(20111013) Brinkola-Oamendi-Zerain-Segura-Ormaiztegi.

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Llegamos a Brinkola y todavía sin amanecer.

¡Vaya susto!

Comenzamos a subir y dejamos al fondo los valles.

Una pista bien cuidada.

Zona de pastos.

Llegamos al buzón de Oamendi.

Restos de yacimientos megalíticos.

Esto parece restos de un dolmen.

Mirando el buzón y la placa de la cima de Arripillata.

El buzón y la placa están puestas por el Club Deportivo Eibar, como homenaje a una pareja del club.

Cima de Arripillata.

¿A qué creéis puede deberse el nombre? ¡Je, je, je, je.......!

!Ya nos costó colocarlas así para la foto de familia.¡

Sendero en el bosque.

Caserío de un artesano y artista.

¡ Y luego dicen de Antonio López !

Antiguo caserío en Zerain.

Iglesia de Zerain.

Monumento a Goya, alias "El sordo", en Zerain.

No es casualidad, el monumento es debido a que el tatarabuelo del pintor es nacido en Zerain.

Bonito "bolatoki".

Cárcel de Zerain con restos de los últimos presos.

Estuvimos a punto de dejarle dentro.

Iglesia de Segura.

Bonita "erreka" vista desde "Zubihaundi", entrando en Segura por la calzada medieval que llega desde Zerain.

¿Será el río Oria?

Detalles de una puerta en un caserón señorial.

Capilla de Santo Cristo en Segura.

Detalles de un escudo heráldico, en la actualidad sirve de soporte para la leña almacenada para el invierno.

Ermita de Santa Engrazi, camino de Ormaiztegi.

Bosque.

Llegando a Ormaiztegi.

Iglesia de Ormaiztegi.

Puente del ferrocarril, hoy en desuso.

¿Es verdad que pertenece a la factoría Eiffel?

La semana anterior quedamos en intentar hacer alguna travesía por la zona de Zerain, etc., por lo que aprovechamos la ocasión y el buen tiempo para hacerla hoy.

Últimamente estamos un poco en cuadro, entre lesiones y vacaciones hoy solamente estábamos tres.

La intención era salir desde Brinkola, subir a las cimas de Oamendi y Arripillata, esta última está definida como el origen de Zerain en la época de los vascos precristianos, es decir los "jentiles". Posteriormente llegar a Zerain, después Segura y por último llegar a Ormaiztegi para coger el tren de regreso. Para eso, no tuvimos mas remedio que subirnos al tren de las 7 horas que salía desde Donostia.

Llegamos a Brinkola y, como siempre, eramos los únicos que se bajaron en la estación. Todavía no había amanecido, por lo que nos preparamos, esperamos un poco y comenzamos a andar con las primeras luces de la mañana.

Desde el principio comenzamos a subir por pistas y amplios senderos, pero con cuidado para nos despistarnos ya que hay muchos cruces de pistas y ninguna marca, por lo que es fácil equivocarse en algún cruce.

Poco a poco llegamos a la cima de Oamendi pero como la bruma no se disipaba no pudimos disfrutar de las bonitas vistas que se deben de apreciar desde la cima.

Desde allí pasamos a la siguiente de Arripillata y después comenzamos a bajar por la ladera contraria hasta coincidir con el sendero de la GR-34 (Donostia-Arantzazu), antes de Zerain, y no lo abandonamos hasta llegar a Ormaiztegi.

Una vez en Zerain nos encontramos con una cuadrilla de niños pequeños de alguna "haurreskola", la verdad es que los sentimos antes que verlos. A los pobres les llevaban de museos, por lo que no se les veía excesivamente alegres.

La "etxekoandre" del caserío donde estaban los niños nos preguntó si veníamos con ellos y después de contestarle amablemente que no, nos estuvimos riendo un rato con ella. Había conservado en su casa cantidad de antiguos objetos como: Cestos, aperos de labranza, carros, etc. y en la actualidad los enseñaba.

Teniendo en cuenta que la señora podría tener una edad parecida a la suma de los años de todos nosotros, no es raro que nos confundiese con unos niños más de la cuadrilla. ¡Je,je,je,je.......!

Después fuimos a intentar visitar la iglesia y como es habitual estaba cerrada, luego vimos un bonito "bolatoki" y después preguntamos por la cárcel y nos mandaron al "ostatu". Aprovechamos para tomar un café y visitar la cárcel, que estaba dentro del "ostatu" y que también nos cobraron por verla.

Cualquier día intentarán cobrarnos por mirar fijamente a alguna cadena montañosa o similar.

Desde allí continuamos camino hacia Segura por una bonita calzada medieval y después de atravesar el pueblo y pasar por Santa Engrazi, comenzamos a subir nuevamente y adentrarnos en un bosque para ir bajando paulatinamente hasta llegar a Ormaiztegi con su bonito puente del ferrocarril, que en la actualidad no está en uso ya que han construido otro paralelo que es por donde circulan los trenes.

Una vez en el pueblo y viendo que era una hora prudencial, preguntamos por algún sitio para comer y nos mandaron a un extremo del pueblo desde donde podíamos contemplar el famoso puente.

Era un bar y restaurante muy curioso y agradable en el que los fines de semana organizaban "karaoke" y tenían un antiguo coche de carrera expuesto y gran cantidad de modelos en miniatura.

Nos atendieron rápidamente y nuestro menú consistió en lo siguiente:

-Judias verdes en caldo de "pomme de terre" acompañado de pequeñas lascas de porco ibérico.

-Ensalada soviética enfriada en la tundra siberiana.

Como segundos nos sorprendieron con:

- Filet mignon de veau avec frites.

- Rabo de toro de la última feria de Sevilla acompañado por salsa griega y frites.

- Cotelettes de mouton de alguna abuela de la foto anterior, acompañado por algo de frites.

Lo anterior estuvo regado por elegante agua carbónica azucarada y un caldo de uva tinta de las afamadas bodegas de Olaberria, que también lo tuvieron enfriando en la tundra siberiana.

-Postres habituales y cafés y para un buen terminar un poco de agua bendita, pero esta vez un poco más oscura de lo habitual.

En vista que todavía nos quedaba bastante trabajo por realizar, ya que debíamos subir hasta la estación del tren y eso suponía unos 100 metros de desnivel, nos pusimos en marcha hasta llegar a la citada estación con tan mala fortuna que nada mas llegar al andén, salió un tren que podíamos haber cogido. Teniendo en cuenta que la estación está en un alto y las vías están metidas, ni vimos ni oimos la llegada del tren, por lo que no tuvimos tiempo de reaccionar.

Tampoco nos importó mucho, nos sentamos un rato tranquilamente y esperamos al siguiente que llegó pasamos unos 40 minutos.

Travesía muy interesante y día magnífico, salvo por la bruma que no nos permitió contemplar unos paisajes, posiblemente muy bonitos.

Hemos comenzado a andar en la estación de Brinkola sobre las 8,30 horas y terminado en el centro de Ormaiztegi sobre las 14 horas.
El tiempo efectivo utilizado en la travesía ha sido de 4 horas y 15 minutos, a una media de 3,9 kms./hora.
El tiempo dedicado a fotos, descansos, "hamaiketako", etc., ha sido de una hora y 15 minutos.
El desnivel acumulado en ascenso ha sido de unos 585 metros y en descenso de unos 850 metros.
La longitud total de la travesía ha sido de unos 17,3 kms.