Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 21 de marzo de 2012

(20120321) Zestoa-Iraeta-Aizarnazabal-Oikia-Getaria-Zarautz.

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Antigua estación de Zestoa.

Comenzamos por lo que queda de la vía verde del Urola.

Uno de los pocos túneles.

Todavía es vía verde.

Llegando a Iraeta.

En el cruce de la "txabola" encantada.

Todo son indicadores y saludos.

Efusivos saludos.

Aprovechamos una fuente, que es gratis.

Detrás de la fuente con su mesa y todo.

Nuestro camino entre kiwis.

Bonito caserío en nuestro camino.

Llegando a Oikia.

Un pequeño "hamaiketako" en el frontón de Oikia.

¿Puente medieval o solo antiguo?

Controlando la zona.

Entre viñedos de "txakolí".

No tuvimos otro remedio.

Empalmamos con la GR-121.

Desde el camino de la izquierda hemos llegado.

Un hotel de cuatro estrellas entre los viñedos. !En esta zona no nos extraña nada¡

Y después de dar la vuelta al mundo se quedó tan tranquilo.


Esta no era la excursión planificada para hoy pero las inclemencias del tiempo han obligado a optar por el plan B. La primera idea era subir hacia Izarraitz pasando por todas las cumbres, Erlo, Xoxote, Kakuta, etc. y volver por la zona de Sastarrain. En principio no desistimos y después de coger el autobús de La Guipuzcoana, sobre las 7,30 horas, que va de Donostia a Azkotia llegamos a Zestoa sobre las 8 horas y 10 minutos, aproximádamente.

Unos pocos minutos de debate después y visto el tiempo reinante, nos inclinamos por intentar averiguar hasta dónde llega la vía verde del antiguo tren del Urola. Comenzamos a andar y seguía lloviendo, pasamos por un par de túneles y llegamos al barrio de Iraeta donde ya se pierde el trazado del antiguo tren.

Desde Iraeta continuamos hasta llegar a la zona famosa de la "txabola" encantada, que además está llena de cosas curiosas, indicadores por todas partes y saludos efusivos. En este punto, que además es un cruce de caminos, estuvimos debatiendo si continuábamos camino directo a Zumaia o seguíamos hacia Aizarnazabal, Oikia, etc. Optamos por la segunda y seguimos hasta llegar a Aizarnazabal y posteriormente a Oikia. Después de pasar Iraeta y según subíamos un pequeño repecho, observamos que en la parte final se asomó una chica con un perro de color negro. !Qué aspecto no tendríamos para que el perro diese media vuelta rápidamente¡

Un poco más tarde alcanzamos al perro y a su dueña y estuvimos un rato comentando lo sucedido. Nos dijo que era cierto, que el perro se había asustado, pero no sabía si era porque estábamos totalmente cubiertos por la lluvia o por otra cosa, pero lo cierto es que el perro no se atrevía a acercarse y además emitía un sonido un tanto extraño, como si se hubiese tragado un pequeño transistor y no conseguía sintonizar nada. Poco a poco se fue acostumbrando y aunque todavía no se acercaba mucho ya comenzó a ladrarnos. Su dueña nos contó que no hace mucho tiempo se le escapó en Izarraitz y estuvieron bastante tiempo buscándole y al final apareció a bastante distancia de donde estaban.

Estamos en un momento de la historia de la humanidad en que ni los perros son lo que eran, ni las dueñas de los perros se pueden sentir protegidas con un perro a su lado.

Nos despedimos y continuamos camino hacia Oikia donde nos paramos unos minutos para comer algo de fruta, frutos secos y demás. Como todavía llovía nos refugiamos en el frontón.

Desde allí y después de atravesar el Urola por un bonito puente iniciamos otra subida hacia la zona del caserío Arteaga para desde allí subir hasta el camino de la GR-121.

Después de cruzar el río y pasar por debajo de las vías del tren llegamos a la zona de Arteaga, pasamos entre todos sus perros y en ese momento es cuando surge una voz que dice:

"Tranquilos que esta parte controlo yo".

A partir de ese momento y hasta alcanzar los postes indicadores de la GR tuvimos que subir entre zarzas, agacharnos para evitar una alambrada de espino camuflada en la que a punto estuvimos de dejarnos cualquier parte de nuestra anatomía, continuamos subiendo por una pequeña "erreka" (literal), pasamos haciendo equilibrios sobre un muro que sostenía unas nuevas plantaciones de "txakolí", tuvimos que bajar hasta las vides y al final conseguimos llegar al camino. Menos mal que no era Septiembre y las parras llenas, ya que en ese caso no hubiésemos podido salir vivos del lugar.

Poco a poco y esta vez ya por un camino más propio continuamos en dirección a Getaria a donde llegamos un poco más tarde y a través de una calzada medieval. Una vez en el pueblo estuvimos dudando si sentarnos directamente en el comedor del Elcano o visitar el museo Balenciaga.

En vista que en el Elcano estaban haciendo un reportaje televisivo y que en el museo no nos dejarían entrar porque estábamos llenos de barro por todas partes, decidimos entrar en el primer bar que encontramos en el pueblo con intención de beber una botella de "txakolí" con un platillo de olivas.

Después de cumplir este pequeño "gustoko" continuamos camino hacia Zarautz por el sendero del litoral.

Un poco más tarde entrábamos en el pueblo y nos dirigimos directamente a la Plaza de la Musika y desde allí fuimos al restaurante Txikipolit (grande, espacioso y no con mucha gente).

Rápidamente nos atendieron y comenzamos a degustar un buen menú:

-Ensaladas, arroces, vainas, etc.

-San Jacobos, muslos de pato, pescado, etc.

Postres variados y todo lo anterior regado con un caldo color negruzco, excesivamente frío, en el que se podía leer que era muy recomendable tomarse un comprimido de Omeprazol (protector de estómago) antes de probarlo. Otros más inteligentes estuvieron bebiendo sidra.

Para aprovechar lo anterior tomamos un poco de café y algo de agua bendita.

Desde allí nos dirigimos hacia la estación de Euskotren y a los pocos minutos llegó el convoy que nos condujo a nuestros respectivos domicilios.

Bonita travesía aunque el tiempo no haya acompañado.


Hemos comenzado a andar en el centro de Zestoa sobre las 8,15 horas y terminado en el centro de Zarautz sobre las 13,45 horas.
El tiempo efectivo utilizado en la travesía ha sido de unas 4 horas y 30 minutos a una media de 4,3 kms./hora.
El tiempo dedicado a fotos, quitar ropa, poner ropa, "hamaiketako", txakolí en Getaria, etc., etc., ha sido de cerca 1 hora.
El desnivel acumulado en ascenso ha sido de unos 620 metros y de 680 metros en descenso, aunque creo que es un poco exagerado y me inclino a pensar que está más cerca de los 400 metros.
La longitud total de la travesía ha sido de unos 19,5 kms.

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