Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 4 de junio de 2008

(20080604) Ste. Jean de Luz-Sokoa-Antoine d'Abadie-Hendaya.

Llegando a Hendaya. Las pobres islitas se están desgastando.
Caminando y en pleno debate.
Seguimos con los islotes.
Un poco de Flych.
La rosa de los vientos.
Sokoa y su fuerte.
Un poco más cerca del fuerte.
Con ánimo de recuperar el grupo excursionista se propuso esta excursión por la costa lapurtana, que aunque conocida, no por ello menos bonita.
No es que el intento haya resultado fallido, es que ni siquiera se dignaron contestar. En fin, creo que se han perdido una vuelta preciosa en un día magnífico. Bueno, como últimamente, nos hemos juntado los tres arriba citados pero nos ha faltado Juanma, que desgraciadamente (para él) estaba cumpliendo con su 15 %. Nos juntamos en Amara para coger el autobús de las 9 horas en dirección a Donibane. Después de dar casi tantas vueltas como la semana pasada hemos llegado al puerto de Donibane sobre las 10 horas. Lo primero ha sido comprar una “baguette” y a continuación nos hemos puesto en marcha. La excursión es sobradamente conocida, por lo que no ha habido nada reseñable. Hemos entrado en el fuerte de Sokoa, hemos estado contemplando las diferentes ruinas de los “bunkers”, etc. Hemos hecho un par de paraditas para beber agua y comer algunos frutos secos y no hemos parado mas hasta cerca de la playa de Hendaya, donde en una fuente nos hemos sentado a degustar nuestro mejor menú:

- Moluscos gallegos en escabeche de aceites nobles.
- Lomitos de Sardinops neopilichardus a los aceites vegetales de Jaén.
- Todo ello regado con dos caldos: El primero afrutado, joven, aromas a flores, suave, etc., es decir, delicioso.
El segundo con cuerpo y grado, color picota, aromas a vainilla y cierto retrogusto a sabores indefinidos orientales.
Es decir, los dos estaban cojonudos.

Una vez terminado con este delicioso almuerzo nos hemos puesto en marcha por la playa de Hendaya, el casino ( donde nos hemos parado a tomar un café) y después de atravesar la zona nueva del puerto nos hemos dirigido al paseo de la bahía de Txingudi, de allí hasta el barrio de la estación y hemos cogido el topo por los pelos. Si lo hubiésemos perdido teníamos una alternativa hasta que llegase el siguiente: Tomarnos una buena cerveza. En fin, todo no puede ser. Después de media hora de agradable viaje hemos llegado a la estación de Amara.

Ha sido un día “cojonudo”, de sol, de paisajes, de mar, de luz, de sabor a sal y yodo, etc. etc Uno más para la historia. Bueno chicos, hasta pronto y a ver si nos juntamos todos.
Hemos comenzado a andar sobre las 10 horas y terminado sobre las 16. El desnivel acumulado en subida habrá sido de unos 50 metros.






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