Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

(20091223) De Pasajes San Pedro a Hondarribia por los torreones y Guadalupe.

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Por Pasajes San Juan camino hacia la subida a Jaizkibel.
Otro bonito "txoko" de San Juan.
Hacia el primer torreón por el nuevo y polémico camino.
Seguimos subiendo.
En el primer torreón.
Mirando el paisaje.
Hacia el segundo torreón. El tiempo empezaba a estropearse.
En la ladera de otro torreón.
Llegando al tercer torreón.
Ya falta poco.
Llegando a la cima de las antenas.
Un poco más cerca.
En la cima de Allerru.
Hacia el último torreón.
Bonita roca en la cresta de Jaizkibel.
En las ruinas del antiguo parador.
En los soportales de Guadalupe intentando secarnos un poco.
Desde la semana pasada ya teníamos prevista esta excursión. La intención era dar una vuelta por Jaizkibel y llegar a la zona del faro de Higuer para comer un menú del día y posteriormente coger el autobús en Hondarribia y volver a casa.
En principio el día amaneció como estaba previsto, con viento sur y sin lluvia. Quedamos citados en Bidebieta con intención de tomar un café y ponernos en marcha.
Eso hicimos.
Sobre las 8,45 horas nos pusimos en marcha hacia el embarcadero de Pasajes San Pedro con intención de coger la barca que nos pasase a San Juan. Teniendo en cuenta que había llovido toda la noche decidimos subir por el camino asfaltado hasta los torreones, ya que el sendero de la GR-121 estaría muy embarrado.
El tiempo todavía estaba bien, había nubes altas y se notaba el viento sur.
El sendero es bonito y la vuelta agradable. A los pocos minutos comenzó a llover un poco.
Pensábamos que la lluvia no duraría mucho, por lo que no tomamos grandes precauciones.
Al rato la lluvia continuaba y además arreciaba, por lo que comenzamos a sacar paraguas y demás utensilios para evitar mojarnos.
El viento cambió y ya no era del sur, encima las nubes bajaron y lo que con anterioridad era muy buena visibilidad se había convertido en niebla y lluvia.
Nosotros seguíamos nuestro camino arreglando problemas mundiales, como siempre.
Esta vez la problemática era la justicia, es decir, los motivos por los que se le representa con un ojo tapado y otro a la vista, como para demostrar que, una vez más la justicia no es ciega sino que cuando le interesa mira con el lado del ojo tapado lo que ha comprobado anteriormente con el ojo abierto.
Después de varios cambios de impresiones al respecto y comentando una serie de ejemplos, dejamos el tema para tocar otros un poco más agradables.
La lluvia seguía y continuábamos mojándonos de mala manera. Varias veces nos acordamos de la "tipa" de la "meteo" y de algunos de sus parientes, ya que no había "pegado" una, en sus pronósticos.
Llegamos a la cima de las antenas y después de contemplar un poco el paisaje, mojarnos otro poco y buscar algo para resguardarnos del viento, nos pusimos detrás de una pared con intención de comer algunos frutos secos y manzanas. Al poco rato continuamos camino con más rapidez, ya que llovía de forma torrencial. Pasamos por la zona del antiguo parador y desde allí decidimos que teníamos que evitar la bajada vertiginosa hacia Guadalupe, ya que con la que estaba cayendo estaría todo el camino totalmente lleno de barro y corríamos el riesgo de participar, involuntariamente, en una carrera de "bobs". Nos metimos por un camino hacia la izquierda que nos parecía podía ser bueno para acabar en la carretera. Continuamos, saltamos alguna valla que otra y después de varios cruces llegamos a juntarnos, cerca de Guadalupe, con el camino que bajaba de la cuesta que intentamos evitar y que por fin la evitamos.
Llegamos cerca del santuario y fuimos a comprobar si el bar de la zona del fuerte estaba abierto, pero no, cerrado por vacaciones. Después fuimos a ver el bar que está al lado del santuario, y tampoco. Total que nos metimos en los soportales e intentamos secarnos un poco.
Al rato y viendo que la lluvia no paraba nos pusimos de acuerdo para bajar por el camino del vía crucis, con intención de llegar a la zona de la Marina.
