Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

20080924) Zumaia-Askizu-Getaria-Sta. Barbara-Zarautz-Talai Mendi-Orio.

Había varias propuestas para hoy pero al final ésta fue la que se acordó por haber sido presentada la primera. Queda pendiente otra sobre Alkiza-Ernio, etc. Quedamos citados en la estación de Amara con intención de coger el tren de las 8,47 horas y Joxean lo cogería en Añorga. Así ha sido. Sin más problemas llegamos a Zumaia y nos ponemos en marcha dirección Museo Zuloaga. Cruzamos la carretera y afrontamos con buen espíritu el primer repecho de la pista. Unas cuantas gotitas más de sudor y llegamos a las primeras parras. Vistazo rápido para comprobar el estado de la uva, pequeña cata y satisfacción generalizada al comprobar que está buena y a punto de vendimiar. Seguimos a buen paso en dirección a Askizu. En el cruce dudamos en seguir por Askizu y los encinares o continuar por el camino de la GR. Optamos por esto último. Seguimos viendo parras, mar, Getaria, etc. ¡Maravilla! Tiempo despejado, sol y el tipo de viento del noroeste hace que haya una luz especial que envuelve todo y facilita a que el día sea todavía mejor, si cabe. ¡Cojonudo! Seguimos a ritmo y nos paramos en el alto de Gárate a beber un poco de agua y comer unos frutos secos. Empezamos a bajar y nos desviamos un poco en Santa Bárbara para ir al mirador de la ermita. Contemplamos la playa de Zarautz, el pueblo, Igeldo, etc. ¡Precioso! Charlamos un rato con el dueño de Santarba y esta vez no tenemos suerte y no nos invita a txakolí. ¡Otra vez será! Bajamos a Zarautz y después de cruzar la carretera nos dirigimos al paseo de la playa. A través del paseo y con algunas dudas sobre si darnos un baño o no, continuamos. Hace un poco de viento “fresquillo” y no apetece mucho el baño. Pasamos por las dunas y el campo de golf y afrontamos la última cuesta del día hasta el camping. Nos hace sudar. Dando un rodeo para intentar descubrir otro camino por la izquierda, sin lograrlo, nos encaminamos hacia el camping. Lo bordeamos y comenzamos a bajar hacia Orio. Llegamos a la playa donde está el albergue del Gobierno Vasco y encontramos una mesa de madera con sombra. Lo aprovechamos. Un poco de agua y nos disponemos a comer las ricas viandas que habitualmente llevamos. El menú de hoy ha sido

- Thunnus alalunga fileteado y en lomos, acompañado de aceites esenciales.
- Finas hierbas de Hernialde conservadas en aceites balsámicos.
- Cogote, encéfalo y duramadre de singularis porcus ibérico, alimentado con bellotas de encina extremeña.

Todo ello regado con: Por una parte agua de los manantiales noruegos de Vöss y por otra con un blanco afrutado de uva Ondarrabizuri criada en la falda de Zumaia.

Una vez concluidos los trámites del almuerzo hemos recogido los trastos y nos hemos dirigido al pueblo. Pensando dónde tomar café hemos llegado a la carretera y nos hemos encontrado con el restaurante Aitzondo, que estaba abierto. ¡Aleluya! Tomamos café y un “chupito” para los tres. Lo bien repartido, bien sabe. Por el aroma, el gusto, el retrogusto y la quemazón posterior en la base del píloro, diríase que el orujo estaba confeccionado con alcohol de quemar, gasolina de 95 y laca de peluquería. Sin más nos dirigimos a la estación donde a los pocos minutos cogemos el tren y sin más problemas llegamos cada uno a su estación de destino.
Otro día más para recordar. Día precioso: Color, sabor, olor,.........., ¡Todo genial!.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

(20080917) Usurbil-Andatza-Zizurkil-Villabona.

Esta excursión estaba proyectada desde hace bastante tiempo y al final fue propuesta por Xanti, que casualmente no ha podido venir debido a ciertos problemas odontológicos. Quedamos citados en la estación de Amara con intención de coger el tren de las 8,47 horas y Joxean lo cogería en Añorga. Así ha sido. Sin más problemas llegamos a Usurbil y nos ponemos en marcha dirección Santuenea y posteriormente hacía la cima del Andatza. Una vez en la cima nos paramos unos momentos para beber algo de agua y comer unos frutos secos. Al rato comenzamos a descender con intención de encontrar los caminos necesarios que nos condujesen a Zizurkil. Se ven carteles y bastantes senderos por lo que no es problema. Por el camino de bajada nos encontramos con varios ciclistas que nos preguntan con las pistas para ir a Usurbil y a Zubieta. Les explicamos el camino y seguimos con lo nuestro. De vez en cuando echamos un vistazo a los bosques de los alrededores para controlar el tema de las setas, pero únicamente encontramos una triste “gibelurdina”, algunas castañas y pocas nueces. Todavía es temprano. Todo llegará. Poco después del sendero llegamos a una pista asfaltada que empieza en una fuente y continuamos por la misma, ya que el camino sigue por allí. Pasamos por el restaurante Abeletxe de Edurne Pasaban y decidimos pararnos un rato para tomar una botella de sidra. A los pocos minutos continuamos el camino, desgraciadamente por la pista, hasta llegar al barrio alto de Zizurkil. Allí preguntamos por algún sendero para bajar a Villabona pero nos dicen que podemos elegir la carretera de la derecha o la de la izquierda. ¡Vale! ¡Lo tenemos claro! Esta vez la pista asfaltada es carretera por lo que el último tramo de bajada resulta de lo más desagradable. Un poco antes de llegar a Villabona vemos unos árboles al final de un “zelai” y decidimos sentarnos para comer algunas de las viandas que llevábamos, por ejemplo:

- Moluscos gallegos en escabeche de aceites nobles.
- Txipirones rellenos a la salsa negra de sepia del Mediterráneo.
- Foie de singularis porcus tapa negra y acompañado de finas hierbas.
- Lomitos de Sardinops neopilichardus a los aceites de Jerez.

Todo ello regado con un caldo: Envejecido en robles americano y francés, con gran bouquet, sabores afrutados, equilibrado, color picota brillante y cierto retrogusto avainillado.


Una vez concluidos los trámites del almuerzo hemos recogido los trastos y nos hemos dirigido al pueblo. Cerca de la estación hemos visto un bar con terraza y ni cortos ni perezosos nos hemos dirigido al mismo con intención de tomar café y lo que se tercie. Sentados en la terraza como señores feudales hemos dado buena cuenta del café y de algún que otro “digestive”. Al rato nos hemos puesto en marcha hacia la estación y después de coger los correspondientes billetes hemos esperado su llegada. Cogemos el tren y sin más problemas llegamos cada uno a su estación de destino.
Otro día más para recordar. A pesar de todo el asfalto la excursión ha sido bonita.


Hemos comenzado a andar sobre las 9 horas y hemos terminado a las 15:30. El desnivel acumulado en subida ha sido sobre los 550 metros. El día ha sido soleado y caluroso.