Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 18 de junio de 2014

(20140618) Circular Alto Kanpazar-Udalaitz-Erdikoatxa-Besaide-Sta Luzia-Alto Kanpazar.

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Comenzamos con niebla desde Kanpazar.
Cantera en Kanpazar.    Dentro de pocos años se comerán Udalaitz.
Comenzamos la subida.
Aprovechamos para contemplar el paisaje.
De ahí venimos.
Todavía la niebla no nos abandona.
Continuamos subiendo por la ladera.
¿Artibakarra?
Parece que las nubes nos dan una tregua.
Una pequeña cueva en el camino.
Otra vista de la entrada.
Hacia arriba vamos.
Todavía no nos hemos librado de las nubes.
Seguimos subiendo por la ladera.
Ya nos falta poco.
En una primera cima sin nombre.
Cima sin nombre.
La gran cruz de la punta oriental de Udalaitz.
Al lado de unas ruinas que corresponden a la antigua ermita de La Asunción.
Cerca de la cruz.
Seguimos con algo de niebla.
Cruz.
Base de la cruz.
Foto de familia en la cruz.
Pequeña cueva acondicionada por la asociación Udalaitzko lagunak.
Entrada a la cueva.
Sitio fresco, con comodidades y con grifo de agua.
Desde la entrada de la cueva.
La cima de Udalaitz.
Una vista de la cima de Udalaitz.
Pequeña cruz de la cima.
Mirando el mapa panorámico.
Buzón de Udalaitz.
Mapa panorámico.
Foto de familia en Udalaitz.    Seguimos con la niebla.
Otra pequeña cueva.
Cercana a la anterior la entrada de una sima.
La portera de la sima.
En el entorno de la sima.
Valle entre rocas.
En la cima de Erdikoatxa.
Cueva grande de Mari.
Es la casa de verano pero todavía no ha hecho el traslado.
Buzón de Erdikoatxa.
Cruz en Erdikoatxa.
Más peñas por este lado.
Comenzamos a bajar.
Pasamos entre el consejo de administración que se encuentran en pleno debate sobre la crisis económica actual.
El consejo de administración después de acabar su sesión plenaria.
Bajamos por esta ladera.
Seguimos bajando dirección Besaide.
Y seguimos.
Panorámica de Anboto y el duranguesado.
Vista de Anboto.
Naturaleza muerta o medio muerta.
Piscina climatizada para uso exclusivo del consejo de administración.
Desvío hacia Besaide por la PR.
Entre bosque.
Otra vista del bosque.
Fuente de Besaide.
Otra de la fuente de Besaide.
Caminos dirección Udala.
Postes indicadores en el entorno de la fuente.
Otra vista sobre Anboto.
Buzón de Besaide.
Anboto y monumento en Besaide.
Vista del monumento titulado Fuente de vida y creado por el escultor japonés Yoshin Ogata.
Nos desviamos hacia Kanpazar.
Ermita de Santa Luzia.
Ermita Santa Luzia.
Pared principal de la ermita.
Interior de la ermita.
Otro detalle.
Por ahí arriba hemos estado.
Llegando a Kanpazar.
Lugar de reposo y de nuestro almuerzo.