Bajamos sin grandes problemas pero no acertamos a salir a la Marina, pero sí cerca del polideportivo, por lo que nos dirigimos al mismo con intención de comer algo.
Cuando llegamos al bar del polideportivo estábamos de agua hasta los c.......... y no en sentido poético, sino literal. Las "chamarras" habían aguantado muy bien el agua, pero los pantalones............., eso era otro cantar. Lo más curioso del caso es que dos de los componentes del grupo tenían pantalones de agua, a prueba de agua, pero...........en la mochila.
Según ellos no se los pusieron en solidaridad con el tercero, que no tenía pantalón de agua.
Somos unos chicos muy solidarios.
Después de secarnos un poco en el bar, tomar un txakolí, etc........., nos dispusimos a comer el menú que tenían.
En primer lugar comimos garbanzos con chorizo, que no estaban malos aunque se notaba que llevaban cocinados dos o tres meses y recalentandose durante otros dos o tres.
Un tercero pidió lasaña de verduras. En fin, era todo un poema, parecía dos trozos de plástico que envuelven algo verde.
Para los segundos platos el tema fue algo mejor.
Uno pidió rodaballo y estaba bueno y sin problemas.
Otro pidió chuleta de cerdo y aparte de colesterol no tenía gran cosa.
El tercero pidió pechugas de pollo con patatas y pimientos. Bueno, no era para echar cohetes, pero tampoco se le podía poner muchas pegas.
Después los postres, café y agua bendita.
Para beber un tinto especial Viña Arkada, reserva del 2003, que si lo mezclabas bien con gaseosa, preferías no haberlo mezclado y si lo bebías solo sufrías tendencias suicidas.
Al final ya conseguimos beberlo y como no podía ser de otra manera, no sobró nada de la botella.
Fue una comida muy agradable y acalorada por las discusiones, sobre todo en temas de paridad en sociedades, etc.
En fin, en nuestra línea.
Después de terminar la comida y casi con los pantalones secos, salimos a la calle con intención de coger el autobús que nos llevase a casa. Al salir coincidimos con uno que ya salía y después de hacerle señas, tuvo la gentileza de esperarnos en mitad de la carretera.
!Todo un detalle¡ Desde estas líneas le mandamos un saludo agradecido al conductor del autobús que tan amablemente nos esperó.
!Gracias¡
Hemos comenzado a andar sobre las 8,45 horas en Trintxerpe y terminado sobre las 14 horas en Hondarribia.
La travesía ha sido de unos 17,5 kms. a una velocidad media de 3,9 kms./hora. durante 4 horas y 25 minutos.
El tiempo dedicado a almuerzo, descansos, fotos, etc., ha sido de 45 minutos, aproximádamente.
El desnivel acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de unos 650 metros.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

(20091216) Zumaia-Askizu-Sta. Bárbara-Zarautz-Orio-Leku Eder-Donostia

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Inicio travesía desde Zumaia.
Vistas sobre el espigón del puerto nuevo de Zumaia.
Vistas sobre la playa de Santiago en Zumaia.
El consejo de administración en plena reunión de trabajo.
Iglesia de Askizu.
Frontón modernista en Askizu. ¿Moneo o Calatrava?
Bonito sendero que nos lleva a uno de los pocos encinares cantábricos que quedan.
Bonita vista sobre el ratón de Getaria.
Otra más.
Y otra.....
Indicando dónde se encuentra el futuro económico del país: El txakolí.
Quitándonos un poco de ropa.
La prueba de que el poder económico actual está en el txakolí. ¿A que parece Falcon Crest?
Bonita pose ante una estela recordatoria de un hecho un tanto desagradable.
Vista sobre Zarautz y su playa.
Otra panorámica de la playa de Zarautz.
En el mirador de Santa Bárbara.
Sendero por las dunas de la playa de Zarautz.
Vista del golf desde la subida a Talai Mendi.
Ermita de San Martín.
Otra vista de la misma ermita.
Fuente en el camino a Igeldo.
Cerca de la charca de la ranita meridional. ¿Por qué meridional?
Bonito paraje cerca de Igeldo.
