las 7 horas y 55 minutos y hemos llegado al mismo sitio sobre las 19 horas y 27 minutos. 
El tiempo efectivo dedicado al recorrido ha sido de unas 8 horas a una media de 2,3 kms./hora. 
El tiempo dedicado a descansos, descansos y descansos, además de fotos, "hamaiketako", etc., ha sido de unas 3 horas y 34 minutos.
El desnivel total acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 1.470 metros.
La longitud total del recorrido ha sido de unos 17,8 kms.

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