Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 27 de julio de 2011

(20110727) Circular Ganuza-Puerto Muneta-Sartzaleta-Barranco Sologorri-Ganuza.

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Iniciando el ascenso.


Sendero en el bosque de encinas.


La gran pared.


El sendero se convierte en pista.


Al lado de una sima.


Seguimos en el bosque.


Formación de líquenes. ¿Euskadi tropical?


Ya en la parte superior de la sierra, preparándonos para el "hamaiketako".


Salimos al raso.


Una primera vista del valle.


¿Contemplando las vistas?


En la parte superior de la sierra.


Vistas de las paredes que conforman la sierra.


Vértice geodésico de Sartzaleta.


Foto de familia en la cima.


Una de las posibles salidas hacia el valle............., si tienes parapente.


La zona de los mirones.


Bonita pose.


Mirones en el mirador.


Otra panorámica del valle.


Buitre a la espera de su recompensa.


El mismo buitre un poco más desesperado al ver que su posible comida se escapaba.


Otra vista de los impresionantes farallones.


Naturaleza muerta.


Naturaleza viva.


Bajando por el barranco hacia el pueblo.


Charlando con Sancho Garcés.


El famoso castillo de Monjardin.


Fuente medieval en Villamayor de Monjardin.


El interior del recinto de la fuente.


Bonitos arcos en el recinto de la fuente.


Teniendo en cuenta que no teníamos respiro con la lluvia, decidimos buscar otros lugares fuera de nuestro hábitat natural.


Entre que teníamos problemas para cambiar de día y que Iñaki nos ofreció una alternativa que nos pareció perfecta para evitar mojarnos........., quedamos de acuerdo para hacer una visita a la Sierra de Lokiz.


Quedamos citados en los lugares habituales y con poca provisión de pan, emprendimos camino hacia el pueblo de Ganuza, que es desde donde comenzábamos nuestra excursión.

El tiempo era bastante bueno, estaba nublado pero de vez en cuando aparecían algunos claros y eso nos alegraba.

Teniendo en cuenta que hasta cerca de Pamplona estaba lloviendo de manera persistente, el tiempo en esta zona era excelente.

Nos pusimos en marcha y desde el principio ya tuvimos problemas: Teníamos dos GPS's y los dos convencidos que teníamos introducida la misma ruta, pero..........., craso error. Cada uno teníamos una ruta distinta. Al cabo de unos pocos minutos nos dimos cuenta del problema.

No hicimos caso a uno de ellos y continuamos con las indicaciones del otro.

Comenzamos a subir por senderos y pistas de manera paralela a la sierra, es decir, en dirección noreste.

Poco a poco llegamos a la zona de acceso a su meseta por el Puerto de Muneta y desde allí comenzamos a salir del bosque a la zona despejada.

Las vistas eran muy bonitas y casi todo el terreno estaba repleto de boj, de encinas y de hayas, los arbustos eran abundantes, nos encontrábamos con lavanda, brezo, etc.

Por decisión unánime dejamos a un lado la ermita de San Damián y continuamos camino hacia el centro de la meseta para llegar al vértice geodésico de Sartzaleta. Posteriormente bordeamos los farallones mientras contemplábamos las vistas sobre los numerosos pueblos del valle, contemplando al fondo Estella y Montejurra, también podíamos ver el castillo de Monjardin (qué trabajo nos dio), etc., etc.

Continuamos camino entre los arbustos intentado elegir el mejor sendero hasta que llegamos al barranco cercano a la ermita de Santiago. La ruta nos llevaba hacia la ermita y posteriormente continuar camino hasta bajar por el otro extremo de la sierra, pero por decisión unánime comenzamos a bajar por el barranco en dirección al pueblo.

Se conoce que se había despertado el apetito. La verdad es que era una bajada bastante fea y resbaladiza, tenía mucha piedra suelta y resultaba fácil dar un mal paso. Llegamos a una pequeña cueva, que por supuesto la visitamos y continuamos bajando hasta llegar al pueblo.

Una vez en el coche recogimos los víveres, nos pusimos cómodos y nos dirigimos al lavadero para intentar comer algo, ya que todos teníamos bastante apetito.

Nuestro menú (aunque escaso en pan) consistió en lo siguiente:

-Bivalvos celtas a los aceites esenciales.

-Sardinillas pichardus en cama de carpaccio de olivas de Antequera.

-Paté de túnidos de los mares del norte.

-Finezza de testa de singularis porcus bretón.

-Carpaccio celta de lacón en salsa de grelos.

Todo lo anterior perfectamente regado con un blanco de la tierra, afrutado, con algo de aguja y en su mejor temperatura.

Para terminar pudimos degustar un caldo de uva tinta, de las tierras de Toro que denotaba su fuerza por los cuatro costados, además de poder paladear sabores tierra, vainilla, regaliz y algo de madera. Era redondo y su retrogusto extraordinario.

Para terminar tomamos café de termo acompañado con un poco de agua bendita.

Una vez recogida la basura y la zona, fuimos al pueblo de Villamayor de Monjardin con intención de tomar otro café, cosa que hicimos sin mayor dificultad.

Después de una visita turística al pueblo y a su famosa fuente medieval, nos pusimos en marcha con intención de volver a nuestros respectivos lugares de origen.


Hemos comenzado a caminar sobre las 8,30 horas y terminado en el mismo lugar de Ganuza a las 14 horas y 20 minutos.
Hemos empleado un tiempo efectivo de 4 horas y 30 minutos a una media de 3,5 kms./hora.
El tiempo dedicado a "hamaiketako", fotos, descansos, etc., ha sido de 1 hora y 20 minutos.
El desnivel total acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 620 metros.
La longitud total de la excursión ha sido de unos 16 kms.


miércoles, 20 de julio de 2011

(20110720) Circular Guardetxe-Beloki-Albi-Guardetxe.