Entre las diferentes opciones que teníamos no estaba prevista esta travesía, pero a un miembro de Laukoak se le metió entre ceja y ceja que este miércoles "tocaba" costa y además con travesía larga. Después de analizar las previsiones de la "meteo" y leer que en la zona del litoral el tiempo iba a ser bastante mejor que en el interior........, optamos por realizar esta excursión, con la esperanza que a la altura de Orio a alguien se le ocurriese la idea de pararnos y comer en algún bar. Pues no, al final hicimos la travesía completa. !Hasta la puerta de casa¡
!Una buena calcetinada¡
De todas formas ha merecido la pena. Ha sido larga y fría, pero bonita y muy agradable, aunque la temperatura no haya subido en ningún momento de los 2 grados y nos obligaba a estar bien abrigados.
Quedamos citados en la estación de Amara de Euskotren para dirigirnos a Zumaia y llegamos a la estación de la villa costera amaneciendo. Salimos de la estación y después de tomar un café en un bar cercano nos pusimos en marcha por la carretera hacia el museo de Zuloaga, para enfrente del museo, comenzar a subir por una pista que nos lleva hacia la zona de los viñedos de txakolí.
El camino lo conocíamos de sobra, pero nunca habíamos hecho la travesía hasta Donostia.
En lugar de seguir todo el tiempo por la GR-121 nos desviamos hacia Askizu y de allí hasta San Prudencio. Se notaba el frío y hasta llegar a las cercanías de Getaria no nos quitamos algo de ropa. Cerca de Getaria, nos planteamos si continuábamos a Zarautz por el paseo de la carretera o seguíamos por el monte. Nos decidimos continuar por el monte y nos pusimos a subir hasta llegar cerca de Garategaina. Pasamos al lado de la famosa villa que tiene un diseño arquitectónico un tanto modernista, que por cierto, al propietario se le ha debido acabar el dinero porque está parada desde hace mucho tiempo.
Seguimos los senderos mientras conversábamos de las cosas habituales, es decir, seguíamos arreglando el mundo. Hoy también hemos conseguido dar con soluciones a varios problemas mundiales: El cambio climático y la economía de mercado.
Otro día comentaré cuales son las mejores soluciones para estos problemas, pero hoy es mejor disfrutar de la travesía.
Llegamos hacia la zona donde se encuentra los viñedos de Amestoi y Etxaniz y vimos sus bodegas-mansiones, llegando a la conclusión que lo mejor en este entorno económico es dedicarse a producir txakolí, ya que se vende todo lo que se produce y más, y encima a un precio difícilmente justificable. En conclusión: !Ser productor de txakolí es un chollo¡
Llegamos al mirador y ermita de Santa Bárbara y después de sacar unas cuantas fotos nos paramos unos minutos a picar algo. Manzanas, frutos secos, un poco de agua y algo que nos dejó con complejo de pato o gallina: Granos de maíz frito, garbanzos fritos, habas fritas, etc.
En un primer momento tuvimos la impresión que podíamos dejarnos un "piño" que otro en el intento, pero después nos sorprendió la mezcla. Desgraciadamente, el encargado del suministro nos amenazó diciendo que tenía en casa muchos más kilos del infecto pienso.
¡Que Dios nos coja confesados y si puede ser convierta en vino la mezcla de pienso que tiene en su casa el susodicho! !Amén¡
Después de este pequeño descanso bajamos hacia Zarautz para dirigirnos al paseo de la playa y desde allí hacia el golf. Iniciamos la subida al camping de Talai Mendi para poco después bajar a Orio.
Ya en Orio tuvimos que bordear todo el río hasta llegar al puente de la estación y dirigirnos después a la iglesia para comenzar a subir hasta el cementerio y la ermita de San Martín.
Desde allí continuamos en dirección a Igeldo y después de pasar al lado del nuevo peaje de la autopista, llegamos a Ventas de Orio con intención de comer en la "benta".
¡Estaba cerrada por vacaciones!
Estuvimos dudando si continuar hasta el bar de Polipaso o quedarnos a comer en una zona próxima que tiene mesas, juegos de niños, etc. Después de un momento de duda nos quedamos a comer en una mesa al aire libre.
