Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 25 de enero de 2017

(20170125) Deba-Santa Katalina-Aitzuriko kobak-Mendatagaina-Sakoneta-Elorrixa-San Telmo-Zumaia.

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Por la alameda de Deba.
Bien protegidos contra el frío.
Comenzamos la subida.
Subiendo.
Pasamos al lado de la casa con el caracol.    En la foto el caracol.
Vista sobre la casa.
Panorama desde la zona de la casa anterior.
Los saltos de alambrada son habituales.
Ermita de Santa Catalina.
Restos del antiguo caserío anexo a la ermita.
Vistas de la costa desde Santa Catalina.
Puente elevado sobre la carretera general.
Puente totalmente de madera.
La carretera general.
Vista sobre la construcción.
El puente está muy bien construido.
Llegamos a la zona de la depuradora.
Otra vista sobre la depuradora.
Zona de indicadores y giro hacia el mirador de Itxaspe.
Zona de giro.
Vistas desde el mirador de Itxaspe.
Hacia la zona de Zumaia.
Sobre la rasa mareal.
Un túnel antiguo del anterior trazado del tren.
Este otro pequeño lo atravesamos.
Todavía sigue haciendo frío.
Aitzuriko punta donde se encuentran los agujeros ocasionados por el mar.
Hacia las cuevas nos dirigimos.
Una de ellas.    En este caso es la pequeña ya que la marea nos impiden llegar a la mayor.
Zona de las cuevas.
Estos se refugian en otra anterior.
Vista de la cueva pequeña desde la zona de las grandes.
Posando para el fotógrafo.
Volvemos al camino principal por las rocas.
Llegamos al camino atravesando otro pequeño túnel.
Atravesamos este túnel que tiene desprendimientos al principio pero que está bastante bien.
Túnel que atravesamos.    En la parte final hay bastante barro.
Panel en la cima de Mendatagaina.
Desde Mendatagaina.
Abajo la zona y pequeña cala de Sakoneta.
Vistas sobre la costa.
En Mendatagaina.
Atravesamos un pequeño puente en dirección a Sakoneta.
El pequeño puente.
En este punto fluye el agua de una pequeña "erreka".
Zona de la cuerda para subir o bajar a la cala.
Letrero indicador de la cuerda.
Seguimos hacia Sakoneta.
Vemos Punta Sakoneta.
Abajo las bordas de Sakoneta.
Rasa mareal desde Punta Sakoneta.
Desde Punta Sakoneta.
Vértice geodésico en Punta Sakoneta.
En Punta Sakoneta.
Cruzamos otro puente.
Otra vista del puente.
Zona de la cala de Sakoneta.
Zona de Portutxiki y la segunda cuerda de acceso al agua.
Panel y vistas desde Portutxiki.
Panel en Portutxiki.
En Portutxiki.
Continuamos cruzando puertas.
Por el camino nos encontramos con una moderna escultura de madera y piedras.
Cada paseante aporta su granito de arena o su piedra.
Seguimos entre pinos.
Ahora en zona despejada.
Barrio de Elorrixa.
Indicadores en Elorrixa.
Zona de pic-nic cerca de Elorrixa.     En verano suele estar muy concurrida.
Con juegos infantiles.
Mesas, fuentes y asadores.
Una de las fuentes.
Fuente en zona de giro de 90º.
Zona de giro.
Nos desviamos totalmente.
Al fondo vemos Punta Algorri.
Comenzamos a ver al fondo el pueblo de Zumaia.
Una pequeña cala cerca de Algorri.
Zona de bajada a la cala.
Punta Algorri.
Vistas desde Punta Algorri.
En Punta Algorri.
Vistas sobre la playa de Itzurun.
Zona del acantilado en Algorri.
Plaza de Itzurun.
Algorri desde la ermita de San Telmo.
Ermita San Telmo.
Playa Itzurun.
Ermita San Telmo.
En la ermita San Telmo.
Vistas de la ermita de San Telmo.
El pórtico de entrada en San Telmo.