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En "guardetxe" preparados para salir.

Midiendo el "trikuharri" para un futuro.

Leyendo los paneles a pesar de la niebla.

La niebla se hizo notar.

Ermita en Igaratza.

Caballos en la niebla.

Pardillos en la niebla.

Midiendo otro dolmen, por si acaso.

Contemplando las posibilidades.

Siguen los pardillos entre la niebla.

Posando en Unagako putzua.

Parece que despeja.

¿Subimos al Beloki?

Borda de verano.

Estela conmemorativa del fallecimiento de un capuchino.

Estos también la "pican" y no a todos les beatifican.

Borda de invierno.

En el dolmen de Albi, comparando con los anteriores.

Lugar reservado para el almuerzo.

Nuestro almuerzo fue............., casi, casi bajo palio.


Después de casi un mes en dique seco gracias al cojo de Alburquerque, retomamos los miércoles con intención de hacer una excursión suave, corta y por terrenos lisos y nada abruptos.

Quedamos citados en los lugares de costumbre a las 7 horas y tuvimos algunos problemas para poder conseguir pan.

Estaremos en momentos de crisis de todo tipo: Dineraria, financiera, ética, política, religiosa, etc., pero.....................!!! en este país no madruga ni Dios.¡¡¡

A las 6,45 horas estaba todo más cerrado que un "after hours" a las cinco de la tarde.

De cualquier manera pudimos conseguir algo de pan y nos pusimos en camino a Aralar y más concretamente hacia el parking de guardetxe.

Una vez en el parking nos pertrechamos con lo que teníamos ya que el tiempo era el habitual, es decir, niebla y lluvia. Como antes he comentado tendremos crisis de todo tipo, menos hídrica.

La intención era dar una vuelta por Igaratza, Unagako Putzua, la falda del Beloki y volver al parking saliendo por la zona de Albi.

El paisaje magnífico, las vistas excelentes y las majadas espectaculares.

Había momentos en los que conseguíamos ver el dolmen de turno, porque nos tropezábamos con él.

!Vaya día¡ Cuando dejaba de llover, nos mojaban las hojas de los árboles en el bosque, cuando no llovía y no íbamos por el bosque, la espesa niebla nos empapaba..........,etc., etc.

La solución fue la de siempre: Ponernos los pantalones y demás prendas de agua y a los pocos minutos dejó de llover y comenzó a despejarse.

Pasamos por la zona de Errenaga (Igaratza) y continuaba lloviendo, seguimos camino y después de hacer un alto para comer algunos frutos secos, galletas, etc., intentamos elegir el mejor camino para volver, ya que teníamos algunas dudas.

Estábamos en la falda del Beloki pero no teníamos claro si pasar por la izquierda o por la derecha y la niebla tampoco nos ayudaba. Estuvimos a punto de subir a la cima para volver por la otra ladera, pero al final Juanma recordó una zona que solíamos pasar cuando nuestros hijos eran pequeños, es decir, hace unos 20 años, más o menos.

!El "tío" se acuerda¡ !Y encima tiene razón¡

Chaval, yo en tu lugar me sacaría esa neurona que te funciona y la pondría en formol, por si acaso.

Ese camino que recordaba era un sendero que nos llevaba a buen sitio, pero desde ese momento la excursión dejó de ser suave y por terrenos nada abruptos.

Rocas resbaladizas, barro por todas partes y miedo a las caídas. Al final tuvimos que utilizar los bastones ya que solo nos hubiese faltado caernos en las rocas y el barro, pero con los bastones en la mochila.

Al final salimos a la carretera en la zona de Albi y desde allí en pocos minutos llegamos al parking de "guardetxe".

Teníamos dudas para elegir el sitio de la comida, podíamos subir hasta la zona de San Miguel y utilizar las mesas del "aterpe" libre o quedarnos en el mismo parking y utilizar una mesa preciosa que estaba muy protegida.

Nos decidimos por esta última opción y muy a gusto dimos cuenta de nuestras viandas.

Nuestro menú degustación consistió en lo siguiente:

-Delicias de ventresca de bonito en cama de langostinos de Hernialde.

-Sardinillas pichardus a los óleos vírgenes de Antequera.

-Carpaccio de testa de singularis porcus a la pimienta blanca.

-Finas láminas de "saucisson" de porco ibérico adobado con selección de brotes de pimentón de la vera extremeña.

-Lo anterior estuvo perfectamente regado con un varietal blanco, producto de la tierra, con algo de aguja, muy afrutado y con tonos que evocaban sabores tan variados como: Mar, raíces de tierra mojada, lodo impregnado de la simiente de la parra que deriva en la uva necesaria para obtener tan preciado néctar.

Para ultimar tan sublime almuerzo, saboreamos un concentrado de café Kenia con todo su aroma.

Para finalizar esta sinfonía de sabores, libamos una ligera porción de "marck" de albariño cuya crianza se ha desarrollado entre Cambados y Combarro.

Una vez terminado recogimos los trastos y nos pusimos en marcha a nuestros respectivos domicilios.



Hemos comenzado a andar en el parking de Guardetxe sobre las 8 horas y terminado en el mismo sitio sobre las 13 horas.
El tiempo efectivo utilizado en el recorrido ha sido de 4 horas y 10 minutos a una media de 3,8 kms./hora.
El tiempo dedicado a "hamaiketako", fotos, etc, ha sido de unos 50 minutos.
El desnivel acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 480 metros.
La longitud total del recorrido ha sido de 15,7 kms.