Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 13 de octubre de 2010

(20101013) Circular Brinkola-Barrendiola-Cima Arkaitz-Brinkola.

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Estación de Brinkola con astronauta.
En el embalse de Barrendiola.
Vista del embalse de Barrendiola.
Postes indicadores en pleno bosque.
Bonita borda.
Un buen trago de agua.
¿Chillida en la fuente?
Una aldea de "gnomos".
Parada técnica.
Buen sitio para el "hamaiketako".
¿Gorilas en la niebla?
En la cima del Arkaitz.
Sonriente a pesar de la niebla y el frío.
Buzón de Arkaitz sin bicho.
Dilema en plena niebla.
¿Escapada?
Los depredadores se marchan.
Buen sitio para el almuerzo.
Bonito rincón de Brinkola.
La idea de la excursión de hoy era salir de Brinkola y después de pasar por Barrendiola, subir a la cima de Arkaitz y por todo el cresterío pasar por las cimas de Artzanburu y Andreaitz, para después bajar por Iturtzegieta y la PR-GI-66 hasta Brinkola.
Al principio el día estaba nublado, pero bueno, podía despejarse. Llegamos a la estación de Brinkola sobre las 8,15 horas y el cielo estaba muy cerrado. Comenzamos a andar en dirección al embalse de Barrendiola y después de cruzar al otro lado empezamos a subir hacia la primera cumbre del día: Arkaitz. Por el camino nos paramos un rato para el "hamaiketako" y también dimos unas vueltas para recoger unas cuantas setas, frescas y del día, que nos estaban llamando.
La niebla persistía. Después de comer algunos frutos secos, algo de agua y un poco de fruta fresca continuamos subiendo a pesar de la niebla. Había momentos en que no veíamos más allá que dos o tres metros y nos teníamos que conformar con subir por el mejor camino que podíamos ver, pero no por el mejor posible. Incluso tuvimos momentos en los que nos encontramos trepando para poder llegar a la cima.
Una vez arriba nos planteamos el seguir por la cresta o bajar por el mismo sitio, ya que la niebla hacía que continuar lo que teníamos previsto se convirtiese en algo arriesgado. Con buen criterio optamos por bajar por el mismo sitio u otro parecido y continuar con la recolección de setas que habíamos dejado a medias.
Esta vez no tuvimos tanta suerte. Basta que fuésemos a propósito a recoger, para que no encontrásemos ninguna. Recogimos dos o tres, pero nada más.
Por el camino nos encontramos con indicaciones de varias GR's y de una PR que nos hizo dudar. Después de verificar las diferentes rutas llegamos a la conclusión que la GR-34 es la ruta de la transhumancia de Donostia a Arantzazu y la GR-34-1, una de sus variantes. La GR-120 es la Ruta de los tres templos y la PR-GI-66 es el recorrido que va de Barrendiola a Arkaitz, pero que está bastante mal indicada.
Después de intentar buscar algo más a la vuelta y no conseguir nuestro propósito, llegamos a las cercanías de Brinkola y nos paramos en una mesa de madera con intención de almorzar algo de lo que habíamos traído. El tiempo seguía siendo nublado y bastante fresco, pero no nos importó y nos sentamos sin mayores problemas.
Nuestro menú consistió en lo siguiente:
- Bivalvos gallegos en vinagreta de hierbas silvestres.
- Sardinillas pichardus en cama de puré de tomates "cherry" con cierto toque de caléndula.
Una vez acabado con los entrantes pasamos a los platos principales:
- Testa de "singularis porcus" envuelta en trozos de panecillos especiales madurados por el tiempo.
- Revuelto especial de cebolletas seleccionadas y trocitos de ibéricos con pimentón de la vera, que a su vez estaba realizado con huevos de gallina negra.
- Carpaccio de fuet de Vich acompañado por trozos de tostas de pan madurados por el tiempo.
Todo lo anterior perfectamente acompañado por un Chatêau Hernialde embotellado en la propiedad y servido en "xato" de calibre reglamentario.
Para la perfecta armonía de la comida, continuamos con otro tinto de la tierra de Murcia, ecológico, con grado, equilibrado en boca, redondo en paladar, retrogusto clásico, sin necesidad de decantarlo se apreciaba la intensidad en su elaboración.
Para terminar tomamos un poco de café caliente traído en termo, expresamente para la ocasión y después unas pocas gotas de agua bendita.
!Todo genial y fantástico¡
Una vez acabado nos pusimos en marcha en dirección a la estación con intención de coger el tren que nos llevase de vuelta a nuestros domicilios.
Con la sensación del deber cumplido nos subimos al tren y en cuestión de 1 hora y 15 minutos, aproximádamente nos llevó a nuestro respectivos domicilios.

Hemos comenzado a andar sobre las 8,30 horas y terminado sobre las 14,30 horas.
El tiempo efectivo empleado en el recorrido ha sido de 4,30 horas a una media de 3,2 kms./hora.
El tiempo dedicado a "hamaiketako", descansos, fotos, etc., ha sido de 1,30 horas.
La longitud total de la travesía ha sido de unos 14,8 kms.
El desnivel total acumulado, tanto en ascenso como en descenso, ha sido de unos 900 metros.

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