Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

(20181128) Tolosa a Hernialde por Olamuño y Lizarbakarra.

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Comenzamos a subir.
El mirador del futuro Parque Elósegi.


Uzturre.



Seguimos la GR-285.

Indicadores de la GR.

Nos encontramos con muchas puertas.






Volvemos a enlazar con la GR.

Una bonita fuente.
Nos desviamos hacia la derecha para subir a las antenas de Olamuño.

Subimos por la ladera al lado de un bonito refugio.



Llegando a las antenas.



Olamuño.


El famoso auriga a la espera que le monten el tiro en su cuadriga.
Inquietos esperando la carrera.
Desde esta borda iniciamos el ascenso hacia Lizarbakarra.






Mirando hacia atrás.
Pasamos esta alambrada.

Y esta otra.


El fresno.
Lizarbakarra.
La alambrada de antes.





Comenzamos el descenso por la PR-GI-80.


La cima de Mendigain.
Otra borda.
Uzturre.


Cerca de Hernialde los indicadores de la PR-GI-80.
Hernialde.



Disfrutando de la invitación de Xanti.


Acudiendo a una invitación de nuestro amigo Xanti en su "rancho" de Hernialde, decidimos realizar una vuelta bonita y no muy larga,  para poder llegar a una hora prudencial a la generosa y deliciosa comida que nos preparó.

Para cumplir con lo anterior nos fuimos en tren hacia Tolosa con intención de comenzar a subir por la zona del barrio de Montezkue y después de cruzar las vías del tren y en continua subida,  llegar a un bonito mirador en construcción, que formará parte del Parque Elósegi.

Ya estamos situados en la GR-285 Mendibai ibilbidea de Urola ibaia a Oria Ibaia,  que la abandonaremos al llegar a unos postes indicadores de esta misma GR.
Un poco más adelante y cerca de una fuente la recuperaremos y únicamente la abandonamos para subir a la cima de Olamuño, pero a la bajada la volveremos a tomar y no la dejaremos hasta llegar al collado de Lizarbakarra.

Durante la subida pasamos por varias puertas metálicas, de madera, etc., enlazamos con la GR y pasamos al lado de una bonita fuente y un poco después nos desviamos para dirigirnos hacia la cima de Olamuño con su espectacular antena.

Unas cuantas fotos en la cima y,  como hacia bastante viento,  decidimos bajar unos metros para situarnos en una zona próxima a una puerta metálica y pararnos unos minutos para comer algo de fruta, frutos secos, etc.

La subida a Olamuño es en constante ascenso y sin apenas respiros. 
La ascensión no es muy dura pero sí constante.

Seguimos camino, otra vez por la GR y continuamos ascendiendo en dirección al collado de Lizarbakarra.

Pasamos al lado de una bonita borda y también a través de un bosque de alerces para seguir ascendiendo y en la parte final,  en lugar de tomar la PR-GI-80 Hernialde-Lizarbakarra, optamos por subir directamente por la ladera y campo a través.

Esta subida nos hace echar unas cuantas gotas de sudor pero al final llegamos a una especie de loma desde la que dominamos perfectamente, en la parte baja,  la zona del collado de Lizarbakarra, con su gran fresno en su centro y un pequeño refugio en un extremo.

Lizarbakarra (Fresno solitario)

Es una bonita imagen de un hermoso fresno que se erige como guardián de todo Tolosaldea y su entorno.
Uno de los más conocidos y recordados por los "mendizales" por su gran porte, de hecho dicen que el fresno "lizar" es uno de los árboles más apreciados por los vascos porque según las creencias ancestrales tenía poderes de protección.      De hecho sus ramas se colocaban en las entradas de las casas y todavía hoy en día podemos verlas en las entradas de muchos caseríos.
Hoy en día, en Tolosa y también en otros pueblos de la zona durante sus fiestas de San Juan, mantienen esa tradición.
«El fresno no hay que bendecirlo, pues ya es bendito de por sí» recogía el investigador y académico de Euskaltzaindia Manuel de Lekuona. 

Unas cuantas fotos en el collado y comenzamos el descenso hacia Hernialde, pero esta vez por la PR-GI-80 Hernialde-Lizarbakarra.
Después de unos 90 minutos llegamos a Hernialde y al "rancho" de nuestro amigo y compañero de Laukoak.

Una vez reunidos todos hemos dedicado unos minutos al descanso y a la contemplación, mientras degustábamos un rico "txakolí" acompañado con unas deliciosas "gildas".


Minutos más tarde hemos pasado al interior y una vez sentados a la mesa hemos tenido el placer de degustar con auténtico deleite unas "babarrunas" de la zona con sus correspondientes sacramentos y también con un buen plato de berza aderezado con su correspondiente fritura de ajos.

¡Las alubias estaban sensacionales, la berza soberbia, el chorizo bestial y la morcilla de Beasain........., mundial!
Una pequeña mención al tocino con veta y también a las guindillas de Ibarra en su versión vinagre.
Como postre nos ha maravillado con un auténtico dulce de membrillo y también con un queso de la zona de Zamora que no estoy dispuesto a calificar ya que me faltan superlativos.
Todo lo anterior perfectamente regado con un tinto de la zona de Alcanadre que resultaba perfecto.
Un poco de sobremesa acompañada con cafés y algún "digestive" que otro y nos hemos puesto en marcha para volver a nuestros respectivos domicilios.
Unos han vuelto en coche y otros en tren desde la estación de Anoeta.


Hemos comenzado a andar desde la estación de Tolosa sobre las 8 horas y 24 minutos y terminado en Hernialde sobre las 13 horas y 35 minutos.
El tiempo efectivo empleado en el recorrido ha sido de unas 4 horas a una media de 2,8 kms./hora.
El tiempo dedicado a fotos, descansos, cambio de ropa, "hamaiketako", etc., ha sido de 1 hora y 10 minutos. 

El desnivel total acumulado ha sido de unos 815 metros en ascenso y de unos 587 en descenso.
La longitud total de la travesía ha sido de unos 11 kms.


El recorrido no tiene mayor dificultad técnica. 
Si se quiere hacer más cómodo se puede evitar la cima de Olamuño y continuar por la GR y para llegar a Lizarbakarra, en lugar de subir la loma al lado de la alambrada, se puede seguir la PR-GI-80 que hará la subida más suave. 
Los caminos están bastante bien marcados si se siguen la GR y la PR, de lo contrario es mejor utilizar GPS con un buen "track".
El resto de caminos son bastante buenos, salvando la bajada hacia Hernialde que se trata de un sendero con bastante zonas de piedras.

Desde Hernialde hemos vuelto a nuestros respectivos domicilios gracias a los vehículos de nuestros compañeros y del propietario del "rancho".