Iniciamos la jornada desde el Refugio de la Morcuera y al lado de su guarda, Bruno.
Seguimos por ancha pista rodeados de pequeños arroyos.Interior del refugio libre.
Refugio libre.
Sendero entre bosque.
Llegamos a la zona del Río Aguilón.
Decidimos seguirlo para llegar a las cascadas.Discurre cantarín y muy resuelto.
Va creando pequeñas pozas que invitan al baño.
Lo cruzamos más de una vez.
Bonito remanso.
Comenzamos los obstáculos.
Más obstáculos.
Unas de las cascadas.
Otra cascada.Llegamos al letrero de la famosa, que es menos bonita que las anteriores.
Cruzando el puente camino de Las Presillas.
Estas no tienen muy buena cara.
Llegamos a la civilización.
Las Presillas.
Derrotados por el tumulto.Monasterio del Paular.
Cruzando el Puente del Perdón.
Otra vista del monasterio.
¿Un crucero cerca de Rascafría?
Un detalle floral.
La etapa de hoy en principio no se presentaba conflictiva, más bien cómoda y en descenso. El principio fue relajante, entre bosque y por una pista forestal ancha y cómoda rodeada de arroyos que bajaban del Puerto de la Morcuera. Llegados al punto donde coincidimos con el arroyo del Aguilón, no tuvimos mejor idea que decidir seguir el arroyo para llegar a las cascadas del Purgatorio y de paso contemplarlas, en lugar de seguir por una magnífica pista forestal rodeados de flores, pastos, vacas, etc.
Al principio el sendero estaba bastante bien y continuábamos al lado del arroyo, pero pronto los senderos desaparecían y teníamos que seguir intentando buscar el camino menos malo. Todavía no había comenzado lo peor y seguíamos disfrutando del río. En algún momento teníamos que salvar las cascadas, por lo que intentamos por varias laderas, seguimos subiendo piedras y trepando en bastantes momentos. Comenzamos a llegar a una cascada pero todavía nos quedaba otra, por lo que continuábamos trepando entre las rocas para poder salvar el salto. Llegamos a otra cascada pero todavía nos faltaba bajar a la zona turística, es decir, hasta donde estaba el letrero de Cascada del Purgatorio y los turistas habían llegado cómodamente por el lado contrario. A nosotros nos tocó destrepar esta parte de la cascada, con lo que no nos hizo mucha gracia.
Desde allí y un poco más adelante retomamos la pista y poco a poco llegamos a la zona conocida como Las Presillas y de pronto nos topamos con toda la civilización a la vez. !En esta zona estaban todos¡
!No faltaba nadie¡ Nos quedamos un rato a la sombra con intención de comer algo y aprovechar para remojarnos los pies, ya el tritón consiguió darse un baño. Un poco más tranquilos almorzamos un poco y al rato continuamos camino en dirección a El Paular.
Dimos unas vueltas por el monasterio y de paso aprovechamos para intentar alojarnos en el albergue Los Batanas, pero estaba completo y no tuvimos más remedio que continuar camino hasta Rascafría por un camino al lado de la carretera que estaba habilitado para ser un paseo muy agradable.
Ya en Rascafría conseguimos un alojamiento decente y después de una buena ducha nos preparamos para elegir el sitio para cenar.
Dimos una vuelta por el pueblo para tomar contacto con la gente y con sus bares.
Después de una buena cena nos dirigimos a nuestros aposentos con intención de descansar bien ya que la etapa del día siguiente estaba considerada como la etapa reina.
Comenzamos a andar desde el Puerto de La Morcuera sobre las 8,30 horas y llegamos al pueblo de Rascafría sobre las 16 horas.
El tiempo efectivo utilizado en la travesía ha sido de unas 4 horas y 30 minutos a una media de 3,7 kms./hora.
El tiempo dedicado a descansos, "hamaiketako", almuerzo, etc., etc., ha sido de 3 horas y 15 minutos.
El desnivel acumulado en ascenso ha sido de unos 110 metros y en descenso de unos 700 metros.
La longitud total de la travesía ha sido de unos 17 kms.
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