Valle del Kilimón.
Un descanso en el camino.
Hacia la derecha Azpeitia y Azkoitia.
Cima de Aitzpeltz.
Cima de Aitzpeltz.
Esta excursión era una de las pendientes y que sobre todo me serviría para comprobar que el GPS está bien y el torpe era yo, o lo contrario. Esta vez y para mi propia satisfacción y la de mi ego, pude comprobar que el GPS está como una “puta chota”. Cuidadosamente guardé la ruta en el GPS previamente comprobado en el PC y sobre el mapa, que la ruta era correcta y que estaba entera. El día estaba totalmente despejado por lo que no había excusas de posibles problemas de señal, pero así y todo la proximidad de un árbol le ponía nervioso al GPS y perdía señal y eso no era lo malo, el problema era que se volvía un poco loco e indicaba direcciones totalmente opuestas. También perdió parte de la ruta y desde la punta de Aitzpeltz hasta Azkotia tuvimos que bajar campo a través, entre zarzas y a “puro huevo”. Prometí vengarme del GPS. Bueno, volvamos a lo positivo. Como la excursión podía ser un poco larga decidimos coger el tren de las 7,47 horas en Amara para así ganar una hora para la excursión. Llegamos a Mendaro una hora más tarde y después de comprar un poco de pan en el pueblo nos pusimos en marcha hacia el Valle del Kilimón, también conocido como Aranerreka. Al principio es una pista asfaltada que se adentra en el valle y va bordeando el río. Sobre los 2 ó 3 kilómetros debemos dejar la pista y comenzar un duro ascenso por la ladera para bordear un monte pedregoso y situarnos en los aledaños de Izarraitz. Para entonces el GPS ya nos la había jugado un par de veces y yo tenía un cabreo de mucho preocupar. Por su culpa tuvimos que dar un rodeo de más de un par de kilómetros. Una vez recuperada la ruta nos sentamos un rato con objeto de picar algo. Fruta, agua, frutos secos, etc. Después de un rato nos pusimos en marcha nuevamente. El día era fantástico, totalmente despejado y con el sol “cascando”. ¡Como debe ser! El camino era bastante rompepiernas ya que aunque parecía que no, tenías que subir bastante desde el nivel de mar. Entre subidas bruscas, algunas bajadas entre medio y nuevas subidas hacia la zona de Izarraitz, acababas un poco hasta las narices. Pero no importaba, el paisaje era precioso y el tiempo fabuloso. A lo lejos veíamos el perfil de Aiako Harria. Seguimos subiendo en el cresterío de Izarraitz y llegamos a la cumbre de Aitzpeltz, que en su buzón indicaba 893 m. Desde allí continuamos un poco el cresterío y comenzamos a bajar por la ladera del Kakuta. Para entonces el GPS ya nos había dicho que habíamos llegado porque había perdido parte de la ruta introducida. Dios confunda a mi GPS y a la madre que lo parió. Muchos problemas de pérdida no teníamos, ya que sabíamos donde estaba Azkotia y el tiempo era muy bueno y despejado, pero cuando pretendes seguir la ruta que han hecho otras personas y no tienes más referencias que el propio GPS..........!Jode! Continuamos bajando intentando no desviarnos hacia Azpeitia e intentar bajar por el mejor camino posible. Llegamos a una carretera y con el fin de evitarnos asfalto nos metemos por un camino bastante indicado. Siguiendo con la intención de bajar en dirección Azkoitia nos metemos por otro camino que parecía bastante claro hasta que nos encontramos en medio de un zarzal increíble. No tenemos más remedio que dar media vuelta y retomar el inicio del camino. Poco a poco ya vamos bajando y al rato llegamos al pueblo. Todavía no es muy tarde y hacemos un intento de conseguir un bar donde podamos comer. No encontramos nada. Primero les preguntamos a unos “porreros” que tienen un “chute” de mucho preocupar y no nos contestan ni por señas. Después encontramos un tipo de cervecería y le comentamos a la señora de la barra. No sabe, no contesta. Dice que es tarde incluso para bocadillos. Ya un poco hartos nos sentamos en un banco al lado del río y sacamos nuestras viandas. Afortunadamente teníamos hasta una botella de vino, gentileza de Joxean. Abrimos todas las latas, el chorizo, las guindillas, etc. y nos damos un buen festín. Abajo tenemos el río lleno de patos. De vez en cuando les echamos algún trozo de pan y nos amenizan con sus cánticos. Una vez acabado el menú nos dirigimos al bar de al lado a tomarnos el consabido café y un ligero “chupito”. De allí vamos a la parada del autobús con intención de volver a casa y para nuestra desgracia vemos que hace 15 minutos ha pasado el último y el siguiente no sale hasta las 18,35 horas. Bueno, que le vamos a hacer. Decidimos tomar otro café y después cogemos un autobús que sale a las 18 horas y va a Zarautz por Meagas. Llegamos a Zarautz y vamos a la estación para coger el próximo tren. Total, que entre una cosa y otra no llegamos a casa hasta las 8 de la tarde. Pero no importa, nos lo hemos pasado muy bien. En archivo aparte os mando imágenes de la ruta original cargada en el GPS y la que hemos hecho. La marca azul es la original y la rosa es la que hemos hecho. ¿De acuerdo? Otro día más para recordar. Día precioso de verdad. ¡Todo genial!.
Un descanso en el camino.
Hacia la derecha Azpeitia y Azkoitia.