A la vuelta de la anterior excursión comentamos que estaría bien dar una vuelta por la zona de Udalaitz.     Sin más dilación preparamos una excursión circular subiendo a Udalaitz y Erdikoatxa para seguir hasta Besaide y volver al punto de partida, es decir, al Alto de Kanpazar.
Esta vez solo estábamos tres, nos faltaba el peruano y tampoco habían acudido a la cita los Sarobe brothers. Quedamos citados en los lugares y a la hora habituales y con buen tiempo aunque algo nublado, llegamos a nuestro punto de destino:    El Alto de Kanpazar.
Después de prepararnos para el recorrido y no sin antes tomar un poco de café caliente del termo de Xanti, nos pusimos en marcha con la intención de disfrutar de un buen día.
Cruzamos la carretera (mucho tráfico) con intención de dirigirnos hacia la cantera de la zona y recorrerla, para poder localizar el indicador del sendero de subida a Udalaitz.       Teniendo en cuenta el avance de la cantera el indicador puede cambiar de sitio.      Una de las cosas que nos animó a hacer esta excursión cuanto antes es la visión del avance de la cantera:    Como la demoremos mucho tiempo únicamente podremos realizar la ascensión en un mapa y con fotografías. 
Después de cruzar la cantera localizamos el letrero y nos adentramos en el bosque de encinas a través de un pequeño sendero.     El sendero sube por el bosque haciendo zig-zags hasta que llega a una zona despejada desde la que comenzamos a ver los diferentes paisajes que nos permite la niebla.       Continuamos subiendo y aprovechando para hacer fotos ya que el continuo ascenso no te permite ningún respiro, salvo los que te puedas tomar tú, con la excusa de las fotos.     El ascenso sigue transcurriendo por una ladera despejada hasta que llegamos a una pequeña cueva.   Continuamos subiendo y alcanzamos una pequeña cima rocosa que no está indicada.   En vista del descubrimiento y debido a nuestro espíritu aventurero, decidimos ponerle nombre a nuestro hallazgo. Desde el día de hoy se llamará:    Cima sin nombre.   
Desde aquí nos dirigimos hacia la punta oriental, con intención de llegar a la gran cruz de su extremo, aquella que se encuentra cercana a las ruinas de la antigua ermita de La Asunción.
Después de las fotos de rigor cambiamos de dirección y siguiendo hacia el oeste por el cresterio llegamos a la entrada de otra pequeña cueva, pero esta vez está acondicionada por la asociación de Udalaitzko lagunak, que la tienen muy bien puesta, con bancos corridos e incluso un grifo con un agua fresca deliciosa, que sale de una gran cámara frigorífica, por lo que estimamos que a su vez está refrescando gran cantidad de botellas de cerveza.       De cualquier forma es un sitio delicioso y muy agradable.    Sobre todo si hace mucho calor.      Después de unas fotos y sentarnos un rato, continuamos camino hacia la cima de Udalaitz, con su buzón y su mapa panorámico.       Unas cuantas fotos más y continuamos hasta llegar a la entrada de otra pequeña cueva y un poco más adelante una zona con la entrada a una sima y unas cuantas cabras que son las guardianas de la sima.       Es posible que nos confundiésemos y que fuese el macho cabrío y sus acompañantes,  ya que muy cerca del lugar se encuentra la gran cueva de Mari, es decir, su residencia de verano, aunque todavía no había comenzado el traslado.       Mirando hacia el Anboto lo veíamos cubierto de nubes, lo que hacía indicar que la Dama todavía no había iniciado su traslado.       
Continuamos por la cresta dirección oeste y bajamos un poco por la ladera hasta tomar una pequeña desviación que nos llevó a la cima de Erdikoatxa.        Tiene su propio buzón y una pequeña cruz.
Continuamos bajando por la ladera esta vez decididamente en dirección Besaide.      Llegamos a una pequeña charca y un poco después nos encontramos con unos indicadores bastante antiguos que indicaban la dirección de Besaide por un lado y de Udala por otro.    Continuamos hasta llegar a la fuente de Besaide y un poco más adelante llegamos a la zona del Monumento al montañero desaparecido y un poco más adelante se encuentra el monumento del escultor japonés Yoshi Ogata "Fuente de vida".      Unas cuantas fotos más y volvemos por la pista dirección Kanpazar.         Antes de llegar nos desviamos con intención de visitar la ermita de Santa Luzia.    Es una pequeña ermita en un alto que resulta bastante coqueta y que únicamente tiene el sitio justo para su emplazamiento.       Después de echarle un vistazo por sus cuatro costados volvimos al camino y continuamos dirección Kanpazar.     La última parte la realizamos entre bosque y por una pista que sube y baja, por lo que no nos hizo ninguna gracia.      Unos minutos después conseguimos llegar al punto de inicio.        Después de ponernos cómodos y recoger las provisiones de todo tipo, nos dirigimos hacia una zona boscosa que está provista de mesas, parrillas y una fuente.       Elegimos una mesa a la sombra y nos dispusimos a degustar la gran variedad de productos a nuestra disposición.
Nuestro gran menú consiste en:
-Bivalvos gallegos tamaño standard en cama de aceites esenciales y toque de especias orientales.
-Bonito del norte curado en aceites de Andújar, acompañado de antxoas del Cantábrico deslomadas unitariamente y conservadas durante seis meses en sales minerales del Valle de Añana.      Para darle un poco de color al plato le añadimos unas pocas olivas verdes deshuesadas a mano y recogidas expresamente en la finca de Don Romualdo en Bailén.
Estos aperitivos estuvieron perfectamente acompañados con un vino blanco con fina aguja, perteneciente a la afamada denominación de origen Getariako Txakolina y en una temperatura de consumo adecuada.
Como plato principal nos dispusimos a degustar un "saucisson" ibérico curado en las alturas de la Sierra de Grazalema y elaborado con el toque preciso del pimentón de La Vera.      
Para ultimar tan exquisito menú preparamos unas finas lascas de queso d'Iraty, denominación de origen del Val d'Ossau y elaborado con leche de oveja cruda en las faldas del Pic Midi d'Ossau.
Esta parte de tan exquisita comida estuvo regada con un tinto joven perteneciente a una afamada bodega al sur de la Ribera Navarra.     Un vino con cuerpo y garra, retrogusto penetrante, aromas propios de tierras cálidas y poco afrutado, lo que hacía que maridase perfectamente con el queso del Bearn.       Todas estas apreciaciones fueron perfectamente medidas a través de las diferentes catas realizadas por los asistentes a tan magnífica comida.        
Es conveniente advertir que las catas fueron realizadas estrujando convenientemente el "xato" para explorar su contenido a medida que pasaba por el paladar de cada comensal.  

