Estación de Eusko Tren, inicio de la travesía.
En frente, la Plaza Easo.
Después de pasar por Loiola, tomamos el camino de Uba hacia el parque de Ametzagaina.
Dentro de los paseos del parque.
Después de pasar por Lau Haizeta llegamos al fuerte de Txoritokieta.
Dentro del fuerte.
Otra vista de los restos del fuerte.
Una de las diferentes pintadas en los locales del fuerte.
Bajamos hacia Errenteria y cruzamos el puente peatonal para dirigirnos a Lezo.
Ganas de salir en la foto.
En los muelles de Lezo y al lado de los astilleros Zamakona.
Otra vista de los astilleros. Estos no son la Babcock Wilcox, tienen los varaderos completos.
En pleno muelle de Lezo.
En las calles de San Juan.
Volviendo de la iglesia con cara de arrepentimiento.
En los muelles de San Pedro y ante la arboladura del Urdaneta.
Contemplando el barco de cerca.
Un poco más cerca.
Bonito fin de fiesta en "Falcon Crest".
El día de hoy teníamos el mismo problema que la semana anterior. El tiempo era horrible y nos impedía realizar otro tipo de excursiones que teníamos previsto, como por ejemplo la que tenemos pendiente por la Sierra de Andía. Utilizamos esta alternativa con el fin de hacer otra vuelta semi rural por Donostia y acabar por la bahía de Pasaia. Comenzamos la travesía como la semana anterior en la Pza. Easo y después de atravesar el puente más reciente para contemplar los mosaicos que asemejan olas, hierba, arena, etc. y discutir sobre los cristales con mensaje en morse........., continuamos en dirección a Riberas de Loiola para seguir a Loiola y después a Martutene. Desde allí tomamos el camino de Uba y entramos por la ermita y el albergue al nuevo parque de Ametzagaina. Salimos a la zona de Garbera y después de pasar Lau Haizeta nos dirigimos hacia el fuerte de Txoritokieta. Decidimos parar unos minutos con intención de comer algo de fruta y los consabidos frutos secos, para continuar nuevamente en dirección a San Marcos. Todo el camino lo tuvimos muy entretenido enzarzados en discusiones sobre el caso Urtxuegia, la problemática de las ONG's, la manipulación de los medios de comunicación, etc., etc. Como es habitual no llegamos a ningún acuerdo, pero todo el debate fue muy productivo. En el desvío a San Marcos decidimos no subir y continuar camino en dirección a Beraun, Galtzaraborda, etc. y una vez cruzamos por la misma estación de Galtzaraborda salimos a la calle Viteri. Desde allí y a través del puente peatonal que atraviesa el río Oiartzun continuamos camino en dirección a Lezo y a través de sus nuevos muelles llegamos a San Juan. Intentamos hacer una visita a Santa Faustinita pero estaba cerrado y nos fue imposible, por lo que después de tomar un txakolí en la plaza, cruzamos hacia San Pedro con intención de comer algo en Falcon Crest. Después de unas cuentas fotos con el velero Urdaneta que estaba atracado en el muelle de San Pedro nos dirigimos rápidamente a sentarnos y procurar dar cuenta de lo que nos pusiesen por delante. La verdad es que nos trataron a cuerpo de rey y disfrutamos como enanos de todo lo que nos prepararon. El menú degustación consistió en las siguientes "delicatessen":
-Unos entrantes de bonito del norte con antxoas en salazón en cama de tomates de Getaria y "piperras" de Ibarra y todo ello perfectamente aderezado con unos toques balsámicos de acetato de Módena.
-Continuamos con un plato de antxoas frescas preparadas al estilo marinero de San Pedro. -Seguimos con una selección de soldaditos crujientes envueltos en finas capas de trigo molido. -Nos volvieron a sorprender con una fuente de finos salmonetes de roca fritos al estilo de Málaga. -Para terminar unas tiras de txipirón fresco realizado con la misma maestría que todo lo anterior. -Después de un poco de postre nos sirvieron café y unas gotas de agua bendita. -Todo lo anterior estuvo perfectamente regado con unos caldos de Rioja, el primero un reserva Remelluri que había sido clarificado a la antigua usanza, es decir, con claras de huevo y que resultaba magnífico y hacía un gran maridaje sobre todo con los entrantes. El segundo, aunque no tan espectacular, resultó ser un magnífico caldo producto de una elaboración muy estudiada y que reflejaba en sus tonos y aromas una sensacional expresión de su autor.
Cualquiera de los dos resultó magnífico.
Una vez terminado este homenaje nos dirigimos hacia la parada del autobús con intención de volver a nuestros respectivos domicilios.
Hemos comenzado a andar en la Pza. Easo de Donostia sobre las 8,30 horas y terminado en el embarcadero de Pasajes San Pedro sobre las 13 horas y 50 minutos. El tiempo total efectivo empleado en la excursión ha sido de 4 horas y 35 minutos a una media de 4,7 kms./hora. El tiempo dedicado a descansos, "hamaiketako", etc., ha sido de unos 35 minutos. El desnivel acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 400 metros. La longitud total de la excursión ha sido de unos 21,4 kms.
No hay comentarios:
Publicar un comentario