Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 12 de febrero de 2014

(20140212) Mugiro a Leitza por vía verde Plazaola.

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Inicio en Mugiro con bastante hielo y frío.
Era necesario pisar con cuidado.
Detalle de Mugiro.
Contemplando Aralar con mucha nieve.
Los vigilantes del pueblo.
Panorama de Aralar.
Bajando hacia la presa.
La presa y el sendero de la vía verde.
Detalle de la pared y puente de la presa.
Bajando hacia la presa.
Continuamos la vía verde hacia Lekunberri.
Unos de los numerosos viaductos.
Otra panorámica sobre Aralar.
Llegando a Lekunberri.
Estación de Lekunberri.
Estación de Lekunberri.
Indicadores al lado estación.
Cruzando el pueblo.
Cielo despejado y frío intenso.
Una de las zonas con mesas.
Cruzamos un puente.
Entrada al túnel Bartolo.
Interior túnel Bartolo.
Salimos del túnel Bartolo.
Por el valle de entrada a Huitzi.
La nieve se nota.
Una pose de muñeco de nieve.
Estación de Huitzi.
Edificios cercanos a la antigua estación de Huitzi.
Otra de la estación de Huitzi.
Entrada al túnel de Huitzi.
Cartel con indicación de la longitud del túnel.
Interior del túnel.
Zonas bastante secas.
Salida de agua por la pared.
Formaciones curiosas.
Parece una cueva.
Estas formaciones no han costado tantos años.
¿Túnel para qué?
Más formaciones curiosas.
¿Túnel de Huitzi o Ekain ?
¿Había hierro?
Salida túnel Huitzi.
Indicadores a la salida del túnel.
Otro detalle de la salida del túnel.
Zona bien protegida.
Todavía quedan restos de nieve.
Lugar del "hamaiketako".
Entrada a otro túnel.
Zona de acampada.
Cruce de caminos.    
Postes indicadores en el cruce.
La vía verde gira para comenzar el descenso.
Zona de las esculturas de Perurena.
Vistas lejanas de las piedras.
Nos dirigimos hacia otro túnel.
Otra vista de las esculturas de Perurena.
Estamos cerca de Leitza.
Fuente con varias salidas.
Un buen trago.
Muy bonito el sendero.
Zona de desvío hacia el pueblo de Leitza.
Cruzamos la "langa" y comenzamos la bajada a Leitza.
Al fondo se ve el pueblo.
Leitza.
Bajando al pueblo.
Antigua fuente y lavadero.
Iglesia de Leitza.
Otra toma de la iglesia.
Antiguo lavadero.
Detalle del lavadero.
Otra vista del lavadero.
Plaza principal de Leitza.
Ayuntamiento de Leitza.
Una de las rotondas en Leitza.