Nota del autor:    Con el fin que el lector menos ducho en temas vinícolas pueda comprender a qué nos estamos refiriendo y a fuerza de hacer dejación del tono purista del discurso, me voy a atrever a explicar en palabras menos sofisticadas que lo que queremos decir es:       "El tintorro de la bota estaba cojonudo".      

Para terminar tuvimos opción de volver a probar el café del termo de Xanti, que todavía, estaba caliente,  y a continuación una pequeña cata de agua de Lourdes.       Ganó por mayoría el agua de Lourdes procedente de la Puebla del Caramiñal.
Una vez satisfechos y con todo el trabajo hecho, nos dispusimos a recoger todos los trastos, retirar la basura, limpiar los cubiertos y volver al vehículo con intención de retornar a nuestros respectivos domicilios.
Ha sido otro día genial, con una excursión muy bonita, unas vistas magníficas y una compañía excelente.


Hemos comenzado a andar desde el aparcamiento del Alto de Kanpazar sobre las 8 horas y 10 minutos y acabado en el mismo sitio sobre las 14 horas y 20 minutos.
El tiempo efectivo utilizado en el recorrido ha sido de 4 horas y 35 minutos a una media de 2,8 kms./hora.
El tiempo dedicado a fotos, agua, visita cuevas, "hamaiketako", etc., ha sido de 1 hora y 35 minutos.
El desnivel total acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de 1.020 metros.
La longitud total del recorrido ha sido de unos 13 kms.

Hemos utilizado vehículo propio para llegar hasta el Alto de Kanpazar.      En primer lugar tomamos la AP-8 hasta el desvío con la AP-1 dirección Vitoria-Gasteiz y posteriormente salir de la autopista en la salida 130 en Arrasate-Mondragón.      Después del peaje tomamos la GI-632 que en pocos minutos nos lleva hasta el Alto de Kanpazar.


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