Seguimos con las bajas temperaturas y por tanto optamos por realizar recorridos próximos a la costa para evitar las heladas y el consecuente riesgo de accidentes.      No siempre lo conseguimos ya que el frío llega hasta la costa.
Por todo lo anterior,  hoy hemos elegido un recorrido bastante conocido pero no menos atrayente.
Hemos pensado ir desde Deba a Zumaia disfrutando del "flysch", del sol y de las panorámicas sobre la costa y la rasa mareal. 

Para hacer algo distinto hemos introducido algunas variantes al recorrido, como visitar las cuevas de Aitzuri y subir a Mendatagaina, entre otras.

Los flysch son conjuntos de rocas sedimentarias o metamórficas compuestas por una alternancia rítmica de capas de rocas duras intercaladas con otras más blandas. 
Esta disposición favorece la erosión diferencial, pues las capas friables son desgastadas con mayor facilidad que las capas cohesivas.      Esto hace que las capas duras se queden en resalte y sin apoyo, que así son erosionadas más fácilmente, pero a la vez la existencia de las rocas duras protege a las blandas.

El término proviene del alemán y es relativamente antiguo, creado antes del estudio en detalle del fenómeno que describe.       Quiere decir fluir, deslizarse o «terreno que resbala».  

En el norte de la península ibérica, entre las localidades guipuzcoanas de Deba y Zumaia se encuentra la llamada Ruta del Flysch.       Es uno de los flysch más relevantes y en que mejor se aprecia su estructura, además de todas las secciones del Paleoceno, con una excelente conservación del registro fósil.     Forma el Geoparque de la Costa Vasca, incluido en la red de geoparques mundiales de la UNESCO.



La Rasa mareal es una plataforma rocosa costera, al nivel de la marea baja, que aparece por delante de un acantilado rocoso.     Se trata de una formación debida a la erosión del mar sobre éste, que se produce solo si se dan una serie de factores como son los tipos y disposición en capas de las rocas y una diferencia intermareal significativa (altura entre la marea alta y la baja). 
La rasa está, por tanto, ligeramente por debajo del nivel marino y es visible en la marea baja y ante la retirada del oleaje.

El oleaje va socavando la base del acantilado, lo que provoca posteriormente el derrumbe de la parte superior, en un proceso continuo que hace retroceder la pared rocosa, pero sin afectar a la zona por debajo del nivel de la marea baja.       Normalmente la roca sumergida reduce la fuerza del oleaje, por lo que su erosión sobre el acantilado disminuye y el proceso de retroceso se detiene a los pocos metros.          Sin embargo, en zonas donde la diferencia intermareal es grande, el oleaje es intenso y el tipo y disposición de las rocas es propicio, el proceso de retroceso continúa hasta decenas o centenares de metros, dando lugar a una plataforma de roca en el nivel de la marea baja que es la rasa mareal.

Un factor habitual para que se produzca una rasa mareal es que el acantilado se componga de flysch, capas delgadas de rocas duras intercaladas con otras más blandas y que estas capas estén en posición inclinada o vertical (por plegamientos montañosos).

Hemos comenzado a andar en la estación del tren de Deba y a la hora que hemos llegado hacía mucho frío, no sabemos la temperatura exacta pero con total seguridad era bajo cero. 
Nos dirigimos hacia la playa cruzando el bonito parque de la Alameda de Calbetón para llegar hasta la carretera general en el extremo Este de la playa.
Cruzamos la carretera y por detrás de unas casas nuevas (antiguamente el Hotel Playa), comenzamos a subir en dirección a la ermita de Santa Catalina.
Pasamos al lado de una casa que está en permanente construcción (no sé sabe si está acabada o no) y en la que destaca una especie de gran caracol.            Continuamos subiendo con bastante frío, a pesar de la cuesta y llegamos a la ermita de Santa Catalina.


Se sabe que desde 1515 y hasta 1869 la ermita fue administrada por un patronato presidido por el Alcalde de Deba, cuidada por una "serora" y custodiada por el colono que habitaba el caserío adosado a la ermita.        En 1778 se procedió prácticamente a su reconstrucción, junto con la vivienda adosada, llamada casería de Santa Catalina, aprovechando materiales de las ermitas cerradas en aquel tiempo de Santiago Apóstol y San Juan Evangelista.
La última reconstrucción data de 1997 gracias a un grupo de debarras que tomaron conciencia de la situación y aportaron medios económicos y trabajo.
En la actualidad se sigue manteniendo la costumbre de celebrar romerías en la campa el día de San Juan Bautista. 

