Foto de familia.

Foto de familia.
Ascensión a La Aguja Letour. Alpes franceses.

miércoles, 28 de mayo de 2008

(20080528) Circuito a Larhun por las Trois Fontaines.

Buena finalización en la Benta. Esculturas.
Más esculturas.
Parte final del circuito.
El día anterior estuvimos debatiendo la conveniencia de realizar esta excursión o la del litoral de Jaizkibel y en vista que Juanma era el que más documentado estaba con un libro de M. Angulo (que San Jorge confunda y lo queme en las hogueras del infierno), nos decidimos por hacer la excursión que a continuación intentaré explicar. Quedamos con Joxean y Xanti en Jai-Alai sobre las 8,30 horas, para a continuación recoger a Juanma a la altura del antiguo garaje de Coca. Sin más problemas nos ponemos en marcha hacia el punto de inicio de la excursión. Después de recorrer el litoral lapurtano, Las Landas, la desembocadura del Garona, Lille y algún barrio de Nantes, al final hemos llegado a nuestro punto de inicio de excursión. Es decir, una pequeña ermita en la carretera entre Urrugne y Askain. ¡Gracias Angulo! El tiempo transcurrido entre la salida de Donostia y la llegada al punto de inicio del camino es mejor olvidarlo ya que no tiene muy buena explicación. De todo se aprende y de esto también. Otro día y con más tiempo ya escribiremos un libro sobre las dos horas transcurridas entre la salida de Jai-Alai y la llegada a la Chapelle citada.

Bueno, el caso es que nos hemos puesto en marcha debidamente equipados. El sendero era muy bueno ya que una gran parte del recorrido se hace por la GR-10 hasta Les Trois Fontaines. El camino es todo el tiempo en cuesta pero a un ritmo adecuado es muy llevadero. Al llegar al collado nos hemos parado unos minutos para beber agua y comer algunos frutos secos. Además hemos hecho inventario de las provisiones y estábamos muy bien surtidos, por lo que no había problema en este sentido. Juanma comenta que por los alrededores hay multitud de “cromlechs” y otros monumentos megalíticos, pero que es mejor que lo dejemos para otro momento. Continuamos la ascensión a los pocos minutos nos encontramos con un letrero que entre otras cosas indica que desde allí a la cima hay 55 minutos. ¡Qué precisión! He visto muchos letreros “gilipollas”, pero como éste.......,pocos. La vista es muy bonita y aunque el tiempo está bastante nublado las nubes son altas y se aprecia toda la costa con mucha nitidez. Vemos como llegan un par de trenes de turistas hacia la cima y nosotros seguimos a lo nuestro. A los pocos minutos llegamos a la estación del tren en la cima de Larun. Nos paramos unos minutos para contemplar el paisaje y en ese momento llegan los dos trenes atiborrados de turistas, niños, menos niños, etc. Todos tenían mucha prisa. No sé muy bien para qué. Después de contemplar el paisaje un rato más nos ponemos en marcha hacía abajo cogiendo por la pista que baja a Bera. A la altura de un pequeño collado nos desviamos a la derecha y nos internamos en un bosque ya que Juanma conocía una zona donde hay unas grabaciones, “esculturas”, escrituras, mosaicos, etc. Parece ser que todo ello era en homenaje a un antiguo presidente de la Federación de Pelota de Lapurdi o de todo Euskadi Norte, no sé. El autor podía acompañarle a Angulo en la quema del libro. Después de extasiarnos con las obras de arte contempladas, que por cierto estaban muy bien escondidas (creo que ya sé por qué), continuamos el camino y a los pocos minutos de salir del bosque nos encontramos con una “benta”. Además está abierta y hay gente. Juanma ya sabía de la existencia de la misma y por tanto ha sido el instigador de ir por este camino y llegar hasta la mencionada “benta”. ¡Bien hecho! En ese momento se nos ha olvidado el libro de Angulo. Ha llegado una “etxekoandre” majísima y le hemos pedido huevos fritos, jamón y patatas fritas. ¡Genial, delicioso! Antes que nos trajeran tan suculento menú hemos dado buena cuenta de unas “piparras” de Xanti con aceitunas y bonito. Todo ello acompañado con un buen txakolí de Joxean. ¡Buen aperitivo, redios! Después de dar buena cuenta de todos los huevos, las lonchas de jamón, las patatas fritas y la botella de Jumilla, nos han preparado un café de puchero de los de antes. ¡Todo cojonudo! Con la tripa un poco más llena y también con un poco más de alegría continuamos bajando. Por el camino vemos y oímos tormentas por todos lados. Vemos los rayos, oímos los truenos y también vemos la lluvia, pero afortunadamente no nos cae ni una gota. ¡Hemos tenido suerte! Al rato llegamos al punto de inicio donde Joxean se da un buen baño en un pozal de la “erreka” que está al lado del coche. En el fondo todos le miramos con un poco de envidia. Al poco rato de montarnos en el coche para volver empieza a caer agua como si no lo hubiese hecho nunca. Decidimos pararnos en Jaizubia para tomar un café o similar y hacer cuentas de los huevos. Al rato para un poco y volvemos al coche para regresar cada uno a su casa.
Ha sido otro día “cojonudo”, a pesar de las nubes y la lluvia. Uno más para la historia. Bueno chicos, hasta pronto y a ver si nos juntamos todos.
Hemos comenzado a andar sobre las 10:20 horas y terminado sobre las 15:30 horas. El desnivel acumulado en subida ha sido de unos 900 metros y la longitud del recorrido de 12 kilómetros, aproximádamente.



miércoles, 14 de mayo de 2008

(20080514) Túnel de Aritxulegi - Canal - Castillo del Inglés - Elurretxe - Túnel de Aritxulegi.

