Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 11 de agosto de 2010

(20100811) Sendero Talaia de Trintxerpe a Hondarribia.

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Dispuestos para cruzar a San Juan.
Camino de puntas.
Subiendo al semáforo marítimo.
Vistas hacia Hondarribia.
Vistas hacia Donostia.
El sendero Talaia en su inicio. Anteriormente correspondía al sendero del litoral.
La limpieza, la "sirga" y la ampliación corresponden a la nueva obra realizada.
Unos parientes tomando el sol.
Primer torreón.
Posando para salir guapos.
Segundo torreón.
Hay muchos paneles con mitos y leyendas por el camino.
Tercer torreón.
Sitio elegido para el "hamaiketako".
Una muestra del nuevo sendero.
Podría ser una fuente en caso de necesidad.
En esta zona el sendero se convierte en pista.
Una de las numerosas calas de Jaizkibel.
Zona donde se vuelve a unir con el sendero del litoral.
Una cuadrilla de amigos que nos esperaban.
Indicadores del camino. Son abundantes.
Más indicadores.
Más paneles con historias y mitología.
También abundan los puentes como este.
Punta Biosnar.
Otra cala.
Ejemplos de cómo está el sendero.
Otra cala más.
Hemos llegado a la cala del Molino.
Otra vista de la cala del Molino.
Seguimos ruta por el nuevo sendero. Desde esta cala sigue otro camino distinto al del litoral y más bonito.
Se nota que el sendero es nuevo y está acondicionado.
Otra cala más.
Otra vista distinta.
Otro ejemplo de puente para pasar una vaguada.
Formaciones rocosas.
Mirando hacia atrás.
Y más paneles.
Otra pequeña y bonita cala.
Un remanso de paz.
Comenzamos a ver pequeñas concentraciones de veleros y lanchas.
Parece que es el punto de reunión.
En el faro.
En el castillo de San Telmo.
Desde la semana pasada teníamos previsto realizar este recorrido. Hace unos días vimos en la prensa la noticia de la inauguración oficial del sendero Talaia y como la mayoría del grupo conoce muchos senderos de Jaizkibel, como por ejemplo la GR-121 de siempre, los diferentes caminos de Santiago, los recorridos de los antiguos caseríos, la senda del litoral, etc., queríamos comprobar como era este nuevo sendero y por qué tramos discurría.
Quedamos citados en la rotonda de Gaiztarro y desde allí comenzamos a caminar en dirección al muelle de San Pedro, con intención de cruzar a San Juan y acceder al semáforo de puntas, que es donde comienza este sendero.
Nos extrañó un poco que las marcas de GR (Vuelta a Gipuzkoa) siguiesen en dirección al semáforo, abandonando el acceso habitual. Pero así es, han retomado las marcas de GR y la reconducen por el nuevo sendero.
Los primeros tramos de inicio son los mismos que el sendero del litoral, pero en la actualidad está mejorado y han colocado una serie de cables en las zonas más expuestas, con el fin de dar mayor seguridad a los caminantes. También han roto una serie de rocas con la finalidad de ensanchar el camino. El sendero está relleno de una especie de arena blanca o amarillenta, que hace que destaque y se distinga desde lejos.
Después de cruzar la cresta del acantilado llega a unos prados. El sendero continúa, pero en lugar de dirigirse hacia el mar da la vuelta y se dirige hacia el primer torreón. Desde allí sigue por el camino tradicional y pasa al lado de los dos torreones siguientes. Posteriormente cruza la carretera y comienza a bajar hacia el mar por unos senderos que también coinciden con PR's de la zona. Al final se encuentra con el sendero del litoral que lo retoma y se unifica hasta llegar a la cala del Molino. Desde la cala del Molino el sendero abandona el anterior camino del litoral y toma otro mucho más bonito y al lado del mar, que nos conduce al Cabo Higuer y su faro.
Para evitar tramos de carretera, en el faro se ha creado otro sendero nuevo que rodeando el mismo faro nos conduce hasta el fuerte de San Telmo y nos deja a pocos metros del puerto pesquero.