Las vistas desde la ermita son fantásticas. 
El sol comienza a calentarnos la cara y nos vemos en la necesidad de sacar las gafas de sol. 
Buena señal.       Todavía no nos quitamos ropa ya que sigue haciendo mucho frío.
Comenzamos a bajar hacia el otro lado y volvemos a cruzar la carretera general, pero esta vez por un paso elevado totalmente construido en madera que es una auténtica gozada. 

Después de cruzar al otro lado continuamos bajando en dirección a la depuradora de aguas. 
A pesar del frío que hace, el olor que desprende la depuradora se deja notar. 
Está claro que las heladas de la noche no han sido capaces de congelar este tipo de aguas residuales.
Atravesamos la zona de la depuradora y comenzamos a subir un poco hasta llegar a una zona con unos postes indicadores donde giramos y nos dirigimos hacía la zona del mirador de Itxaspe. 

Nos entretenemos unos minutos sacando algunas fotos y retomamos el camino para pasar al lado de un antiguo túnel del tren.
 
En esta zona vamos por el antiguo trazado del ferrocarril y pasamos por otro pequeño túnel.
Un poco más adelante nos desviamos hacia la izquierda con intención de bajar hacia el mar para después de caminar por las piedras dirigirnos hacia la punta saliente en la que se encuentran las cuevas o agujeros erosionados por el mar que se les conoce como Aitzuriko kobak. 

Únicamente podemos llegar hasta la primera ya que la marea está subiendo y nos dificulta mucho poder pasar para visitar la segunda.
Después de unas fotos damos la vuelta y volvemos sobre nuestros pasos para alcanzar el camino principal.
Atravesamos un largo túnel del viejo trazado del ferrocarril y después de pasarlo comenzamos a subir, otra vez,  con intención de llegar a la cima de Mendatagaina.
Una vez en la cima aprovechamos el sitio y el sol para detenernos unos minutos y comer algo de fruta, frutos secos, etc. y también beber algo de agua. 

Aprovechamos el momento para quitarnos ropa,  ya que la sensación de frío ya no es tanta.
Poco después continuamos el camino siguiendo un pequeño sendero por los acantilados hasta que llegamos a la que llaman Playa de Mendata en la que nos encontramos una cuerda de ayuda para poder subir y bajar a la playa.          La miramos con curiosidad y vemos que una persona sube llevando una hermosa tabla de surf.       Nos apiadamos de él y seguimos adelante.
Continuamos bordeando los acantilados y llegamos a la zona de Sakoneta. 

Unos deciden subir a Punta Sakoneta y otros bajan directamente a la playa. 
A los pocos minutos nos agrupamos y continuamos juntos.
Un poco más adelante llegamos a la zona de Portutxiki en donde volvemos a ver otra cuerda que sirve de ayuda para subir o bajar hacia el mar. 

La miramos y tampoco le hacemos mucho más caso.
Comenzamos a subir hacía el interior y en dirección al barrio de Elorrixa.
Un poco más tarde llegamos a la zona del casco principal de Elorrixa y poco más adelante a una zona con mesas, asadores y fuente que está muy bien preparada para disfrutar de un buen pic-nic.