Kanala. Propietarios del terreno.
Esta era una excursión que teníamos pendiente desde hace un mes debido al mal tiempo que salió el día que pensábamos hacerla. Hoy el día no ha amanecido mucho mejor, pero no le hemos hecho ningún caso. No es que amenazase lluvia, es que estaba lloviendo de buena gana a la hora que nos hemos citado: 8,30 horas. Hemos salido de Jai Alai y a la altura de Gaiztarro hemos recogido a Juanma. Sin más nos hemos dirigido hacia el túnel de Aritxulegi, inicio de la excursión. Hemos aparcado el coche en el albergue de Aritxulo y de paso hemos tomado un café en el bar del albergue. Con las pilas cargadas y el café puesto nos hemos puesto en marcha para sobrepasar el túnel y dirigirnos hacia el camino que entraba en la ladera del embalse de San Antón. Al poco rato nos hemos encontrado con el famoso canal, que está muy bonito y muy bien cuidado. A veces por un pequeño sendero y otras veces por encima de una de las paredes del canal hemos continuado con bastante precaución ya que la zona estaba llena de musgo y además muy mojada. El entorno es precioso, boscoso, muy cubierto, pero hoy teníamos muchas nubes bajas y no se podía apreciar gran parte del paisaje, aunque sí hemos visto el embalse y la zona de alrededor. La mayor parte del tiempo la hemos pasado mirando al suelo ya que el camino estaba bastante resbaladizo y una caída, dependiendo en qué zona, podía ser preocupante. Total, que entre mirar al suelo, el bosque y el paisaje (entre las nubes), nos hemos despistado y hemos hecho todo el canal entero, cuando teníamos que haber cogido una desviación atravesando el canal a los dos kilómetros de haberlo cogido. En fin, hemos pensado en volver atrás para recuperar el camino, pero al final hemos decidido seguir por otro que llevaba una dirección acorde a nuestra ruta y siguiendo el mismo hemos llegado hasta la carretera y al final hasta la zona recreativa que estaba indicada. Esta vuelta añadida nos ha hecho alargar el circuito por lo menos en una hora más. Pero no importa, los bosques están preciosos y la zona lo merecía. Hemos continuado un rato más por la carretera y después hemos vuelto a tomar el sendero correcto hasta llegar al collado de Elurretxe. Era cerca de las 13 horas y hemos decidido pararnos para reponer fuerzas. Mientras comíamos nos ha regalado un sol espléndido. ¡Perfecto! El menú se ha compuesto de las siguientes viandas:

- Frutos secos tropicales a las finas hierbas.
- Moluscos gallegos en escabeche de aceites nobles y aderezado con cayena mejicana.
- Lomitos de Sardinops neopilichardus a los aceites vegetales de Jaén.
- Omelette avec pomme de terre y finas hortalizas tempranas.
- Todo ello regado con un caldo blanco de la zona del litoral de Zumaia-Zarautz.

Una vez terminado con este apetitoso menú nos hemos puesto en marcha por el sendero que a media ladera nos llevaría nuevamente a la zona de Aritxulegi. El camino al principio ha empezado a bajar y además el sendero era amplio y herboso. Después se ha ido estrechando, se ha empinado y se ha llenado de piedras mojadas lo que ha ocasionado que a uno de los excursionistas le haya costado una caída y su correspondiente puntuación. Al poco rato vemos que el cielo comienza a cubrirse y además se oscurece. Hemos comenzado a amenazar a la madre Natura y en uno de nuestros retos, algo así como: ¡A que no hay cojones para llover! A las tres décimas de segundo nos ha respondido con un rayo de mil pares y acto seguido ha comenzado a llover como si no lo hubiese hecho nunca. En fin, le hemos pedido perdón y de todo, pero no ha servido y se ha vengado. Como hemos podido, con paraguas, chubasqueros, etc., hemos continuado el camino y a los veinte minutos aproximadamente ha parado de llover. El paisaje seguía siendo muy bonito y ya casi al final de la ruta nos hemos dado la vuelta y hemos podido contemplar las cimas totalmente despejadas y la ladera por la que bordeábamos Aiako Harria. A los pocos minutos hemos llegado nuevamente al albergue de Aritxulo y rápidamente hemos entrado para tomar un café. Al entrar nos hemos encontrado con una reunión (¿clandestina?) de por lo menos diez guardas forestales y demás, de la Diputación de Gipuzkoa, cada uno con su todo terreno. Nosotros hemos ido a lo nuestro, hemos tomado café y hemos estado un rato más, para al cabo de unos minutos volver al coche y emprender el camino de regreso a casa.
Ha sido un día “cojonudo”, a pesar de la niebla, la lluvia y las caídas. Uno más para la historia. Bueno chicos, hasta pronto y a ver si nos juntamos todos.
Hemos comenzado a andar sobre las 9 horas y hemos terminado a las 15 h. El desnivel acumulado en subida ha sido de unos 400 metros. El camino está bastante bien señalizado con marcas.