Comenzamos a andar con una imagen de Dos Hermanas.
En lo alto se aprecia la ermita y la cima de Erga.Hacía allí vamos.
Unos postes indicadores. Aunque nos llama la atención el balcón de los buitres, nosotros continuamos en dirección a la Trinidad de Erga.
Poco a poco vamos dejando Irurtzun abajo.
Vista de la ermita de la Trinidad.
Al otro lado y en el mismo entorno, un refugio abierto.
Llegando al vértice de la cima de Erga.
Foto de familia en el vértice.
Nuevo y bonito buzón en Erga.
El buzón antiguo.
Según bajamos vamos viendo lo lejos que queda Erga.
Seguimos el sendero entre bosques.
Tenemos que bajar hacia la autovía para subir al pueblo de Goldaratz y después continuar hasta la segunda cima del día, para terminar bordeando Dos Hermanas.
El pueblo de Goldaratz.
Hay muchas fuentes en el pueblo pero ninguna con agua.
Seguimos hacia la cima entre los árboles de un bonito bosque.
Seguimos con los bosques de hayas y robles.
Un pequeño lago que todavía estaba helado.
El bosque era amplio y muy bonito.
Desde allí venimos. Es la cima de Erga.
En la cima de Iruiondi.
Buzón en precario de la misma cima.
Comenzamos a bajar y nos encontramos con unos "palés", que los aprovechamos para improvisar una buena mesa.
Después del almuerzo continuamos bajando, otra vez hacia Dos Hermanas para rodearlas y volver a Irurtzun.
Al fondo y entre la bruma se puede ver Irurtzun.
Otra vista de Dos Hermanas.
Unos postes indicadores. Aunque nos llama la atención el balcón de los buitres, nosotros continuamos en dirección a la Trinidad de Erga.
Poco a poco vamos dejando Irurtzun abajo.
Vista de la ermita de la Trinidad.
Al otro lado y en el mismo entorno, un refugio abierto.
Llegando al vértice de la cima de Erga.
Foto de familia en el vértice.
Nuevo y bonito buzón en Erga.
El buzón antiguo.
Según bajamos vamos viendo lo lejos que queda Erga.
Seguimos el sendero entre bosques.
Tenemos que bajar hacia la autovía para subir al pueblo de Goldaratz y después continuar hasta la segunda cima del día, para terminar bordeando Dos Hermanas.
El pueblo de Goldaratz.
Hay muchas fuentes en el pueblo pero ninguna con agua.
Seguimos hacia la cima entre los árboles de un bonito bosque.
Seguimos con los bosques de hayas y robles.
Un pequeño lago que todavía estaba helado.
El bosque era amplio y muy bonito.
Desde allí venimos. Es la cima de Erga.
En la cima de Iruiondi.
Buzón en precario de la misma cima.
Comenzamos a bajar y nos encontramos con unos "palés", que los aprovechamos para improvisar una buena mesa.
Después del almuerzo continuamos bajando, otra vez hacia Dos Hermanas para rodearlas y volver a Irurtzun.
Al fondo y entre la bruma se puede ver Irurtzun.
Otra vista de Dos Hermanas.
Esta era otra de las excursiones que estaban pendientes ya que la última vez que se intentó realizarla únicamente pudimos llegar hasta la ermita, ya que la niebla y el mal tiempo hicieron que fuera imposible continuar.
Teniendo en cuenta la previsión del tiempo, supusimos que podía ser un día ideal para realizarla, como así fue.
Ya sabíamos que era una travesía larga y exigente debido a su fuerte desnivel, que estaba repartido en dos partes, ya que primero subíamos a la cima de Erga desde Irurtzun que tiene sobre los 1.088 metros para luego bajar nuevamente, hasta pasar por debajo de la autovía y continuar subiendo a el pueblo de Goldaratz y después a la cima de Iruiondi, sobre los 1.065 metros.
El tiempo era bueno y teníamos todo el día por delante por lo que con buen ánimo comenzamos a andar.
La primera subida a Erga es bastante bonita, lo hace entre bosque casi hasta el final y el entorno de la ermita y su refugio es muy bonito. Desde allí hay que subir un poco más hasta llegar al vértice geodésico y los buzones de Erga.
Una vez realizadas las fotos de rigor continuamos camino hacia la autovía en la parte cercana a Dos Hermanas.
Un poco después de dejar la cima de Erga nos paramos para comer algo de fruta y los consabidos frutos secos y demás.
Llegamos a la antigua carretera y tuvimos que cruzar por debajo de la autovía para continuar subiendo, primero en dirección al pueblo de Goldaratz y después hasta la cima de Iruiondi.
En el pueblo había varias fuentes pero todas ellas secas. No se veía a nadie, todas las casas cerradas y la única casa que tenía apariencia de poder ser un bar, estaba totalmente cerrada.
Sin poder reponer de agua las cantimploras continuamos nuestro camino hasta que pronto encontramos un "aska" que también tenía fuente. Rellenamos nuestras cantimploras y continuamos hacia arriba.
Llegamos a una zona boscosa en la que no se apreciaba sendero alguno. Tuvimos que guiarnos por el GPS, pero sin perder detalle.
Seguimos bordeando unas rocas hasta que encontramos un punto de acceso a las rocas cimeras que nos llevaron a la punta de Iruiondi.
Comenzamos a bajar con intención de retomar el sendero y poder coger un buen camino de bajada.
Empezamos a ver puestos de caza por todas partes pero así y todo, los senderos no estaban nada claros.
En un punto del bosque nos encontramos con unos "palés" de madera que los utilizamos a modo de mesa para almorzar.
Nuestro menú fue el siguiente:
-Bonito del norte en sus esencias y "Sardines pichardus" aderezadas con óleos avinagrados.
-Continuamos con un poco de "testa de singularis porcus" y otro poco de "saucisson" de porco ibérico al pimentón de la Vera.
-Todo lo anterior perfectamente regado con un caldo tinto, fresco, afrutado y con abundante aguja. Perfecto en boca y agradable al paladar.
En vista que no estaba el hombre del termo de café, tuvimos que conformarnos con un último trago de vino para continuar la bajada.
Poco a poco seguimos la línea de las alambradas que también delimitan municipios y fuimos pasando por múltiples puestos de caza.
En un momento determinado tuvimos que retomar el camino con intención de poder bajar de una forma más cómoda, ya que la zona era un poco problemática.
Después de bajar por las laderas más conflictivas llegamos a confluir con el sendero de la GR-20 que nos condujo directamente al pueblo de Irurtzun.
Después de cruzar un hermoso prado con intención de dirigirnos al puente y cruzar el río Larraun, nos adentramos en el pueblo hasta llegar al lugar donde teníamos aparcado el coche.
Una vez allí y después de un buen trago de agua, nos dirigimos a tomar un café y aprovechar el momento para comprar unas "txistorras" de la zona.
Con todo el trabajo hecho, nos montamos en el coche y pusimos rumbo a nuestros respectivos domicilios.
Hemos empezado a andar en el pueblo de Irurtzun sobre las 8,30 horas de la mañana y hemos terminado en el mismo sitio sobre las 18 horas.
El tiempo efectivo dedicado a la excursión ha sido de 7 horas, a una media de 3 kms./hora.
El tiempo dedicado a descansos, fotos, "hamaiketako" y almuerzo ha sido de 2 horas y 30 minutos.
El desnivel total acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 1.450 metros.
La longitud total de la travesía ha sido de 21,5 kms.
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