Seguimos adelante continuando las marcas de la GR-121 Vuelta a Gipuzkoa y llegamos a un punto en el que nos desviamos totalmente a la izquierda. 
En este punto nos encontramos con unos bancos, una fuente y una indicación de Camino de Santiago.
No estoy seguro si es en esta zona o un poco antes cuando nos ocurre lo siguiente:
Nos encontramos en plena pendiente y atravesamos una puerta de madera para proteger al ganado que en uno de los extremos tiene una pequeña puerta metálica con una especie de bisagra improvisada.      En lugar de abrir la puerta grande pasamos por la pequeña puerta metálica, cuidando de dejarla como estaba.
Al poco rato vemos que baja por la pista de barro un todo terreno coreano con aspecto más de lucirlo tomando "potes" por la zona de Poza en Bilbao que destinado a labores rurales.
Cinco metros más abajo se detiene y abriendo la puerta del vehículo de par en par comienza a "jurar" bajando santos de los altares y acordándose de toda la familia de San José,  el carpìntero de Nazaret.
Al bajar del vehículo nos damos cuenta que es más fácil saltarlo que rodearlo.
Sin más preámbulo nos espeta:      "No sabéis andar por el monte o qué".       "Habéis dejado la puerta abierta".       
Todo ello acompañado con más juramentos e insultos.
Le contestamos en el mismo tono que nosotros no hemos utilizado la puerta de madera y que hemos pasado por la metálica lateral.
Se va acercando a la puerta y como ve que no tiene argumentos, ahora comienza a decir que la puerta metálica la hemos cerrado al revés.
Le seguimos comentando que está bien cerrada y que únicamente tiene un sentido de cierre.
Al final él sigue con sus juramentos y optamos por continuar nuestro camino y dejarle en paz, ya que lo único que tenemos claro es que le molestaba que pasásemos por esa pista embarrada, porque consideraba que son sus tierras.         No tiene muy claro lo que es la servidumbre de paso, sobre todo cuando se trata de caminos perfectamente catalogados y balizados.
Total que vuelve a subir a su vehículo y retrocede hasta su caserío.      Todo ello en una distancia de unos 200 metros.
Esa persona (por llamarle de alguna forma) no es un auténtico "baserritarra", únicamente se le puede calificar como "aldeano" maleducado, aplicando la acepción peyorativa de la palabra.
Posiblemente, al levantarse este día de su cama, se tropezó y cayó encima de una banqueta con la buena fortuna de golpearse el testículo izquierdo y producto de la inercia del golpe repercutió en el derecho, lo que le produjo un dolor de "pelotas" (nunca mejor dicho), que todavía le mantenía rabioso.

Continuamos en dirección al mar y al poco rato divisamos la Punta Algorri con su característico color rojizo.         Bajamos hacia una pequeña cala y a continuación subimos a Punta Algorri. 
Avanzamos con la parte alta de Algorri hasta llegar a la ermita de San Telmo. 
Unas cuantas fotos más de la zona y de la playa de Itzurun, etc., y comenzamos a bajar hacia el pueblo de Zumaia con intención de refrescarnos un poco y poder comer algo.

Al final y aunque era un poco tarde,  nos metemos en un "jatetxe" donde después de un pequeño aperitivo nos sentamos para comer lo siguiente:


-Patatas a la riojana y ensalada mixta.
-Pimientos rellenos, pollo asado y entrecot con patatas fritas.
-Postres variados, cafés y varios "digestives".
Todo lo anterior perfectamente regado con un tinto digno de estudio científico, con denominación de origen Ribera del Urola.     En una primera aproximación parecía bastante correcto, en nariz hacía palidecer y después de un primer contacto con el paladar se podía percibir un conjunto de varios sabores dignos de una buena depuradora.       
En definitiva, nada que no se pueda arreglar con un poco de "gure gaxeosie".

Después de una pequeña sobremesa nos hemos dirigido hacia la estación del tren con intención de volver a nuestros respectivos domicilios.

El recorrido no tiene mayor dificultad salvo la zona de playa y rocas que va hasta la zona de Aitzuriko kobak, en la que hay que andar con cuidado porque es necesario utilizar las manos para llegar hasta las oquedades de la roca.      

Hemos comenzado a andar en la estación de Deba sobre las 8 horas y 46 minutos y terminado en el pueblo de Zumaia sobre las 14 horas y 50 minutos.
El tiempo efectivo utilizado en el recorrido ha sido de unas 4 horas y 55 minutos a una media de 3,2 kms./hora.
El tiempo dedicado a fotos, cambio de ropa, descansos, "hamaiketako", etc., ha sido de 1 hora y 4 minutos. 

El desnivel total acumulado en ascenso como en descenso ha sido de unos 770 metros.
La longitud total de la travesía ha sido de unos 15,5 kms.

Tanto para ir a Deba como para volver de Zumaia hemos utilizado Euskotren.