!Nunca mejor dicho al aire libre¡
!Menudo frío¡
No nos importó. Sacamos las viandas y dimos buena cuenta de ellas.
Nuestro menú consistió en lo siguiente:
- Deliciosos bivalvos gallegos en nutritivos aceites naturales.
- Finísimo fuet ibérico con toques aromáticos de la zona de Vich.
- Carpaccio de pierna delantera de porcus ibericus con aroma de bellota de encina extremeña.
- Delicioso chorizo ibérico embutido y curado en las mejores zonas de la Sierra de Béjar.
- Todo lo anterior brillantemente regado con caldos de diferentes zonas:
Un tinto navarro con algo de crianza que evocaba las zonas montañosas de Tierra Estella y tenía unos toques deliciosos a vainilla, roble, romero y un poco de brezo.
Otro tinto riojano, joven, despalillado y por tanto suave, muy afrutado y delicioso.
Para terminar tomamos un café caliente acompañado con un poco de agua bendita, directamente destilada de la uva del txakolí.
!Todo delicioso¡
Con el estómago más caliente, la nariz un poco más colorada y una sonrisa de oreja a oreja nos pusimos nuevamente en camino con la intención de acabar la travesía.
En lugar de seguir por la carretera tomamos el sendero del Camino de Santiago y pasamos por la zona de la charca de la ranita meridional, para llegar hasta Leku Eder y desde allí bajar al Antiguo por la torre de Erregenea. Después cruzamos el túnel para seguir por el paseo de la Concha y después llegar cada uno a su casa.
La travesía ha sido muy bonita aunque se ha hecho un poco larga.
De cualquier forma es para repetir pero en otra época y con más calor.
Hemos comenzado a andar sobre las 8,45 horas y terminado en Gros sobre las 18,15 horas.
El tiempo efectivo empleado en la travesía ha sido de 7 horas y 45 minutos a una media de 4,5 kms. por hora.
La longitud de la travesía ha sido de 35 kms. aproximádamente.
El tiempo dedicado a comer, hacer fotos, hamaiketako, etc. ha sido de 1 hora y 45 minutos.
El desnivel acumulado tanto en ascenso como en descenso ha sido de 950 metros.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

(20091209) Circular Monasterio Iranzu-Cañón-Cima Dulantz-Monasterio.

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Haciendo comprobaciones en el parking del Monasterio de Iranzu.
Iniciando el camino hacia el cañón del Iranzu.
Más comprobaciones. Teníamos problemas con las cámaras de fotos, con los GPS, con los mapas, etc.
Vista del monasterio.
Descansando un rato al lado de una "erreka".
Subiendo por el cañón.
Otra bonita regata.
Más comprobaciones.
Los bosques estaban preciosos.
Empieza a hacer calor y nos quitamos algo de ropa.
Más bosques.
Mirando al frente para la foto.
¿Quién dijo que no había setas? Haber, había....... pero no de las que nos hubiese gustado.
Contemplando las vistas del fondo del cañón.
Bonitos árboles de acebo.
Otro árbol.
Con intención de buscar setas.
Gorostia.
Indicadores.
Más bosques.
Más indicadores.
Cerca de la cima de Dulantz.
Subiendo hacia la cima.
Tocando nieve.
Buzón de Dulantz.
Vistas de los Pirineos desde la cima de Dulantz.
Foto de familia.
Otra más.
Pillados por sorpresa.
Vértice geodésico de Dulantz.
Beriain visto desde Dulantz.
Más Pirineos vistos desde Dulantz.
Curioso el soporte de la roca.
¿Es natural?
¿Ha sido la erosión?
¿Seguro que es natural?
¿No será cosa del arquitecto de Cro-magnon?
Esta es la Piedra del Sacrificio.
Volviendo nuevamente por el cañón.
Intentando ver buitres.
Desde dentro del monasterio.
Vista general.
Llegando teníamos esta vista general.
Después de unos días de puente largo optamos por realizar esta excursión. Aunque el desplazamiento era lejano (teníamos que llegar a Abarzuza), las características del recorrido y la zona, nos apetecía. Nos decidimos por realizar esta travesía y con un poco de antelación sobre el horario del resto de los días, quedamos citados en los lugares habituales.