Cima de Aitzpeltz.
Cima de Aitzpeltz.
Esta excursión era una de las pendientes y que sobre todo me serviría para comprobar que el GPS está bien y el torpe era yo, o lo contrario. Esta vez y para mi propia satisfacción y la de mi ego, pude comprobar que el GPS está como una “puta chota”. Cuidadosamente guardé la ruta en el GPS previamente comprobado en el PC y sobre el mapa, que la ruta era correcta y que estaba entera. El día estaba totalmente despejado por lo que no había excusas de posibles problemas de señal, pero así y todo la proximidad de un árbol le ponía nervioso al GPS y perdía señal y eso no era lo malo, el problema era que se volvía un poco loco e indicaba direcciones totalmente opuestas. También perdió parte de la ruta y desde la punta de Aitzpeltz hasta Azkotia tuvimos que bajar campo a través, entre zarzas y a “puro huevo”. Prometí vengarme del GPS. Bueno, volvamos a lo positivo. Como la excursión podía ser un poco larga decidimos coger el tren de las 7,47 horas en Amara para así ganar una hora para la excursión. Llegamos a Mendaro una hora más tarde y después de comprar un poco de pan en el pueblo nos pusimos en marcha hacia el Valle del Kilimón, también conocido como Aranerreka. Al principio es una pista asfaltada que se adentra en el valle y va bordeando el río. Sobre los 2 ó 3 kilómetros debemos dejar la pista y comenzar un duro ascenso por la ladera para bordear un monte pedregoso y situarnos en los aledaños de Izarraitz. Para entonces el GPS ya nos la había jugado un par de veces y yo tenía un cabreo de mucho preocupar. Por su culpa tuvimos que dar un rodeo de más de un par de kilómetros. Una vez recuperada la ruta nos sentamos un rato con objeto de picar algo. Fruta, agua, frutos secos, etc. Después de un rato nos pusimos en marcha nuevamente. El día era fantástico, totalmente despejado y con el sol “cascando”. ¡Como debe ser! El camino era bastante rompepiernas ya que aunque parecía que no, tenías que subir bastante desde el nivel de mar. Entre subidas bruscas, algunas bajadas entre medio y nuevas subidas hacia la zona de Izarraitz, acababas un poco hasta las narices. Pero no importaba, el paisaje era precioso y el tiempo fabuloso. A lo lejos veíamos el perfil de Aiako Harria. Seguimos subiendo en el cresterío de Izarraitz y llegamos a la cumbre de Aitzpeltz, que en su buzón indicaba 893 m. Desde allí continuamos un poco el cresterío y comenzamos a bajar por la ladera del Kakuta. Para entonces el GPS ya nos había dicho que habíamos llegado porque había perdido parte de la ruta introducida. Dios confunda a mi GPS y a la madre que lo parió. Muchos problemas de pérdida no teníamos, ya que sabíamos donde estaba Azkotia y el tiempo era muy bueno y despejado, pero cuando pretendes seguir la ruta que han hecho otras personas y no tienes más referencias que el propio GPS..........!Jode! Continuamos bajando intentando no desviarnos hacia Azpeitia e intentar bajar por el mejor camino posible. Llegamos a una carretera y con el fin de evitarnos asfalto nos metemos por un camino bastante indicado. Siguiendo con la intención de bajar en dirección Azkoitia nos metemos por otro camino que parecía bastante claro hasta que nos encontramos en medio de un zarzal increíble. No tenemos más remedio que dar media vuelta y retomar el inicio del camino. Poco a poco ya vamos bajando y al rato llegamos al pueblo. Todavía no es muy tarde y hacemos un intento de conseguir un bar donde podamos comer. No encontramos nada. Primero les preguntamos a unos “porreros” que tienen un “chute” de mucho preocupar y no nos contestan ni por señas. Después encontramos un tipo de cervecería y le comentamos a la señora de la barra. No sabe, no contesta. Dice que es tarde incluso para bocadillos. Ya un poco hartos nos sentamos en un banco al lado del río y sacamos nuestras viandas. Afortunadamente teníamos hasta una botella de vino, gentileza de Joxean. Abrimos todas las latas, el chorizo, las guindillas, etc. y nos damos un buen festín. Abajo tenemos el río lleno de patos. De vez en cuando les echamos algún trozo de pan y nos amenizan con sus cánticos. Una vez acabado el menú nos dirigimos al bar de al lado a tomarnos el consabido café y un ligero “chupito”. De allí vamos a la parada del autobús con intención de volver a casa y para nuestra desgracia vemos que hace 15 minutos ha pasado el último y el siguiente no sale hasta las 18,35 horas. Bueno, que le vamos a hacer. Decidimos tomar otro café y después cogemos un autobús que sale a las 18 horas y va a Zarautz por Meagas. Llegamos a Zarautz y vamos a la estación para coger el próximo tren. Total, que entre una cosa y otra no llegamos a casa hasta las 8 de la tarde. Pero no importa, nos lo hemos pasado muy bien. En archivo aparte os mando imágenes de la ruta original cargada en el GPS y la que hemos hecho. La marca azul es la original y la rosa es la que hemos hecho. ¿De acuerdo? Otro día más para recordar. Día precioso de verdad. ¡Todo genial!. Hemos comenzado a andar sobre las 9 horas y acabado sobre las 15:30 horas. La longitud del recorrido es de unos 19 kilómetros y el desnivel acumulado en subida de unos 1.100 metros.
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