Esta vez tampoco teníamos una climatología favorable por lo que tuvimos que desistir del plan que lleva varias semanas en espera (Vuelta por Aiako Harria y sus embalses), y recurrir a la vía verde del Plazaola.
Para completar esta vía verde solo nos queda la parte de Mugiro a Irurtzun, pero tenemos dudas sobre el estado del trazado.       Investigaremos durante los próximos días para tenerlo como alternativa.
Esta travesía que nos ocupa empezó un poco enrevesada.     El conductor oficial tuvo problemas con su vehículo y tuvimos que improvisar a última hora la forma de transporte al punto de inicio, es decir, a Mugiro.
Solventado este problema nos pusimos en marcha conforme al horario y nos dirigimos hacia Mugiro.     En plena autovía nos encontramos con un camión y su remolque (cerca de Lekunberri) accidentado y que se había llevado por delante varios metros de "quitamiedo".       Debido a la temperatura ambiente y el estado de la carretera se apreciaba cierta capa de hielo, que afortunadamente no nos afectó.       Llegamos al centro del pueblo de Mugiro y después de aparcar los coches nos dimos cuenta que estaba totalmente helado.     El asfalto resbalaba, las zonas de piedra estaban cubiertas de una capa de hielo, parecíamos un grupo de bailarinas con "tu-tu" pisando huevos.       Conseguimos llegar a una zona de hierba y comenzamos a descender en dirección al río y al sendero de la vía verde.          A los pocos minutos llegamos a una presa y después de unas cuantas fotos nos pusimos en camino dirección Lekunberri.         Una hora después, aproximádamente, y con bastante frío llegamos a la antigua estación de Lekunberri.       Continuamos camino y un poco más tarde llegamos al primer túnel importante del camino:   El túnel Bartolo.
Después de pasar el túnel nos desviamos hacia el valle del Larraun hasta llegar a la antigua estación de Huitzi y un poco más tarde el túnel de Huitzi.     Este túnel es muy largo (2.700 metros) y dicen que en su época era el más largo del estado.     Está iluminado por tramos y funciona con sensores de presencia que no siempre tienen un correcto funcionamiento.     Hay zonas que el suelo está seco y en otras totalmente anegado de agua (en nuestro caso había zonas que el agua alcanzaba varios centímetros de altura).      Al final y con calzado no impermeable:      Pies mojados.
En el recorrido nos encontramos con casos curiosos:    Varias surgencias de agua por la pared y por el suelo, formaciones de estalactitas y estalagmitas con coloridos varios, etc. etc.
Nos costó unos 40 minutos atravesar el túnel.     Aunque está iluminado, es conveniente llevar linterna o similar para evitar problemas con los sensores de presencia, que no siempre funcionan.
Salimos del túnel y a los pocos metros nos metemos en otro mucho más corto y sin iluminación.     El camino continúa y llegamos a una zona recreativa con mesas, que aprovechamos para nuestro "hamaiketako".
Un poco más adelante llegamos a un cruce en el que por la izquierda sale un sendero que llega a Leitza por la ribera del río Erasote y por el otro lado sigue la vía verde.      Nosotros continuamos por la vía verde.
Un poco más adelante llegamos a una fuente de la que salía agua por casi todas partes.       No sin hacer la consabida "probaketa", continuamos hasta llegar a una zona que tenía una "langa" metálica.     Por la derecha la vía verde continuaba hasta llegar a la antigua estación de Leitza pero nosotros nos desviamos a la izquierda para comenzar a bajar directamente al centro del pueblo.         Llegamos por un sendero hasta la iglesia y de allí, pasando por el antiguo lavadero, llegamos hasta la plaza principal y el ayuntamiento.
Después de una pequeña vuelta por el pueblo y cerciorarnos de la hora del autobús, nos dirigimos a una "taska" con intención de tomar un refrigerio.       Blancos, cañas, etc., acompañados por un platillo de olivas verdes y sus respectivos comentarios sobre la forma de tratamiento de las aceitunas, tanto verdes como negras, para su consumo.      También estuvimos diseñando una máquina capaz de extraer el hueso de las aceitunas, introducir un trozo de antxoa, tapar el agujero producido y además obtener una brocheta de cuatro aceitunas.       Por supuesto que a este ingenio solamente era necesario introducirle las aceitunas verdes recién cogidas del olivo, unas cuantas antxoas crudas y frescas, agua de mar y aceite de oliva virgen. El ingenio era capaz de madurar las aceitunas, poner en salazón las antxoas, limpiarlas, trocearlas y añadirles el toque de aceite necesario.        
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Después de estos ratos sobre los inventos del TBO, nos dirigimos al lugar del "condumio".
Nos atendieron muy bien y de manera agradable.       El propietario nos invitó a realizar una pequeña degustación de sus productos.
Comenzamos con coliflor con patatas y refrito, sopa de cocido y pimientos rellenos.    Nos invitó a probar los pimientos rellenos.    Como segundos había un guiso de ternera de Leitza (exquisito), filete y también lenguado rebozado.     Postres variados, café y algo de agua bendita.
Todo lo anterior estuvo regado con un tinto de Cascante joven, con aromas elegantes, tonos granate oscuro y brillante, gusto teja, tierra, vainilla y algo floral.      En definitiva, un vino en el que "gure gaxiosie", se hacía imprescindible.
Después de una pequeña charla con el propietario, pagar la cuenta y dirigirnos a la parada del autobús, llegó el mismo y nos trasladó hasta el cruce que en Lekunberri sube a Mugiro.        Después de un kilómetro, aproximádamente, llegamos al lugar donde habíamos aparcado los coches.
Nos pusimos cómodos y tomamos el camino de vuelta hasta nuestros respectivos domicilios.

Hemos comenzado a andar en el pueblo de Mugiro sobre las 8 horas y 15 minutos y terminado en el centro del pueblo de Leitza sobre las 12 horas y 30 minutos.
El tiempo efectivo utilizado en la travesía ha sido de unas 3 horas y 30 minutos a una media de 4,5 kms./hora.
El tiempo dedicado a fotos, agua, "hamaiketako", etc. ha sido de unos 45 minutos.
El desnivel acumulado en ascenso ha sido de unos 105 metros y en descenso de unos 225 metros.
La longitud total de la travesía ha sido de unos 15,8 kms.

Hemos llegado en coche hasta el pueblo de Mugiro y lo hemos aparcado allí.      A la vuelta desde Leitza hemos cogido un autobús sobre las 15,30 horas (no hay más por la tarde), que pasa por Lekunberri y nos deja en el cruce a Mugiro.     Desde aquí solo nos queda caminar por la carretera durante 1 km. para llegar al pueblo.

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