Por el camino nos quedábamos sorprendidos por los cambios de temperatura. Pasábamos de estar a 1 grado bajo cero a tener 7 grados sobre cero. Lo curioso del caso era que en altura hacía más calor que en los valles.
Después de una pequeña investigación me enteré que al fenómeno de ayer se le llama térmica inversa o algo así. Parece ser que cuando el fondo de los valles está húmedo y frío y en las capas altas tenemos un anticiclón con temperaturas mas calientes, se produce este fenómeno.
Ayer hacía más calor a 1.200 metros de altitud que a nivel de mar.
Llegamos a Abarzuza y de allí tomamos un camino que nos llevó hasta el Monasterio de Iranzu.
Dejamos el coche en el parking, nos pertrechamos y nos pusimos en marcha en dirección al cañón del Iranzu.
El primer tramo se hace por el sendero local SL-NA-180, para posteriormente desviarnos y seguir por el sendero PR-NA-181 A que nos lleverá directamente hasta la cima de Dulantz.
La travesía es muy bonita y el tiempo nos acompañó. El cañón del río con sus regatas y sus farallones, los bosques de hayas y robles, gran cantidad de "gorostia" con bayas, etc.
Seguimos por las marcas sin dificultad ya que está muy bien señalizado y poco a poco llegamos a la cima de Dulantz.
Durante el recorrido y antes de llegar a la cima los temas de conversación se sucedían: Tocábamos todos los temas posibles, desde fútbol, pasando por pelota, política, medios de comunicación o también llamados medios tendenciosos para la preparación del pensamiento políticamente correcto, etc. etc. etc.
Ayer también conseguimos arreglar cuatro o cinco problemas importantes que preocupan al mundo.
Una vez en la cima nos encontramos con unos cuantos "lapos" de nieve, pero sobre todo nos impresionó las vistas tan despejadas y bonitas que nos esperaban. Teníamos a nuestro alcance Pirineos con sus cimas nevadas, muy cerca de nosotros Beriain y tantas y tantas cosas que estuvimos un rato bastante largo contemplando las vistas de alrededor.
Nos pusimos un poco más cómodos y comimos algunos frutos secos, otros no tan secos, bebimos un poco de agua y continuamos la marcha nuevamente.
Volvimos por senderos distintos a los que habíamos subido y a buena marcha, con intención de llegar al coche y comer algo de lo que teníamos en nuestras mochilas. Seguimos el nuevo camino, también bastante marcado, y llegamos hacia el final del cañón del río Iranzu que es dónde recobramos el camino de subida. En unos pocos minutos más llegamos nuevamente al monasterio.
Como eran cerca de las tres de la tarde cogimos el coche rápidamente y salimos en dirección a Abarzuza, ya que por la carretera habíamos visto una zona de pic-nic con mesas, etc.
Llegamos a la zona y nos pusimos en una mesa al sol.
El entorno precioso, el sol apetecible y nuestros manjares..........., !Impresionantes¡
Nuestro menú fue:
-Entrantes con un revuelto de túnidos del norte, antxoas del Cantábrico y delicatessen de Hernialde en sus mejores jugos.
-Después continuamos con un poco de "micuit" de foie untado en pequeñas tostas calentadas al fuego de leña de roble.
-Para terminar el festín aprovechamos un poco de carpaccio de testa de singularis porcus.
-Todo lo anterior regado convenientemente con un vino tinto jóven, afrutado, con toques de brezo, algo de vainilla y un poco de romero.
!Excelente¡
-Después de esto el final de fiesta fue a base de café caliente acompañado de un poco de agua bendita.
La excursión preciosa, el tiempo sensacional y el menú........
¡Grandioso!
Hemos comenzado a andar sobre las 9,15 horas y terminado en el mismo sitio sobre las 14,45 horas.
Hemos invertido 4 horas y 15 minutos en recorrer los 19 kilómetros de longitud de la excursión, a una media de 4,4 kms./hora, aproximádamente.
Hemos gastado 1 hora y 15 minutos en pararnos a sacar fotos, comer algo, beber agua, etc.
El desnivel acumulado ha sido de unos 616 metros tanto en ascenso como en descenso.