En todo momento es GR-121, por lo que ésta ha sido reconvertida y mejorada.
Todo el sendero está muy trabajado y en aquellos sitios en los que es necesario cruzar alambradas han construido puentes de madera con escaleras, que permiten cruzar las mismas sin riesgos a desgarros en la ropa. También han construido puentes convencionales en aquellas zonas de pequeñas vaguadas o barrancos, sobre todo si discurren riachuelos.
Somos conscientes que habrá defensores y también detractores de la "construcción" de este sendero, pero lo que sí está claro es que este bonito entorno de Jaizkibel ahora está más cercano para mucha más gente.
El día que tuvimos fue muy caluroso, pero soleado y muy bonito, de vez en cuando soplaba un poco de brisa que hacía un poco más llevadero el calor y el camino. Nuestra intención era llegar a la cala del Molino y darnos un buen chapuzón y dependiendo de la hora, poder comer algo en el mismo sitio. Así lo hicimos. Llegamos cerca de las dos de la tarde y lo primero fue darnos un buen baño. Había bastante gente, pero sin agobios. Dejamos las mochilas y demás en una roca, nos pusimos los trajes de baño y durante unos minutos disfrutamos como unos enanos del agua y del encanto de la cala. El único problema (por llamarle problema) era un par "lelos" que estaban empeñados en estar leyendo, pero dentro de un pequeño balandro en la misma cala, con las velas desplegadas y fondeados. El balandro se movía de un lado a otro y molestaba a la gente que estaba bañándose. Tampoco hubo mayores problemas ya que al poco rato se fueron aburridos.
Después de un gran chapuzón y de esperarle un poco a Joxean que había ido un momentito nadando hasta el Cabo de Ajo, por si encontraba percebes................
Al poco rato volvió sin nada, pero con apetito.
Nos secamos un poco y nos dispusimos a comer las viandas que habíamos traído. El menú nupcial consistió en lo siguiente:
-Unos entrantes de anchoas del Cantábrico desespinadas y aromatizadas a la yema de gallina negra de Hernialde.
- Para este entrante glorioso nos apoyamos en un blanco joven, afrutado, con algo de aguja natural. En boca se apreciaba redondo, solemne y muchas veces hasta irreverente.
!Delicioso¡
- Continuamos con los segundos y nos apoyamos en un fino carpaccio de testa de singularis porcus al que posteriormente fuimos añadiendo unas finas lonchas de diferentes tipos de porcus ibericus. La carne estaba excepcional y para ello tuvimos la suerte de poder contar con un caldo tinto, también joven, cultivado en las riberas del magnífico río que nace de los glaciares del Circo de Pineta. Se apreciaban tonos picota haciendo brillos irisados, en boca era contundente, sublime. En nariz se apreciaban los diferentes aromas de las flores pirenaicas de altura, algo de tomillo, salvia, vainilla y un inapreciable toque de regaliz.
(Esto último era porque al bodeguero se le cayó una caja entera a la barrica, que la había comprado en la farmacia el día anterior).
Después de todo lo descrito, acabamos la comida con un poco de café caliente acompañado por unas gotas de agua bendita.
Para entonces habíamos acabado el agua por lo que cuando llegamos al bar del camping del faro lo primero que hicimos fue tomar una cerveza con limón que no nos duró ni cinco segundos.
La siguiente cerveza fue en el polideportivo y antes de coger el autobús que nos trajo nuevamente a casa.
Hemos comenzado a andar en la rotonda de Gaiztarro sobre las 8,30 horas y terminado en el Polideportivo de Hondarribia sobre las 17 horas.
El tiempo total empleado en el recorrido ha sido de 6 horas y 40 minutos a una media
de 4,2 kms./hora.
El tiempo empleado en descansos, "hamaiketako", fotos, comida, baño, etc., ha sido de 2 horas y 25 minutos.
La longitud total de recorrido ha sido de unos 28 kilómetros.
El desnivel total acumulado, tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 830 metros.

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